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Escasez e inflación de liderazgos

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Escasez e inflación de liderazgos

Vivimos tiempos de inflación y escasez. Una realidad no sólo económica, sino política y social. Hay escasez de productos como papel toilet, leche, azúcar y divisas. Y lo que se encuentra, siempre está mucho más caro. Los precios avanzan a una velocidad que al resto de los mortales se nos hace difícil alcanzar.

 

Pero también tenemos otras carencias

Hay escasez de liderazgos sólidos e inspiradores. Quizás esta vez no tanto en el lado opositor al gobierno, sino en el oficialista. El ungido Maduro ha terminado por desilusionar a tirios y troyanos, con sus carencias intelectuales y su muy ineficiente gestión.

 

A pesar de la constante inflación de su figura y la del mismo Comandante, la revolución se está haciendo intragable. Chávez sigue apareciendo a diario en VTV y el sistema de medios públicos, dando discursos que ya comienzan a sonar rancios y repetidos. Pero aún así, creo, que es más efectivo que los noticieros de Nicolás y sus cadenas nuestras de cada día.

 

Frente al hampa, la escasez de productos y la inflación, las consignas revolucionarias comienzan a sonar desteñidas, como sin corazón. Más ahora que el corifeo de la patria no resuena en los corazones de sus seguidores.

 

Por eso aprietan los tornillos de la maquinaría que les permitirá controlar a la sociedad. Declaran la guerra económica, adelantan la Navidad, crean una posmoderna Seguridad Nacional, le vuelan la cabeza a una diputada para obtener mayoría calificada en la Asamblea.

 

Más adelante, con esta nueva mayoría calificada, nombrarán a los rectores del CNE y a los nuevos miembros del Poder Ciudadano, para seguir controlando todos los poderes y desde ellos atropellar a la oposición.

 

Pero una oposición que ya está siendo distinta. Si bien Capriles y algún que otro líder de la MUD personifican el rechazo al gobierno; el creciente número de protestas que se registran a diario indican que el descontento se ha venido generalizando.

 

Ese descontento será el caldo de cultivo de nuevos liderazgos, a los que apuntará el sistema represivo recién engrasado. No buscarán sólo al gobernador o al diputado, al líder del partido o al empresario conocido; sino se preparan para enfilar contra el casi anónimo líder vecinal, el delegado sindical o el funcionario honesto que quiera denunciar un acto de corrupción de una figura política grande.

 

Son secuelas de de haber pasado del liderazgo carismático de Chávez al liderazgo burocrático de Maduro, y sus múltiples carencias.

 

@rubensyanes

Por Rubens Yanes

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