Actualmente, uno de los artículos más violados de la Constitución Nacional es el 58, que dispone que “la comunicación es libre y plural” y que “toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución”. Son muchas las vicisitudes vividas por los medios a través de los cuales se emiten informaciones que interesan  a los venezolanos, especialmente las que, por alguna razón, no son del gusto del gobierno.

Para el año 2013, cuando se inició la gestión de quien ahora ocupa la silla presidencial de Miraflores, circulaban en Venezuela 134 periódicos impresos, y, según reseña de Espacio Público, para el mes de agosto de este año 2018 solo quedaban 64 en todo el país. Varios de los que sobreviven se han visto obligados a reducir su número de páginas, o su ritmo de circulación en la semana, porque la entidad gubernamental que monopoliza la entrega de papel e insumos, solo la realiza, con evidente intención política, de manera insuficiente y discriminatoria. Caso notable es el de un diario tan importante como EL Nacional, que ha tenido que dejar de salir los sábados y los lunes.

En el proceso de instauración del pensamiento único, mediante la públicamente confesada “hegemonía comunicacional”, tiene relevancia lo que pasa con la radio y la televisión, medios que, después del cierre de Radio Caracas Televisión durante el gobierno de Chávez,  son comprados por amigos del oficialismo o, por temor a represalias,  bajan su diapasón crítico y se prodigan en telenovelas y programas de variedades. De todos modos, les es imperativo transmitir las cadenas de Maduro, que, según se hizo saber semanas atrás, ya eran mucho más de un centenar las que había realizado en el solo año 2018. Agréguese a lo anterior, la novísima aparición de esa guerra cibernética representada por los ya habituales bloqueos de páginas web y portales informativos, destacándose, entre otros, los casos de El Nacional, La Patilla y Noticiero Digital.

Internacionalmente, se mira con alarma el paisaje, a grandes pinceladas arriba dibujado. La Unión Europea anunció que la crisis política venezolana “se encuentra entre las urgencias que deberá abordar la diplomacia comunitaria” y el Consejo de Seguridad de la ONU acaba de informar que en una próxima reunión se hablará sobre la situación existente en nuestro país.

En el apagón informativo, hay que aclararlo, no hay participación de las iguanas.

Carlos Canache Mata