El trabajo en equipo tiene que ver con la posibilidad de integrar personas con diversas capacidades y destrezas, que alineadas, son capaces de realizar tareas de manera más rápida, y de obtener mejores resultados.
Construir alineamiento, consiste en la capacidad del equipo para pensar y actuar sinérgicamente, con sentido de unidad, para crear los resultados que sus miembros desean.
Hay aspectos centrales, el primero de los cuales es la necesidad de lograr una adecuada coordinación de acciones, que permita el logro de objetivos, para ello es fundamental reforzar el tema de la comunicación, que suele ser una de las principales incompetencias de los miembros, que impide en ocasiones, identificar los obstáculos que pueden limitar los resultados.
Lo segundo es que entendemos la empresa como una como una red de conversaciones, a través de las cuales los equipos generan vínculos de compromisos, y mediante peticiones y ofertas coordinan las acciones que van a determinar el logro de los resultados propuestos. De modo que ambos aspectos tienen como denominador común la comunicación.
En los equipos de trabajo, vamos a encontrar conductas que favorecen u obstaculizan el complejo mundo de la comunicación, y en consecuencia, la toma de decisiones, el análisis de los problemas, y donde el tema emocional va a tener requerir un lugar de atención, porque las emociones tiñen los comportamientos; de modo que se hace necesario trabajar la confianza mutua, para que sea posible abrir los espacios de conversación necesarios, para ser capaces de lograr dirimir conflictos de cualquier naturaleza y resolverlos, complementándose, reconociendo las habilidades naturales de cada miembro, cuyas preferencias son distintas a las propias.
Pero si lo determinante para un ideal fluir son las conversaciones, para que relaciones sean adecuadas debemos considerar otros aspectos que explican la complejidad de las relaciones humanas.
Albert Mehrabian, profesor de psicología de la Universidad de Los Ángeles, California, mostró que el 55% de la comunicación entre dos personas está representada por nuestro lenguaje corporal. En una conversación personal, solo un 7% de lo que recibe nuestro interlocutor proviene de lo que hemos dicho con la palabra. El 93% restante, proviene de lo que ‘no se ha dicho, mediante imágenes, sonidos y gestos
En consecuencia, la corporalidad tiene un papel determinante no solo en las conversaciones, sino también en las relaciones humanas, y es una dimensión a la que hasta ahora hemos prestado muy poca atención., ya que en nuestra cultura occidental hemos privilegiado el mundo del pensamiento. A través de la razón, hemos pretendido analizar y explicar todos los fenómenos humanos posibles, desconociendo la dimensión corporal.
Los seres humanos actuamos y nos movemos dentro de nuestro rango de posibilidades específicas, determinadas por nuestra biología, hasta donde ella nos lo permite, y adicionalmente, toda persona tiene también una historia emocional. El cuerpo y la motricidad al trasmitir mensajes no verbales, puede hacerlo con mayor o menor fluidez dependiendo de cada individuo, y, en condiciones adecuadas, estos mensajes estarán muy ligados a los afectos, emociones y sentimientos.
En el cuerpo, tenemos información genética de hasta cuatro generaciones anteriores, esto quiere decir que algún gesto de la personalidad puede estar configurado y almacenado desde nuestro nacimiento. La buena noticia es que podemos modificar nuestro lenguaje corporal, y alinearlo con los pensamientos, sentimientos y comportamientos. ¿Como? Estando conscientes de nosotros mismos, de nuestras acciones, de nuestras reacciones, de nuestras emociones, trabajando el cuerpo con la práctica de ejercicios físicos. o disciplinas de cualquier naturaleza, o aprendizajes experienciales, ej. algún deporte, gimnasia, yoga, taichi, meditación, mindfulness, o el sistema biodanza, en fin, actividades que permitan estar conscientes de la respiración y el movimiento. Esto nos ayudará a sentirnos más cómodos y seguros, incluso en situaciones complicadas.
El resultado es que podremos reentrenarnos y manejar las emociones, comunicarnos con más efectividad y hasta desarrollar la habilidad de leer la corporalidad de los demás, tomando en cuenta aspectos que seguidamente se explican, y que constituyen herramientas útiles en el trabajo de equipo, y por supuesto, en el logro de mejores relaciones personales, reconociendo las fortalezas requeridas en cada rol y en las acciones que se esperan de los miembros del equipo de trabajo.
Nos referiremos al trabajo corporal, sobre el cual se ha venido investigando y validando desde hace aproximadamente 20 años, vinculado a los elementos de la naturaleza y a los movimientos corporales. Se trata de las Disposiciones al Movimiento, tomando la referencia de los elementos de la naturaleza, presentes en prácticamente todas las civilizaciones orientales y occidentales: AIRE, AGUA, FUEGO, TIERRA y CENTRO, con ciertas posturas corporales arquetípicas: Flexibilidad, Apertura, Resolución y Estabilidad y una quinta Quietud.
AIRE- FLEXIBILIDAD (Inquietud, creatividad, movimiento, juego, sueños)
AGUA – APERTURA (Sentimientos, Relaciones, dadores de vida, maternidad)
FUEGO – RESOLUCION (Capacidad de acción, poder personal, liderazgo, determinación)
TIERRA – ESTABILIDAD (Echar raíces, tendencia a la rutina, al equilibrio, constante)
CENTRO – QUIETUD (Es la postura desde donde puedo escoger cómo actuar)
Trabajando los movimientos y posturas vinculadas a cada uno de estos elementos, podemos entender muchas de nuestras reacciones “automáticas” y qué beneficio obtendríamos al actuar desde la postura y emoción apropiada, y al mismo tiempo, validar cuan cómodos estamos en algunas y cuan incomodos en otras, al entender que todos tenemos todos los elementos a nuestro alcance en mayor o menor medida, sin embargo, se requiere estar muy conscientes de nosotros mismos y hacer el esfuerzo necesario para incorporarlas en nuestra cotidianidad, logrando un mayor balance en el manejo emocional, corporal, para que se traduzca en mejores relaciones, y mayores logros organizacionales.
Adela Romero Barboza
Master Coach
