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La infinita grandeza de ser periodista

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La infinita grandeza de ser periodista

 

Descubrí muy pronto mi vocación por la escritura, la literatura, la poesía. Es decir, por el humanismo en todas sus vertientes. Sin duda la influencia de mis padres, amantes de la lectura, la literatura, la poesía y demás, me captó y se me abrió en la mente, muy pequeña de edad, esa posibilidad. Una maestra de primer grado, enrollada y sin la consciencia que requiere la noble profesión del enseñante, me hizo confundir por un tiempo, para después darme cuenta, de que, lo ocurrido, un evento desagradable y hostil, no podía acabar con mis deseos más profundos de hacer del lenguaje mi instrumento de trabajo.

 

De alguna manera, ese suceso hizo que pensara que habría otra manera de escribir, que no fueran novelas, cuentos, ensayos, poesías y entonces, pensé, el periodismo. Con ese anhelo en el corazón, no me atrevía a comunicárselo a mis padres, ya que soñaban con verme como abogada. Hice varios y complicados periplos, para poder salirme con la mía y estudiar periodismo. Esto viene al caso, por cuanto junio es el mes de los periodistas y el 27 de junio el día de nuestra hermosa y sufrida profesión, en conmemoración del inicio de la gran prensa independentista con la aparición del “Correo del Orinoco” de nuestro Simón Bolívar. No confundirlo con imitaciones baratas y propagandistas de estos tiempos.

 

Apareció la primera edición del “Correo del Orinoco” ese 27 de junio de 1818, (Hace 206 años) con la finalidad de tener, al fin, un periódico de la causa patriota. Por eso es nuestro día. En estas fechas, con esta terrible situación que atraviesa el periodismo y la comunicación en nuestra Venezuela, casi no se piensa en celebrar, sino en luchar y subsistir frente a la ignorancia y la barbarie. Sin embargo, en medio de esta tormenta, un grupo de colegas celebra que hace 50 años se graduaron en la Primera Promoción Jesús Rosas Marcano.

 

Han luchado como periodistas y comunicadores por la Libertad de Expresión y de información, frente a toda esta caterva de infames que se empeñan en silenciarnos y en transformarnos en “eunucos informativos” con tintes de propagandistas, para beneficio del régimen. ¡Qué lamentable! Y, al mismo tiempo ¡qué orgullo! Nuestros colegas no han bajado la guardia y sigan dando la pelea por la Libertad, la Democracia, la Verdad, la Honestidad, la Dignidad y la Ética de nuestra profesión.

 

Por otra parte, recibimos otra buena información noticiosa: colegas que trabajan en la prensa y los medios digitales reciben honorables reconocimientos y son candidatos al Premio “Gabo”. ¿Cómo dejar pasar esto, mientras, han cerrado  69 medios, en lo que va del año? Pretenden acabar con el periodismo crítico e independiente: nuestros colegas demuestran de qué están hechos y ¿cómo enfrentar la vergüenza histórica de seguir cerrando medios? ¡Dios! ¿Qué se habrán creído? ¿Qué pueden ir impunemente, limitando, obstaculizando, reprimiendo y agrediendo a la libertad de expresión e información y la democracia, sin que nada ocurra? Seguramente no conocen la historia de nuestras luchas, desde los albores de la humanidad, cuando en las Cuevas de Altamira se hicieron las primeras pinturas para dejar rastro de la presencia humana, hubo, por fortuna, expresión libre. Grecia, oficializó al primer mártir por la Libertad de Pensamiento: el gran Sócrates. Condenado a tomar la cicuta, veneno potente, por haberse atrevido a desafiar las creencias religiosas de ese tiempo.

 

¿Quién está en la historia? ¿Sócrates o sus verdugos? Los que limitan la libertad de expresión, pasarán a la historia, como violadores del derecho humano a la libertad de expresión. ¡Qué vergüenza para sus descendientes en cualquier lugar de la tierra donde se encuentren! No podrán eludir el juicio histórico, de sus contemporáneos. Saben, conocen la trascendencia para el humano de la libertad de pensamiento, opinión, expresión e información, bellamente expresado en el artículo 57 de la Constitución Nacional. La prédica de los socialistas del siglo XXI, o el comunismo, (Fidel Castro, dixit) fracasó. Los pueblos hartos de la miseria, del hambre y especialmente de la falta de libertades de todo tipo, un día, no pensado, decidieron decir ¡basta, se acabó! No más propaganda y mentiras, no más hambre y humillaciones.

 

Sin embargo, como no estudian, ni aprenden las lecciones históricas, no se dan cuenta de la trascendencia y la verdad que ocurre cuando el pueblo, dice hasta aquí. ¡No se aguanta, ni se soporta! Las demostraciones son claras. De allí la grandeza de la frase de Cicerón: “la historia es Maestra de la vida.” (Yo agrego, eso, sí quieres aprender las lecciones que te da la Maestra) Hay constante evidencia del repudio y del rechazo de la población hacia los líderes del oficialismo. Dice la Biblia: “El que quiera ver, que vea, el que quiere oír, que oiga”.

 

La pregunta, ¿no se dan cuenta de que el país, tuvo una extraordinaria y hermosa industria de la comunicación, de la información y el periodismo por todo el siglo XX, a pesar de las dictaduras? Que ¿a los venezolanos, nos gusta la comunicación, estar informados, recibir y dar noticias? He escrito sobre la pasión que tenemos por comunicarnos. Si seguimos al Maestro Pasquali, los venezolanos, somos “relacionales” y nos encanta comunicar. Leer nuestros periódicos, ver y oír noticieros independientes. Comentar sucesos, deportes y demás eventos. ¡Disfrutaremos de la libertad de expresión nuevamente! ¡Feliz Día del Periodista!.

 

Gloria Cuenca es profesora de periodismo en la Universidad Central de Venezuela durante 50 años. Gracias profesora y felicitaciones en su día.

 

 

Gloria Cuenca

@VersionFinal

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