Restitución de la propiedad privada

Posted on: agosto 1st, 2014 by Super Confirmado 1 Comment

Cuando en un tiempo, que espero no sea muy lejano, las aguas regresen a su cauce y se restaure la racionalidad, un nuevo gobierno tendrá que tomar innumerables e importantes decisiones que afectarán a toda la población. Entre ellas, de una importancia enorme, está la restitución de la propiedad privada.

 

Tres vertientes de esa restitución.

 

1.- La devolución a sus legítimos propietarios de todas las fincas, negocios, propiedades, etc., que les han sido arrebatadas, confiscadas por el régimen castrochavista. Una de las razones más importantes de este desastre debe ser corregida.

 

2.- El control de la liquidez monetaria. La inflación es un flagelo que afecta a toda la población, principalmente a los de menores recursos. Es de conocimiento general que la principal causa es el exceso de liquidez monetaria. Esa liquidez es generada por el gasto excesivo del Estado, facilitado por el Banco Central. Controlar la liquidez pasa por no permitir la impresión de moneda sin respaldo. Varios países han tenido ejemplos de control inflacionario, cuando han pegado sus monedas a monedas fuertes, como lo es el dólar. Así se impide al gobierno manipular la liquidez.

 

3.- Privatización de las empresas del Estado. Son necesarias por múltiples razones. Uno, para poder pagar la inmensa deuda social que nos deja el castrochavismo. Deben pagarse múltiples subsidios a los más necesitados en salud, alimentación, educación, vivienda, etc. Dos, para hacer eficientes las grandes empresas del Estado, como Pdvsa. Esta empresa en manos privada sería rentable y podría pagar impuestos reales al Estado.

 

Se debe convertir a Venezuela en un país capitalista con una economía de mercado, en la cual los precios se formen por medio de la oferta y la demanda y no por el capricho de algún funcionario.

 

Solo los países capitalistas tienen poblaciones ricas que satisfacen sus necesidades. El socialismo, en cualquiera de sus manifestaciones, ha comprobado hasta la saciedad, que solo logra crear pobreza.

 

Sin propiedad privada no hay libertad.

 

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Como nos roban

Posted on: julio 26th, 2014 by Super Confirmado No Comments

Los controles de cambio, siempre dañinos, son a veces necesarios por la circunstancias. Por ejemplo, en Europa después de la II Guerra Mundial, los países estaban sin divisas y se impusieron.

 

En Venezuela ha habido varios. Betancourt devaluó y controló. Lo mismo hicieron otros gobiernos. Caldera I hizo dos mínimas devaluaciones, más por soberbia que por necesidad.

 

Durante esta dictadura castrochavista hemos vivido bajo control de cambios. Al principio fue por salida de divisas. Había liquidez y muchos bancos vieron reducir sus depósitos y “conversaron” con las autoridades. Éstas, todavía iniciándose, lo hicieron con temor, pero luego se dieron cuenta que era un arma política poderosísima para lograr sus objetivos de destruir, robar, controlar. Decidieron continuarlo, aún cuando subió el precio del petróleo y no era necesario.

 

Ha sido un control férreo, sin resquicios, muy inflexible y propenso a la corrupción. Era necesaria una válvula de escape pues de lo contrario colapsaría la economía. La primera fueron las Notas Estructuradas. Quien tuvo la idea fue maquiavélico. Fue un mecanismo complicado, en el que bancos extranjeros empaquetaban bonos de diversos orígenes para luego venderlos en el mercado interno y después en el externo obteniendo jugosas comisiones y enormes diferenciales.

 

Esas notas eran asignadas directamente a sus mejores amigos. No había ni subasta, ni auditoria, ni transparencia de ningún tipo. Cuentan que muchos banqueros pasaban las tardes de los viernes esperando la llamada y que cuando la recibían se iban a celebrar.

 

Estas operaciones, completamente fraudulentas, dejaban a un grupo de relacionados con el régimen enormes utilidades. Las justificaban, internamente, diciendo que siendo el Estado el originador de la operación esta era legal, e -insólito- si no la hago yo, la hace otro. Fueron un empujón al precipicio.

 

Han continuado con el control y utilizado otros hasta el caos de hoy día, cuando hasta mismos íntimos colaboradores del régimen hablan descaradamente (pero por supuesto nadie hace nada) del enorme tamaño de la corrupción.

 

De todos los tipos de operaciones las más lucrativas, y en las que han estado involucrados un mayor número de personas para dejarles la mayor utilidad (o mayores pérdidas para los venezolanos) han sido las operaciones de cambio.

 

Nada dura por siempre. A pesar de que el promedio del barril de petróleo venezolano supero los $. 100 en algún momento la realidad se impondrá.

 

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Un duro futuro para la banca

Posted on: julio 18th, 2014 by Super Confirmado No Comments

Durante casi todo el período del castrochavismo los mercados han tenido alta liquidez monetaria. Ha sido producida por el gasto público desmedido y el control de cambios férreo. La liquidez crea una ilusión de prosperidad y el control es una fuente de corrupción.

 

Cuando hay mucho dinero en la calle, cuando el gobierno gasta de forma exagerada todos, de una manera u otra, reciben efectivo, con el que pueden acceder a la compra de bienes y servicios. Si mucho dinero está detrás de pocos bienes estos suben de precio. Es la Ley de la Oferta y la Demanda. Esta teoría no es nueva, la Escuela de Salamanca del siglo XVI hablaba de ella.

 

El gasto desmesurado, la enorme liquidez producen inflación y escasez. Suben los precios de los bienes y servicios y todo comienza a desaparecer. Inflación y escasez.

 

Un sector de las empresas del país lo siente de forma distinta. Ese sector es la banca. Cuando hay mucho dinero en la calle este termina depositado en los bancos que son los agentes de intermediación. Reciben el dinero de los agentes superavitarios (los depositantes) y lo colocan a un interés diferencial entre los deficitarios (los prestatarios) obteniendo un beneficio. Cuando la liquidez es grande los intereses tienden a bajar -tanto los activos como los pasivos-. Tienen mucho dinero en sus cuentas y deben prestarlo.

 

La banca en estos momentos tiene una enorme, gigantesca, liquidez y enfrenta dilemas: ¿Cómo hacer para rentabilizar la operación? ¿Cómo prestar ese dinero a deudores solventes? Resulta difícil y frustrante. El gobierno, que ha producido el incremento de la masa monetaria, se da clara cuenta y la utiliza entonces para obtener sus fines.

 

Crean los créditos dirigidos u obligatorios. Se les impuso a los bancos, bajo pena de enormes y desproporcionadas multas, prestar porcentajes importantes del dinero de los depositantes a sectores que no llenan las condiciones requeridas para que los depositantes estén garantizados.

 

También, aprovechando la liquidez, emiten bonos y letras del tesoro, sin provisión de pago, para continuar incrementando el gasto corriente y por ende la ilusión de bienestar que creen los mantendrá en el poder. El BCV imprime dinero sin respaldo que termina en la banca.

 

Esta combinación es explosiva. La banca, aparentemente, luce solvente. Al existir mucha liquidez si un deudor no le puede pagar al banco X, le es sencillo acudir al banco Y, quien le prestará. Si el gobierno no tiene como cubrir los pagos de los bonos y las letras que ha emitido, simplemente emitirá más y los bancos se las compraran. Este círculo vicioso no dura por siempre.

 

En algún momento o las circunstancias o algunas mentes sensatas deberán decidir que la inflación no puede continuar, pues afecta muchísimo a los más pobres y detiene el desarrollo de la economía. La receta, universalmente aceptada, es reducir la liquidez y realizar una serie de ajustes coherentes. Se incrementan los intereses, se reduce el gasto público, se suben los encajes legales a los bancos, se libera el cambio, etc. Cualquiera de esas medidas, o una combinación de ellas, tendrán un efecto detonante en la banca.

 

Al reducirse la liquidez comienzan las dificultades. Con tasas de interés más altas muchos de sus deudores no les podrán pagar (la morosidad) y los depositantes aspiraran a mejores tasas, con lo cual se reduce el diferencial, o se hace negativo. Si se aumenta el encaje legal entonces una buena parte de la liquidez del banco se queda sin remuneración y ello incide en sus resultados. Los bonos y letras del tesoro dejan de ser atractivos y pueden tener dificultades en su pago. Además la mayor parte de los depósitos de los bancos es de personas jurídicas que esperan la disponibilidad de divisas para efectuar transferencias.

 

La banca no ha vivido por muchos años una situación de iliquidez. La última fue a principios del milenio, luego del paro, cuando los bancos tuvieron que solicitar al gobierno que impusiera el control de cambios.

 

Aquí está el problema. ¿Cómo hará la banca para enfrentar la iliquidez?

 

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Lloro por ti Venezuela

Posted on: julio 4th, 2014 by Lina Romero 1 Comment

Pasa el tiempo y las informaciones, unas reales, otras anecdóticas se agolpan.

 

Cuentan -y siempre fuentes creíbles- que grupos de oficiales generales embarcan enormes cantidades de petróleo (parece que tuvieran una concesión) y realizan fuertes beneficios en el exterior. Que por falta de latón cierran fábricas de urnas y por falta de aluminio fábricas de latas. La escasez se hace presente desde los más esenciales insumos médicos, hasta los más necesarios productos para la alimentación.

 

Día tras día, casi podríamos decir que hora tras hora, quienes detentan el poder mienten y mienten y mienten, sin el menor pudor, ni la más mínima vergüenza sobre los aspectos más variados de la situación venezolana. Pagarán las deudas de las líneas aéreas (previo análisis, por supuesto), construirán y entregarán viviendas, incrementarán la producción agrícola, cada vez hay más petróleo, etc.

 

Los datos macroeconómicos dejan de aparecer y cuando lo hacen son muy malos. Y, créanme, muy inferiores a la verdad. Las cifras de desempleo «disminuyen» según el INE cada mes, pero de tanto en tanto se les suelta un tigre y aparece un enorme incremento en la pobreza crítica.

 

Caracas a las 8 de la noche y así también el interior, parece como bajo un estado de sitio. Los asaltos y los asesinatos son la moneda del día y cifras, creíbles éstas sí, de la morgue de Bello Monte, son cada vez mayores. Asesinos convictos, con todo tipo de facilidades, son vistos en Miraflores y ulteriormente asesinados, quien sabe por quién.

 

Un panel de funcionarios del régimen invocan un magnicidio, por supuesto sin pruebas.

 

Son miles y miles de historias, muy difíciles de digerir y de poner en orden, que de manera caótica vienen cayendo sobre la población. Pero que son manejados a su favor por el régimen. No hay medio de prensa que no sufra las más viles presiones y la población, en su mayoría, solo sabe lo que sufre, y no lo que sufren los demás.

 

Los políticos forman una clase aparte. Su análisis tomaría cuartillas y cuartillas y probablemente ninguna conclusión sería veraz. Predomina la postura de ser políticamente correcto, de ver a la distancia. Mientras tanto cosas ocurren hechos que destruyen nuestro país y créanme dificultarán mucho su reconstrucción.

 

Podemos tener petróleo, pero con el desastre y caos en que se ha convertido la educación, cada vez tendremos menos gente competente y hábil para reconstruir. Lo mismo podemos decir de la infraestructura, de la salud, de las relaciones entre nosotros mismos.

 

Cada día, al asomarme a la poca información disponible, puedo observar que las cosas van peor. El caso de las líneas aéreas es hoy, mañana será el del caos cambiario, el cierre de plantas industriales emblemáticas. Y tantas y tantas cosas más, como por ejemplo la pérdida de la estructura moral permite a muchos sin sonrojarse, hacer los más delincuenciales negocios.

 

Todo esto ayudado por la comunidad internacional. No solo por los gobiernos beneficiarios de las más absurdas dádivas del dinero de los venezolanos, sino hasta de los más importantes y empingorotados bancos e instituciones financieras extranjeras, que sin ningún pudor colaboran, para su beneficio, en el saqueo.

 

Por ello, lloro por ti Venezuela. Desde hace muchos años, quinquenios, la ve venir, y como en una pesadilla (pero muy real) vamos cayendo y cayendo y cayendo sin saber qué hacer. Todo lo hemos intentado y todo ha fracasado. De las grandes y hermosas manifestaciones de los principios de milenio hasta los esfuerzos inauditos de los estudiantes de hoy que ven o mejor dicho, que no ven futuro.

 

Las naciones no se acaban, pero sus ciudadanos pueden sufrir casi indefinidamente. A lo largo de este tiempo siempre he guardado una gran esperanza. Una esperanza de cambio, de solución. Y, obviamente, he visto cómo las cosas buenas no se imponen. Pero sucederá al fin, que espero sea pronto, que venga un basta, hasta aquí llegamos. Que nos demos cuenta de la fuerza individual que hay en cada uno de nosotros debe activarse y así, en algún momento, desconocido hoy, cambiará todo para bien.

 

Vendrán fuerzas inmensas positivas y podrá comenzar la reconstrucción del país. Queda ahora no esperar tranquilamente, sino haciendo lo que cada uno de nosotros podamos para lograr el cambio. No tengamos miedo.

 

ogarciamendoza@gmail.com

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Fastidioso y/o deprimente

Posted on: junio 27th, 2014 by Lina Romero No Comments

Por extrañas circunstancias -no me las explico claramente- muchas personas tratamos de expresar nuestras ideas de manera pública. A veces artículos, otras blogs, otras, más modestas Twitter. O quizá en el fondo la idea es poner un grano de arena, dar nuestro aporte, bueno o malo, a la situación que vivimos.

 

Por años escribí en El Universal. Al principio solía abrir los domingos las páginas de economía. Luego fueron artículos más cortos. La gran crisis bancaria de 1994 la viví completa. Es más la anticipé y ello me valió no pocos reclamos y disgustos.

 

A los banqueros y a muchos venezolanos les gusta silencio. Pasar desapercibidos, ganar y disfrutar. Hay, sin embargo, personas particulares. Y en mi caso siempre me ha parecido conveniente compartir lo que pienso. La idea no es alarmar, ni tratar de deprimir. Al contrario, es permitir la discusión.

 

He recibido todo tipo de comentarios. Desde un editor amigo que me dijo que lo había llamado un banquero (también amigo) para decirle que no me siguiera publicando (cosa que no hizo), hasta otros que me dijeron personalmente cuánto les gustaría poder hablar como yo, pero que… las circunstancias no se lo permitían. Incluso hubo uno, ahora exiliado, que en una recepción se me presentó y me dijo que su aspiración era actuar como yo (no lo hizo).

 

Las circunstancias me han llevado a vivir en el exterior. No ha sido por gusto. Al contrario la sensación de no poder regresar al país tiene un peso importante. Pienso cómo colaborar, cómo ayudar para que este holocausto y esta diáspora que estamos viviendo los venezolanos sea lo menos dura y acabe lo más pronto posible. Difícil tarea, si no imposible.

 

Leyendo y oyendo las noticias diarias uno no puede sino pensar que no queda mucho tiempo y sin embargo pasa el tiempo y no pasa nada. Venezuela es un país ocupado por Cuba, con estrechas relaciones con las FARC, con el ETA, con Al-Qaeda, con los iraníes y con cuanto bicho detestable mora en la tierra.

 

Pero no solo esto. Quienes están enquistados en el poder lo ejercen con una crueldad que parece tener solo comparación con la corrupción de la que son capaces. Han sido tantos los ingresos petroleros que les han permitido prácticamente todo. Robar, regalar, corromper.

 

Dicho esto (y faltándome mucho por decir) quisiera poder realizar proposiciones esperanzadoras. Decir que viene el cambio. Que el futuro será mejor. Que Venezuela se levantará por el esfuerzo de sus ciudadanos. Con cuánto gusto quisiera hacerlo.

 

ogarciam@gmail.com

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