La Conferencia Anual de la CAF: debates pertinentes

¿Desconocer al vicepresidente?

La Conferencia Anual de la CAF: debates pertinentes

 

En días recientes asistí en Washington a la XIX Conferencia Anual de la Corporación Andina de Fomento, un evento copatrocinado por la Organización de Estados Americanos y Diálogo Interamericano, y allí expuse mis puntos de vista sobre el proceso electoral venezolano del venidero 6 de diciembre, los escenarios actuales, lo que dicen las encuestas, los posibles resultados y lo que puede derivarse de ellos según quien resulte ganador de esa contienda.

 

 

En ese encuentro, al cual asistieron centenares de representantes de liderazgos sociales y políticos, investigadores, docentes, funcionarios y ex funcionarios de gobiernos, periodistas, empresarios y toda una amplia gama de hombres y mujeres vinculados a otras actividades de gran impacto en la sociedad, se pasó revista a la realidad latinoamericana y sus desafíos en el ámbito económico, político, científico y tecnológico, educativo, en medio de un debate abierto, plural, del cual, lamentablemente, estamos ausentes los venezolanos, porque nos consume una agenda interna saturada de una temática que en nada nos ayuda a salir adelante.

 

 

Digo que estamos ausentes porque mientras en el resto de América Latina, incluida la Cuba de Fidel y Raúl, avanza la discusión y reflexión sobre cómo enfrentarnos a los retos que para el continente implican las dificultades que se hacen presentes en la economía mundial, Venezuela, como país, gobierno y oposición incluidos, está distraída en lo que nos divide y no en lo que debería concitar no solo la atención de todos sino la más amplia unidad nacional para no solo superar nuestras ya graves dificultades en ese campo sino para prepararnos para tiempos difíciles como los que ya vienen advirtiéndose en toda la región.

 

 

América Latina, y Venezuela no es precisamente la excepción, sigue siendo una región con una población vulnerable, tal y como lo expresaron en la Conferencia de la CAF algunos de los expositores, sin dejar de reconocer los avances que se lograron en estos años, y que permitieron el crecimiento de la clase media gracias al diseño de políticas socio-económicas evidentemente acertadas. Los gobiernos tendrán que asumir la explicación a la sociedad del por qué no hay condiciones para cumplir con todas las expectativas en materia de beneficios sociales, dado el decrecimiento que se avecina en la región

 

 

Pues bien, ya se advierte que la entrada de nuevos hogares a la clase media en los países latinoamericanos está en serio peligro. Que no se están generando empleos productivos para ese recurso humano que tuvo mayor acceso a las universidades, como resultado de acertadas políticas de inclusión, y que espera la oportunidad de cumplir con el objetivo de alcanzar sus metas personales.

 

 

En América Latina se debate, por ejemplo, sobre el rol que debe cumplir la academia. Su actualización para colocarla a tono con los avances científicos y tecnológicos. Venezuela está al margen de esas reflexiones, mientras el mundo sigue caminando hacia un futuro que se nos hace lejano porque tenemos la mirada puesta más en el pasado que en prepararnos para los cambios y los retos que estos imponen.

 

 

Un aspecto interesante de lo que se expuso en esta XIX Conferencia de la CAF es el rol que ya está jugando la sociedad en la labor de controlar la función pública. La ciudadanía no está dispuesta a asumir nuevos impuestos, por ejemplo, si no aprecia que el Estado los retribuye con buenos servicios de transporte, mejor educación, mejor salud y más seguridad.

 

 

Los ciudadanos reclamarán cada vez más espacios para incidir en el rumbo de las políticas públicas, y los gobiernos se verán cada vez más obligados a buscar el consenso y apoyo de la sociedad a la hora de aplicar ajustes que se traduzcan en la disminución de beneficios. La crisis trae consigo oportunidades, y una de ellas es la participación efectiva y real en la toma de decisiones por parte de la sociedad como un todo.

 

 

Esta conversación, como ya dije, tiene lugar en una América Latina que teme quedarse aún más rezagada. Y Venezuela no puede seguir al margen de ese diálogo que se reflejó intensamente en esta reunión realizada la semana pasada en Washington. Es una ironía que seamos asiento de la sede de la CAF y  ninguna representación del gobierno venezolano formara  parte activa de este encuentro.

 

 

Amnistía general

 

 

A propósito de la sentencia condenatoria contra Leopoldo López, más allá de las consideraciones de fondo sobre el tema, creo que en Venezuela tendrá que imponerse la racionalidad política que permita un clima propicio al entendimiento nacional.

 

 

Temo que nuestro país puede vivir, a apropósito de las venideras elecciones parlamentarias, cualesquiera sean sus resultados, horas difíciles que nos coloquen al borde de confrontaciones que ojalá no se desborden. Hay que avanzar en la búsqueda de un escenario de acuerdos políticos para transitar las dificultades que nos esperan en el ámbito político y económico. Aunque sé que existe gran resistencia a abordar este tema, la amnistía general es una de esas medidas que la sociedad espera. Todos los procesos de amnistía que se han producido han sido beneficiosos para el país. Ahora no tendría por qué ser la excepción.

 

Vladimir Villwgas

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