Cambio político
octubre 25, 2013 7:27 am

Políticamente, Venezuela está dividida en dos mitades. Dos mitades que, además, no se comunican entre sí y no parece existir ni cultura de diálogo ni voluntad para el entendimiento. Pero no es solo el factor político el que divide a los venezolanos. También estamos divididos por razones socioeconómicas y por razones culturales. Hay una minoría que tiene todo lo que necesita y una mayoría que carece de los bienes más indispensables para vivir una vida civilizada.

 

“Reino dividido no prevalecerá”, dice la Sagrada Escritura. Los países que tienen o han tenido éxito lo han logrado a partir de los consensos fundamentales alrededor de los objetivos compartidos por los ciudadanos de ese país.

 

Puedo recordar muchos casos: España, después de tres años de guerra civil y de cuarenta años de dictadura, fue capaz de lograr varias décadas de progreso sobre la base de los acuerdos logrados entre todos los actores políticos y sociales. Los Pactos de la Moncloa fueron un hito fundamental para ese progreso.

 

Chile, después de 17 años de dictadura, ha logrado convertirse en el país más próspero de América Latina y en la democracia más sólida, a partir de los acuerdos políticos logrados por la concertación democrática con la participación de factores sociales y económicos importantes.

 

En Venezuela vivimos unos largos años de progreso económico, político y social a partir de los acuerdos que se lograron en el Pacto de Punto Fijo.

 

Invito a los lectores a prestarle atención a lo que actualmente está ocurriendo en México, donde el presidente Peña Nieto está convocando a un Pacto por México a todos los partidos políticos y a otros actores económicos y sociales para asegurar el progreso de México por los próximos años.

 

En Venezuela, este gobierno o el que lo suceda, tendría que dar por cancelada la política de la confrontación y anunciar el nacimiento de un tiempo de diálogo y de búsqueda de consensos para enfrentar y resolver los gravísimos problemas que nos mantienen empantanados en el atraso y en el subdesarrollo.

 

Seguiremos conversando…

Por Eduardo Fernández