El Observatorio Venezolano de Finanzas acaba de actualizar el precio de la llamada Canasta de Supervivencia, compuesta por un reducido grupo de alimentos básicos para una familia de 4 miembros, que ascendió a Bs. 491,50 o US$ 21,19.
Aunque la dolarización del ingreso de los trabajadores del sector privado les permite a algunos de ellos adquirir estos productos, los del sector público, jubilados y pensionados, son sometidos a remuneraciones de vergüenza, las peores del continente.
Tratar de limitar la onda expansiva de la inflación a costa del salario de los trabajadores más necesitados, constituye una política económica que ni siquiera se le habría ocurrido a los Gobiernos que el discurso revolucionario oficial etiquetó como impulsores del “neoliberalismo salvaje”.
Es urgente incrementar el ingreso estatal a través de una política de apertura de inversiones en diversos sectores y que la reactivación económica impulse el ingreso familiar y la demanda, pero para ello es necesaria la confianza, que solo la da un régimen democrático y respetuoso del estado de derecho. Por eso el diálogo y los acuerdos son tan urgentes en Venezuela.
Editorial Analítica
