Como que si no fuera con él, el presidente Maduro ha resultado ser un experto para evadir los problemas del país. Los conflictos internacionales y las gestas patrióticas parecen ser los temas preferidos para lograr tal evasión. Olvidado el asunto de Obama, se rescata a Negro Primero con Glover incluido, un toque en contra de los inmigrantes colombianos, el ataque a los brasileños, hasta la resurrección del Esequibo. Todo es bueno para olvidar nuestro drama económico.
Luego de 15 años de gobierno sin ocuparse del territorio Esequibo de pronto se lanza una campaña patriótica que llega hasta la Asamblea Nacional. En el debate no se mencionará que el pasado 20 de mayo el barco taladro de Exxon Mobil certificó que en el bloque Stabroek hay mucho petróleo, una extensión que abarca el territorio en reclamación y aunque la arremetida venezolana fue contra la Exxon, en realidad allí operan varias trasnacionales incluyendo la empresa china Cnooc Nexen desde hace tiempo. Y como lo recuerda el investigador en temas energéticos, Carlos Lee, profesor de postgrado de la Unimet, esto no es nada nuevo, desde el año 2001 el Departamento de Geología de Estados Unidos hizo un amplio trabajo de prospección en el continente y sus resultados ubican al área conocida como Guyana Basing, con el tercer puesto de la lista de los lugares con más petróleo en América del Sur y entonces Venezuela no hizo nada.
La primera comisión oficial de senadores brasileños que venía a constatar la situación de presos políticos y que fue interceptada por un grupo de oficialistas generó una crisis política con ese país que se resolvió parcialmente enviando una nueva comisión de parlamentarios, esta vez, con políticos afectos al gobierno de Dilma Rousseff. Pero la jugada no fue tan efectiva cuando la comisión, encabezada por el senador Roberto Requiao expresó «en Brasil jamás habría presos políticos como hay en Venezuela», por lo que «abogarán porque se restablezca la democracia y los derechos humanos». A la salida del encuentro, la misión oficial de Brasil, puntualizó: «nos llama la atención que las esposas de los presos políticos y los familiares de todos los venezolanos asesinados durante las protestas de febrero de 2014 tienen un clamor común, todos coinciden en que en Venezuela hay irrespeto a los derechos humanos y señalan a los funcionarios».
Otro conflicto calentó las relaciones con Colombia con el polémico decreto 1.787, publicado en gaceta el 26 de mayo que anuncia la creación de las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular. Ello ha vuelto a levantar el congelado conflicto limítrofe y generó reacciones en el vecino país.
Pero poco antes, a comienzos de junio Maduro, a la usanza de Donald Trump, emitió fuertes declaraciones contra la emigración de colombianos hacia Venezuela que crearon nuevas fricciones con el vecino: «Colombia se ha convertido en una exportadora de pobreza hacia Venezuela», dijo Maduro durante el discurso de inauguración de la Base de Misión Socialista en Ciudad Belén.
Según Maduro, los inmigrantes colombianos «se vienen y todo lo que traen es necesidad y pobreza, todos vienen buscando educación, trabajo, salud, y vivienda. Colombia se ha transformado en una exportadora neta de pobreza hacia Venezuela», dijo Maduro. Estas declaraciones han estado acompañadas con deportaciones y detenciones de colombianos.
Tales conflictos han tenido prioridad en las cadenas y medios oficiales, dejando de lado hechos como el de la inflación cerrará este año sobre 170%; situaciones como las que denuncia Alejandro Álvarez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Siderúrgica Nacional, quien señala que 90% de la empresa se encuentra paralizada o el de las colas tras los productos que se multiplican en todo el territorio.
Francisco Olivares
@folivares10
