El desconcierto y la perplejidad reinante en la sociedad debido a la ruptura del hilo constitucional producido por la ausencia del Presidente de la República –que debió juramentarse el pasado 10 de enero–, sacude las entrañas de la Fuerza Armada Nacional, cuyas autoridades deben velar por el fiel cumplimiento de la Constitución Nacional y están convalidando un dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, concebido para neutralizar a la comunidad internacional frente a un gobierno de facto.
Entre los militares hay tanta o más incertidumbre y confusión que en el resto de la sociedad civil; cuestionan la claudicación de la cúpula militar frente a un gobierno inconstitucional y la sumisión a un gobierno extranjero y dictatorial como el de los hermanos Castro. Hay un militarismo chavista que viola la Constitución, que actúa como apéndice de la revolución y atiende a los intereses del PSUV. Pero existen otras facciones.
Nuestras fuentes militares, afirman que hay voces disidentes en el Alto Mando Militar, que repelen la interferencia cubana y desde que el presidente Chávez se enfermó, antes de las elecciones del 7 de octubre, vienen trabajando por una transición pacífica.
Ahora que se ha configurado un vacío de poder, presionan fuertemente por la presencia en el país de su comandante en jefe, que es el único al que reconocen por haber sido elegido con el voto popular, lo contrario de Nicolás Maduro –al que nadie eligió– y advierten que no garantizan los envíos de petróleo a Cuba “porque más de 50% del personal de Pdvsa está controlado por militares”; además, tomarán una serie de “decisiones constitucionales” para enderezar entuertos y hacer cumplir la carta magna, a costa de ser acusados de golpistas.
La razón principal por la cual Maduro y otros voceros oficialistas anuncian con insistencia que el Presidente regresará al país en los próximos días es para calmar a esos grupos en la Fuerza Armada que se le han ido de las manos al mismo Diosdado Cabello. En la reunión del pasado 12 de enero en La Habana, de la cual se desconocen los términos, Cabello le habría explicado esa situación a Raúl Castro. Tal como están las cosas en la FANB, a los cubanos se les enredó el yoyo.
La transición
La ingobernabilidad en el país, incluida la militar, es analizada por un grupo de 40 generales de distintos componentes (algunos tienen bajo su control a comandantes de batallones) que trabaja en “una transición constitucional sin confrontación armada”, donde los cubanos no tendrían ningún tipo de participación. Según las fuentes, sería una decisión soberana en la cual se contempla:
1) juramentar en febrero al presidente de la Asamblea Nacional
2) designar a nuevas autoridades en el TSJ, CNE y otros poderes
3) dar una amnistía a presos y exiliados políticos
4) desarticular y someter a la justicia a grupos subversivos protegidos por el Gobierno
5) frenar la “regaladera” de recursos petroleros
6) abastecer de alimentos el mercado nacional con participación de la empresa privada, para evitar una explosión social parecida al Caracazo.
Tic tac
Abastecimiento. Según fuentes de inteligencia, sectores radicales que conviven en el Gobierno estarían promoviendo el desabastecimiento de productos de primera necesidad, con la intención de provocar un estallido social y responsabilizar a los empresarios representados en Fedecámaras, para que grupos violentos afectos al Gobierno asalten sus empresas y propiciar el caos.
¿Mandos militares? El hombre que surge con más credibilidad en la FANB es el ex ministro de la Defensa, general Raúl Baduel, preso en Ramo Verde, que, según la fuente, jugará un papel importante en la transición… tic tac./DO
Fuente: EN