El pasado 7 de enero la prensa nacional e internacional titulaba el lamentable fallecimiento de la actriz venezolana Mónica Spears a manos del hampa en un hecho que ha conmocionado a la opinión pública de tal forma que hasta el presidente de la República se vio en la necesidad de convocar a una reunión con los responsables (?) de seguridad del Estado para, una vez más, hacer un plan de seguridad para el País. Repito, es lamentable el asesinato de la actriz y su pareja, así como es lamentable el asesinato de cualquier ciudadano por anónimo que este sea y hago votos porque en el resto de los hechos criminales que acaecen diariamente se ponga el mismo empeño en solucionarlos que con el que hacemos referencia hoy, solo así y con prevención se aminorará la tasa de hechos de este tipo.
La seguridad personal siempre ha tenido un componente importantísimo cual es la prevención, la cual a su vez tiene que ver con la actitud de las personas y con las acciones que tiene que ejercer el Estado.
En el caso que nos ocupa hay que hacer mención a varios hechos conexos con los lamentables resultados. De acuerdo a lo recogido por los medios el vehículo en el cual se desplazaban se vio imposibilitado de continuar su marcha por la rotura de los dos cauchos del lado derecho, según la versión oficial, el mismo colisionó con un objeto que se encontraba en la vía, según otras versiones, cayó en un hueco de la calzada ocasionando que los cauchos perdieran el aire por el doblado de los rines. Tenemos entonces que la causa de que se detuvieran no obedeció a fallas propias del carro o falta de mantenimiento del mismo sino a causas exógenas que son responsabilidad de las autoridades que tienen a su cargo la seguridad vial. Si tomamos la versión oficial, cabe preguntarse dónde estaban los cuerpos de vigilancia vial para remover el objeto y en todo caso prevenir a los conductores de su existencia en la vía. En el supuesto que sea cierta la otra versión la pregunta iría dirigida al ministro de transporte que se comprometió con el país en el pasado mes de agosto en recuperar integralmente el sistema vial del país en un lapso de 180 días, si bien es cierto que dicho lapso no ha concluido, habría que preguntarse que si una vía de la importancia que tiene la llamada “Valencia – Puerto Cabello” todavía no ha sido recuperada que se puede esperar del resto de la vialidad en el resto del país.
Lamentablemente a diario se pierden vidas en las carreteras en accidentes ocasionados por el mal estado de las mismas, ya sea porque los accidentes son fatales, ya sea porque al accidentarse los usuarios son víctimas del hampa, no es una leyenda que los grupos delictivos se ubican en las cercanías de las vías que se encuentran en mal estado para cometer sus fechorías cuando los vehículos se detienen.
La vialidad siempre se diseña para que los usuarios puedan desplazarse con comodidad y seguridad, sin embargo es indispensable que se les haga el mantenimiento adecuado para preservar la seguridad al hacer uso de las mismas. No solo es la carpeta de rodamiento, es necesario la demarcación, señalización, iluminación, drenajes, desmalezamiento.
Ese mantenimiento que otrora lo debían hacer las empresas que administraban los peajes so pena de revocarles el contrato, hoy le toca al Estado, so pena de qué?.
Por Ing. Félix Ojeda Oropeza