El Pranato
septiembre 24, 2013 12:25 pm

Titulares de la prensa venezolana: “Hallados 1.3 toneladas de droga en avión de Air France”; “Enfrentamiento entre motorizados y guardia nacional en Petare deja un muerto”; “Ministra de Comunicación denuncia silenciamiento de los medios privados”; “La masacre de Sabaneta”; “Escasez supera el 20 por ciento”; “Los precios por las nubes”; “Maduro endeuda al país en China”; “Diosdado alerta sobre golpe de Estado”.

 

En numerosas ocasiones me he detenido a hacer consideraciones sobre la naturaleza del régimen. Muchas veces he discutido sobre el tipo de gobierno que sufrimos. Nomenclaturas sobran: democracia desgastada, dictadura, autocracia, totalitarismo. Nadie se ha salvado de mis reflexiones: desde mi esposo, hasta mis compañeros de doctorado, pasando por la señora del automercado; con todos – rallando en lo intensa y fastidiosa – he compartido mis ideas sobre la naturaleza totalitaria del régimen.

 

Una vez más, las noticias de la semana pasada me han invitado a la reflexión. Es que quienes vivimos en esta tierra sufrimos muchas desgracias cotidianas: el tráfico, el alto costo de la vida, la escasez, la inseguridad, la inestabilidad política, el dominio del Estado en casi todos los ámbitos.

 

Pero, sumado a esto, cada semana nos confrontan realidades dantescas que nos asombran. La semana pasada, el Mocho Edwin, Pran de Sabaneta, descuartizó a 16 personas y se lo comunicó al país vía youtube con la seriedad que a veces esperamos del Gobierno. Luego, el sábado en la noche, el este de Caracas quedó sitiado por motorizados que decidieron enfrentar y someter a la Guardia Nacional en la redoma de Petare.

 

Venezuela, (des) gobernada por la Revolución Bolivariana y su versión criolla del totalitarismo comunista, se ha convertido en guarida de narcotraficantes, malandros y delincuentes. Lo que fuera una república es ahora una cárcel. Venezuela es un país de ciudadanos presos del miedo y de la precariedad. Los venezolanos resistimos entre los barrotes de la inseguridad, de la corrupción, de la escasez y de la inflación.

 

El gobierno de esta cárcel se lo disputan los pranes herederos. Nicolás y Diosdado, hijos de Chávez, se dan la mano en público pero muestran los colmillos en privado. Y en el medio de este desastre estamos las personas corrientes que caminamos pegaditos a la pared pidiéndole a Dios que nos haga invisibles cuando salimos a la calle.

 

Después de casi 15 años de gobierno la Revolución Bolivariana ha liderado el motín mayor. Así como el Mocho Edwin asesinó sin piedad a 16 personas, el régimen que nos somete ha enterrado a la República y a la democracia. Un hecho los diferencia; el primero tuvo la consideración de justificar lo sucedido al país por youtube; mientras los segundos se ahogan en la mentira y la propaganda. Aunque son dueños de todo, no se hacen responsables de nada. El reto de quienes sobrevivimos en este Pranato llamado Venezuela es que no nos consuma el sálvese quien pueda y que, de alguna manera, podamos articular un camino hacia la justicia y la paz. La aspiración es noble y el camino es complicado.

 

Por Paola Bautista de Alemán