Cuando uno inicia una misión presidencial del tamaño gigantesco de acabar con el burocratismo y la corrupción estructural que facilita, hay que cargar fuerzas nutriéndonos en los sentimientos indestructibles de justicia y honestidad de nuestros próceres.

A esa moralizadora visión bicentenaria le agregamos el llamado del Papa Francisco cuando nos dijo: «No se dejen robar la esperanza». Y es que nuestros sueños bolivarianos entroncan nítidamente con esa petición pontificia de no contaminarnos del pesimismo prefabricado para desganar, y consecuentemente ser vulnerables a los ataques de quienes bombardean la ruta a la Venezuela Potencia que anhelan las grandes mayorías.

Esta mística la estamos inyectando a todos los cuadros del Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) con gran aceptación y adhesión laboral, además del beneplácito publicado por los usuarios de todas las categorías de trámites.

Nos preguntábamos para qué pedir una copia de cédula cuando se puede consultar el Saime, que es más seguro. Ahora tenemos la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos que prohíbe a los organismos públicos solicitar documentos que otra institución estatal da. Esto es aplicar el principio de interoperabilidad con ahorros en todos los ítems.

También acabamos con las inhumanas colas desde las 2 de la madrugada para entrar en «los escuálidos 100 cupos del día» y liquidamos la ilógica alcabala (que engendraba corrupción fuerte) de «solo un trámite por día».

Gracias a la comunicación directa con los usuarios, a través de mi cuenta de Twitter @DanteRivasQ, tomamos conocimiento de que hay notarías que se están negando a emitir los permisos de viajes de niños, niñas y adolescentes porque son gratis y «eso no les genera recursos». Les aviso públicamente a los notarios «pícaros» que se comporten así de mal, que los vamos a destituir inmediatamente.

Un fuerte abrazo y gracias a todos por el apoyo.

¡Con ustedes nos sentimos imbatibles!

ne.danterivas@gmail.com