Lista de razones

Lista de razones

En una nación donde lo «extraordinario es cotidiano» hay riesgos de «relativizar» hasta lo más atroz. Cuando una historia es más terrible que la otra y pasan todas a la vez la piel se nos convierte en «cuero duro», las lágrimas ya no salen tan fácil y el peligro de encerrarnos en una burbuja para evitar tanto dolor puede que sea la verdadera «guarimba» que busque el Gobierno: la de nuestra indiferencia. El mayor peligro para la oposición no es la radicalización del régimen, sino la «vacunación» contra la epidemia de la violencia hasta el punto de la inmunización colectiva.

 

-No podemos acostumbrarnos a la cultura de la muerte y a las cifras de los días lunes como si se trataran de los números de la lotería. Según los reportes de sucesos el primer tercio del año cerró con 1.663 cadáveres ingresados en la morgue de Bello Monte a un promedio mensual de 416 personas fallecidas en hechos de violencia.

 

-¿Es acaso natural ver niños enterrando a niños como el caso del muchacho de 12 años que fue ultimado aparentemente por la GN cuando buscaban a unas reclusas escapadas del INOF?

 

-No podemos acostumbrarnos a aceptar estudiantes presos en cárceles con delincuentes comunes por el solo hecho de luchar por su futuro.

 

-¿Es admisible que priven de su libertad a menores de edad por manifestar?

 

-No debemos ver como «normal» la tortura como manera de obtener información y aleccionar a quien disiente de tanta locura.

 

-Sería terrible pensar que «no nos queda otra» que hacer colas y colas y más colas para obtener los productos básicos y no tan básicos también.

 

-Imposible pensar que en un país cuyo prácticamente único producto de exportación es el petróleo ahora no se consiga gasolina.

 

-¿Es que acaso alguien puede vivir con un sueldo mínimo y una canasta básica de 17 mil bolívares?

 

-¿Podemos olvidarnos de los que se robaron más de 20 mil millones de dólares sin que aún se sepa nada de la lista de Cadivi?

 

-¿Dónde está el bienestar que todos deberíamos tener si hubiesen administrado correctamente el mayor ingreso petrolero de la historia? ¿Cómo es posible que vivamos tan mal?

 

-¿Debemos pasar por alto que el derecho a la información y la libertad de expresión sea solo una añoranza porque el ejercicio de la misma está quedando reducido a mínimos espacios?

 

-¿Acaso podemos abstraernos del intento de convertir a nuestros hijos en «pioneritos» que en lugar de gritar «seremos como el Che» hagan lo propio con loas y vítores hacia el líder galáctico?

 

¿Vamos a contribuir con nuestra indiferencia mientras todas estas cosas y muchísimas más suceden y los que se atreven a decir «ya basta» son reprimidos con furia?

 

mariaisabelparraga@gmail.com

Por María Isabel Párraga

 

Comparte esta noticia: