Con mucho asombro hemos visto como desde el pasado lunes por ordenes de Nicolás Maduro se han desplegado 3.000 hombres y mujeres de las FAN para labores de seguridad ciudadana. En primera instancia debemos asumir esta decisión como un reconocimiento al fracaso de la Policía Nacional en sus esfuerzos por disminuir los índices de inseguridad en el país.
Lo segundo es que la Constitución es muy clara cuando señala expresamente que los órganos de seguridad ciudadana deben tener carácter civil, y el uso máximo de la fuerza que esta reservada a la FANB solo puede ser en caso de conmoción nacional, peligrosidad de la soberanía nacional, desastres naturales, entre otras, y en ningún momento está contemplado que sea implementado para situaciones de prevención del delito y de seguridad urbana.
En tercer lugar, suena sospechoso que en medio de la situación política ocasionada por las ya cuestionadas razones que le dieron al proceso electoral del 14 de abril un tinte oscuro, que ha generado protestas a lo largo y ancho de la república, pareciese este despliegue una suerte de intimidación y de estrategia para controlar y contener cualquier tipo de manifestación política que pueda haber en la capital de la república, ya que desde el lunes la ciudad esta militarizada.
El resultado de este despliegue militar puede traer consecuencias irreparables para nuestra ciudad y para nuestros ciudadanos, no podemos tolerar que esta acción gubernamental en vez de solucionar el problema puede generar mayores, no podíamos esperar menos de un gobierno altamente inclinado a lo militar y que ha demostrado un rotundo fracaso en materia de seguridad pública en 14 años generando más de 200.000 homicidios
Concejal El Hatillo Voluntad Popular
@ebattistini
Fuente: EU
Por Eduardo Battistini
