En la muestra más palpable de que el plan socialista ha ingresado en un período de expectativas limitadas, el gobierno de Nicolás Maduro se dispone a subastar parte de los dólares del Fonden, el fondo llamado a realizar las inversiones para industrializar a Venezuela y diversificar la economía.
En septiembre de 2012 el entonces presidente, Hugo Chávez, afirmó que «suspender los ingresos al Fonden, además de violar la ley, sería paralizar de inmediato, más de 50, más de 100 proyectos que están en ejecución por esta vía».
¿Y subastar parte de los dólares en el Sicad para disminuir la escasez de bienes básicos como papel higiénico? Todo indica que la emergencia no ha dejado espacio para este tipo de reflexiones y Temir Porrras, quien dirige el Bandes y puede abrir las arcas del Fonden, señaló la semana pasada que «ya estamos autorizados para participar en las subastas del Sicad. Cuando el Ejecutivo decida lo haremos, estamos habilitados para hacerlo».
Después de recibir más de 100 mil millones de dólares el país desconoce con precisión cuánto tiene disponible el Fonden, de acuerdo con fuentes extraoficiales quedan unos 13 mil millones de dólares que podrían lubricar al Sicad y disminuir la sequía de divisas.
Mi amigo el economista rojito se resiste a este paso y afirma que el gobierno de Nicolás Maduro no puede terminar subastando los dólares que el comandante eterno dispuso para el «gran salto adelante» a unos importadores de whisky, se ofusca, habla de traición.
Pero en una economía donde nadie quiere bolívares, la demanda de dólares es infinita y Maduro no termina de implementar el ajuste que, inevitablemente habrá que adoptar tarde o temprano, no hay más alternativa que subastar lo que queda.
@vsalmeron
Por Víctor Salmeron
