Este es un gobierno que actúa al margen de la ley y de la Constitución Nacional, y que al mejor estilo de los cuatreros, desacata, insulta y para colmo, pide cacao como que si con esta actitud cobarde y delictiva, van a lograr enmendar el capote y el descontento social que ya ronda en un 91%, y que no tiene vuelta atrás, porque cada día son más las violaciones y metidas de pata que colocan a esta dizque revolución, como una dictadura del Siglo XXI.
El gobierno de Nicolás Maduro se ha caracterizado por la violación a los derechos humanos de todo aquel que piensa distinto y que exige un cambio inmediato en la conducción política del país; por desacatar una y mil veces nuestra Constitución Nacional, entrando en desacato constante de la legislación venezolana; por utilizar un verbo incendiario e incitador a la violencia en todos los escenarios del acontecer nacional, incluso han utilizado espacios todo público para vociferar palabras obscenas y de odio en contra de un país, cuyo único delito es reclamar y denunciar la situación de indigencia en la que nos tienen.
Este es un gobierno cobarde que quiso entrampar a un país en un supuesto diálogo, utilizando la figura de El Vaticano, para dar legalidad a intereses oscuros y perversos que en nada compaginan con acuerdos políticos y económicos para salir de esta crisis jamás vivida en nuestro país, y que después de haber sido descubiertos por la unidad democrática en su mal intento, andan pidiendo cacao para que le demos oxigeno a un proyecto de exterminio y de miseria.
Este es un gobierno que violenta los derechos políticos del pueblo venezolano, al impedirnos por la vía del voto universal y secreto, decidir los destinos del país y de las regiones. No obstante, a través de un mandato emitido desde Miraflores, el ente comicial ha colocado todo tipo de trabas a un proceso que debió hacerse en términos de normalidad, como es la legalización de la nómina electoral de los partidos políticos.
Pues bien, frente a un andamiaje de pillos y de cuatreros como es el accionar diario del gobierno nacional, los venezolanos debemos estar más claros que nunca, y entender que sólo a través de un cambio político de manera pacífica pero contundente, en Venezuela volverá la paz y la justicia, de lo contrario seguiremos en las catacumbas de una revolución que se llevó todo a su paso, y que pretende aniquilar los partidos políticos y el derecho sagrado del voto.
Desde el partido del pueblo, Acción Democrática estamos organizados en todos los rincones de nuestra geografía nacional, y los días 11 y 12 de marzo, de acuerdo al cronograma del Consejo Nacional Electoral, vamos a legalizar nuestras siglas partidistas frente a nuestro país, porque AD más que un partido político, es un sentimiento nacional que nada ni nadie lo podrán rebanar ni dividirnos. Todo lo contrario, junto a la unidad democrática, estamos fortalecidos y abocados a un propósito de país, que está por encima de cualquier apetencia personal.
Frente a un gobierno que desacata, insulta y que luego pide cacao, hay que actuar con fuerza, firmeza y contundencia, y desnudar todas sus mentiras y trampas, porque esta revolución se ha convertido en una bomba de tiempo para la estabilidad y la paz del pueblo venezolano.
Bernabé Gutiérrez