En la Cuba anterior a la tragedia castrista, esa tiranía pavorosa que al cubrirse del cuento de izquierda liberadora de inmediato tomó el nombre de «revolución», existió un espacio cómico en la radio que se llamó «La Tremenda Corte».
Se transmitió entre 1942 y 1960 de forma ininterrumpida, hasta que la satrapía consideró que no era acorde a la formación del «Hombre nuevo», ese pobre siervo que resulta de la ideologización comunista y lo acabaron el 5 de octubre de 1960 junto con CMQ Radio y TV como parte del proceso de intervención estatal de los medios electrónicos cubanos, algo que ya nosotros los venezolanos lamentablemente también conocemos y padecemos.
Este programa es considerado como la mejor comedia radiofónica producida en Latinoamérica en aquella época. Hoy me hago de su nombre para comentarles una nueva tragicomedia que están planificando una vez más los cubanos invasores y sus lacayos que como boy scouts están ¡Siempre listos!
Resulta que la «inefable» Sra. Luisa Ortega Díaz, fiscala de la nación (me gusta lo de fiscala porque le va a su talante) ha decidido siempre «creativa», proponer -que es como ejecutar- una nueva Corte Latinoamericana de Derechos Humanos, bajo la férula de esos mamotretos dependientes de La Habana (Alba, Mercosur, Unasur y Celac).
Y dado eso, creo que el mejor nombre tiene que ser ¡La Tremenda Corte! que espero tenga como presidente a Ramiro «Charco de Sangre» Valdés. Frente a los tribunales que juzguen las violaciones de DDHH de los menores de edad al honorable Daniel Ortega. En la investigación y condena a los crímenes y asesinatos por supuesto a José Vicente Rangel, y para procesar actos de corrupción que nombren a Rafael Ramírez que llevará un equipo extraordinario con él…
La Fiscala desde ya anuncia que la Tremenda Corte enjuiciará «lo que hace el monstruo del norte» y garantiza a su jefe Raúl Castro que por lo demás… todo estará bajo control.
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