El Gobierno militar de Maduro
enero 4, 2014 8:01 am

La incapacidad política de Nicolás Maduro combinada con la inmoralidad extrema de una cúpula militar obcecada por el poder, se han reunido como un hiato para que Venezuela y el mundo el día 27 de diciembre, en la salutación a las Fuerzas Armadas observasen unos ascensos militares a Capitán, Coronel y Contralmirante violatorios a la Constitución, por cuanto ignoran el art. 464 del Código de Justicia Militar.

 

El 27 de diciembre sirvió también para reconocer los miedos de un político incapaz, combinado con la imposición y ambición de los militares golpistas enjuiciados por el Delito de Rebelión en 1992, ahora denominados los Centauros de Chávez que terminaron por bordarle para la desgracia de la Venezuela democrática, decente y digna el Gobierno Militar de Maduro.

 

El Gobierno Militar de Maduro viene construyéndose como consecuencia del legado perverso desatinado e inmoral del Comandante Chávez, quien en vida y en función de su desquiciado imaginario político real asumió al militar en Venezuela como mejor gobernante que el civil.

 

Nicolás Maduro como activista comunista desde la década del 70 está convencido que las repúblicas de América Latina poseen ejército pero no tienen Estado y como tal, deja entrever su grave miedo al elemento armado.

 

El Gobierno Militar se inició con la maniobra del 24 de Junio en el desfile del Ejército, cuando quien lo comandaba apareó la autoridad de Maduro con la de Diosdado Cabello al inventar la entrega de un “parte” al Presidente de la Asamblea Nacional. Se asume que Maduro interpretó tal felonía y reaccionó nombrando el 6 de Julio de 2013 una nueva cúpula militar distante de los Centauros de Chávez con el fin de crear un “madurismo militarista” en el que cumpliera una función moderadora la Ministra de la Defensa, pero los Centauros de Chávez siguieron actuando y cuando en Agosto-Septiembre Maduro por incapaz, no hallaba qué hacer con el país que explotaba por la hiperinflación y el desabastecimiento aceptó el tutelaje militar.

 

El tutelaje militar que se aplica al gobierno de Maduro, es inicialmente una forma de Gobierno Militar, que no es más que la expresión primitiva de la fuerza y de un grupo de militares inescrupulosos que vigilan, controlan y gerencian el Poder Político, demostrando que quien realmente lo ejerce es el elemento armado. Una acción cívico-militar entre el 7 de Noviembre y el 21 de noviembre para contener lo que Nicolás Maduro llamó “la guerra económica y la especulación” facilitó un futuro Gobierno Militar.

 

La especulación tomada como una operación cívico-militar es también una expresión del Gobierno Militar de Maduro, en la cual se confundía el gobierno con los hombres de uniformes vigilando y corrigiendo los precios de productos diversos en el sector comercial el cual contó entonces con una Orden de Operaciones realizadas y ejecutadas por la cúpula militar en la que todo el componente armado se puso al servicio del gobierno para que, con la acción política contra la especulación, se intentara contener la masiva deserción del chavismo frente a la incompetencia e incapacidad del gobierno de Maduro, que se hacía mayor por cuanto se acercaba el momento crítico del hecho electoral del 8 de Diciembre.

 

La maniobra del tutelaje militar, inicio del Gobierno Militar de Maduro, tuvo un momento de especial significado en el discurso del 27 de Noviembre del Comandante de la Fuerza Aérea, quien no pudo ser más adulante y servil en su conducta, cuando se le ocurrió entregarle el símbolo del Ala de Pecho y la Braga de Vuelo con Parches de la Fuerza Aérea tanto a Nicolás Maduro como a Diosdado Cabello. Ese evento es un acto luctuoso, doloroso y sin sentido para muchos oficiales que fue rechazado por pilotos y jefes aéreos, pero también por los jóvenes pilotos que jamás pudieron imaginarse que un comandante de fuerza, que no es piloto y comanda la Fuerza Aérea, se atreviera en su adulancia a violar conceptos doctrinarios de la Fuerza del aire venezolana.

 

Todo este conjunto de eventos políticos-militares van a culminar en su más vergonzosa expresión, pero también la más grave violación de la Constitución el 27 de Diciembre de 2013. De manera flagrante, ese día, Nicolás Maduro en su condición de Presidente, logra el compromiso en especial del ejército, para formar un Gobierno Nacional como un Gobierno Militar y el Ejército abierta y expresamente se compromete con un proyecto ideológico-político contrario a lo establecido en la Constitución, violando los principios doctrinarios de un componente armado, pero más peligroso aún, violando la ética del militar con lo cual será responsable por el fracaso ya anunciado de este modelo político anacrónico y primitivo donde se ha perdido el signo monetario, la inflación alcanza el 50%, se anuncia una nueva devaluación del Bolívar y el posible incremento de la gasolina, con lo que casi estamos hablando de una posible explosión social.

 

El Gobierno Militar de Maduro que ha surgido de una combinación nefasta y explosiva entre la incapacidad de los políticos marxistas del chavismo y de una cúpula militar sometida y claudicante al soft power cubano que sólo piensa en su ambición personal, comprobará en el inmediato futuro su gravísimo error ante la historia, ante la sociedad venezolana que está consciente que el elemento armado de acuerdo a lo que sostiene la Constitución, tiene como responsabilidad la defensa y nunca y bajo ninguna circunstancia o razón, el ejercicio del gobierno.

 

El Gobierno Militar de Maduro no se parece a un gobierno por cuanto los gobiernos surgen como consecuencia del traspaso del poder comitente o poder natural al líder político por la vía del voto del ciudadano, por lo tanto, la incapacidad, el miedo y la violación a la Constitución que Maduro ha realizado, más la inmoralidad y la ambición de la cúpula militar sometida y los Centauros de Chávez, serán más temprano que tarde sancionados por los venezolanos que creemos en la democracia y rechazamos la mezcla explosiva que constituyen los civiles del gobierno revolucionario y los militares obsesionados por ejercer un poder político que no saben y que no les corresponde.

 

El Gobierno Militar de Maduro es el gobierno de la antipolítica, de la subpolítica y de la impolítica por cuanto en el imaginario político real de Chávez el militar no era el ciudadano-soldado sino el hombre que con la fuerza podía violar la Constitución. También atropellar al ciudadano, violar las leyes y hacerse del gobierno por la fuerza bruta, como por necesidad e incapacidad ahora lo está haciendo Nicolás Maduro con su Gobierno Militar.

 

Pero se olvida Maduro que la legitimidad del elemento militar depende de la aceptación social de sus funciones en Venezuela, todos los venezolanos son contrarios a que el elemento militar esté esparcido y regado por el territorio fungiendo como gobierno, violando la Constitución y terminando de destrozar una institución que en la década del 70 y del 80 era una institución prestigiosa para Venezuela y América Latina.

 

Finalmente, el Gobierno Militar de Maduro en combinación con la cúpula militar sometida, está dando pie a que se configure en la sociedad venezolana un franco rechazo y repulsa hacia el elemento militar, como consecuencia del nexo perverso entre el elemento militar y el régimen que instaura Nicolás Maduro por incapaz, por sus miedos y por su ignorancia e irresponsabilidad frente a las leyes y la Constitución de la República

 

 José Machillanda