Lo que no logremos con los votos, lo haríamos por las armas”, expresó hace unas semanas Nicolás Maduro. Sus palabras se ven aseguradas por los hechos.

A punta de fuerza y sangre llevaron al país a una Constituyente fraudulenta, en la que el pueblo jamás fue consultado para su convocatoria y bajo unas reglas establecidas para que una ínfima minoría sería mayoría bajo cualquier escenario.

El 88% del país se abstuvo frente al fraude, unos 3 millones participaron. El fraude constituyente es un fracaso irreversible que busca alargar la agonía de una dictadura fracturada en el poder. Maduro y su grupo sabe que el pueblo lo derrotó.

Quieren hacerle creer al mundo participaron 8 millones de venezolanos. Ahora resulta que Nicolás Maduro tiene más votos que cuando fue elegido y eso, la verdad, ningún venezolano lo cree.

Es historia patria que Marcos Pérez Jiménez se sentía fuerte luego del plebiscito que realizó. Nicolás Maduro y su grupo dieron pasos más decididos porque sabe que es débil, sin credibilidad, solo tiene la fuerza bruta y la mentira. Es el gobierno más débil y caído que pueda existir. Ayer ganó el pueblo venezolano a la mentira del gobierno.

La paz del pueblo ha sido buscada por todas las formas. A través de los cientos de miles que han salido a las calles, los paros cívicos acatados por más del 85% del país y en consulta popular donde se expresaron 7,5 millones con una exigencia muy clara: decidir el futuro a través del voto libre.

Mientras, los venezolanos buscan como alargar sus pocos ingresos ante la voraz inflación y encontrar alimentos y medicinas, y afrontar los altos índices delictivos. Esa dura crisis y caos se profundizará terriblemente con el fraude constituyente. Lo advertimos. Llamamos a que privara la sensatez.

Latinoamérica, Estados Unidos, Europa, el mundo entero no reconocerán tamaño fraude y mucho menos el pueblo venezolano que con el legítimo derecho a superar la miseria y decidir su destino a través del voto libre, seguirá en las calles hasta hacer a un lado de la historia a la violencia del poder y lograr la paz del pueblo.

Hoy más que nunca el pueblo venezolano puede contar con su Parlamento, puede contar con sus diputados. Nosotros vamos a seguir como nos corresponde: al frente de la lucha.

Borgesjulio2@gmail.com  

Desde el principio lo hemos dicho claramente: el camino para rescatar a Venezuela es cívico, pacífico y electoral. Lo demostraron este domingo 7 millones 600 mil venezolanos.

El domingo el pueblo dio la más grande demostración de civismo. Matemáticamente Nicolás Maduro fue revocado. Debe escuchar y asumir el mandato del pueblo venezolano: retire el fraude Constituyente.

Los venezolanos, de aquí y del resto del mundo hablamos hoy y expresamos de forma clara y contundente nuestra convicción de cambio. Hoy, ese pueblo al que se le robó el voto tras la enorme victoria electoral lograda el 6 de diciembre de 2015, restituyó ese derecho por sí mismo, se organizó y decidió irreversiblemente su camino hacia la libertad.

Nunca, en 200 años, habíamos escrito una página tan gloriosa, tan cívica, tan popular y tan alabada por el mundo entero. Este es un día del que se hablará por generaciones y marca nuestro futuro inmediato.

El resultado confirma la razón por qué Maduro y su Gobierno le tienen terror a unas elecciones, a contarse tal y como lo manda nuestra Constitución. Venezuela demostró que el pueblo es poderoso, los venezolanos nos pusimos del lado de la ley, la virtud y el honor.

Hombres de la Fuerza Armada Nacional: reciban esta jornada como un mandato soberano y pónganse del lado de la Constitución o prepárense para hundirse con Maduro.

Comunidad internacional: reciban esta resolución de los venezolanos como la muestra de la soberanía popular y actúen en consecuencia.

Quedó  evidenciado que Maduro es un esqueleto, un gobernante sin pueblo. Los venezolanos firmamos este 16 de julio, 206 años y 11 días después de aquel 5 de julio de 1811, nuestra nueva acta de independencia.

Para salir de la crisis el gobierno debe retirar su propuesta fraudulenta de Asamblea Nacional Constituyente. El régimen debe leer adecuadamente el resultado del domingo.

Estamos dispuestos a discutir de manera abierta y transparente, de frente al país, propuestas serias para salir de la crisis. Si el régimen desconoce este terremoto democrático haremos todo para hacer respetar los resultados de la expresión soberana de 7 millones 600 mil venezolanos.

Julio Borges

Presidente de la Asamblea Naxional

Borgesjulio2@gmail.com 

Lo que hoy sucede en Venezuela se resume en las palabras de Nicolás Maduro pronunciadas el martes cuando dijo en cadena nacional: “Lo que no se pudo con los votos se podrá con las armas”.

Lo que no logra Maduro con los votos lo impone por la fuerza o la violencia. Es el resumen de la crisis venezolana, la esencia del proyecto político oficialista. Ha sucedido hasta ahora con la creación de gobernaciones paralelas al perder el Psuv en algunos estados. Sucede con el actual TSJ buscando anular al Parlamento o a la Fiscalía.

Ahora se amenaza al pueblo con las armas, y eso se concreta en hechos como los ocurridos el martes, cuando los grupos paramilitares llamados colectivos lanzaron explosivos contra el Palacio Federal Legislativo y secuestraron durante cuatro horas a diputados y trabajadores presentes.

Lo hemos visto en la represión de los últimos 90 días de protestas. Lo observamos cuando 15 estudiantes de la Universidad Simón Bolívar fueron encerrados en un camión policial mientras les rociaban gas lacrimógeno o cuando en una urbanización de Caricuao un tanque militar rompió sus paredes para evitar la protesta que allí se realizaba.

Es lo que sucede con el fraude constituyente luego de negar la realización del constitucional referendo revocatorio. A través de unas reglas tramposas que niegan el voto universal y libre, se intenta que 10% se convierta en 90% para imponer por la fuerza una constitución que representa a un pequeño sector sin consultarle al pueblo su pertinencia a través de un referendo. Buscan imponer para siempre el hambre y la violencia, pero el pueblo firme en las calles lo impedirá.

La Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) realizada desde 2014 por profesionales de la UCV, Ucab y USB ha arrojado resultados profundamente graves. En solo dos años, la pobreza pasó de 48% a 81% de los venezolanos, de las cuales 52% ha caído en pobreza extrema. Eso nos convierte en el país más pobre de la región superando a Haití. Diez millones de venezolanos están comiendo menos de tres veces al día. El modelo en que el Estado se adueñó de todo para llenar los bolsillos de unos pocos mientras vació los del resto nos ha traído hasta acá. Las cajas Clap llenadas con alimentos importados cuyo costo es de ocho dólares, pero que son importadas a un sobreprecio de $35, es decir, por cada caja hay $27 que no se sabía dónde terminaban, y son vendidas con sobreprecio, son un claro ejemplo del modelo estatista que enriquece a unos pocos mientras empobrece al resto. No solo se observa la corrupción en el caso de las cajas Clap. Casos como el de Odebrecht, que salpican a varios gobiernos de la región, evidencian la denuncia mayor de sumas en sobornos, en el caso venezolano, en las obras paralizadas o con nulo avance. Allí está el porqué de impedir los derechos constitucionales a votar y de los diputados a legislar y controlar.

Voto de censura

La AN, en ejercicio de sus facultades, aprobó por unanimidad la moción de voto de censura al ministro para la Energía Eléctrica, M/G Motta Domínguez, por su responsabilidad en la crisis eléctrica nacional y hechos de corrupción durante su gestión. Así queda sin validez cualquier convenio o acuerdo que firme Motta Domínguez y no podrá ser postulado a vicepresidente u otro ministerio durante el actual gobierno.

Llamado

La Unidad Democrática, el pueblo firme en la calle y la comunidad internacional quiere la única solución clara y posible en Venezuela: lograr con el voto libre, universal, directo y secreto superar la crisis de violencia y violación de derechos humanos en la que nos ha sumergido Nicolás Maduro. Finalmente, llamo a la comunidad internacional a formar parte de un grupo de países que concreten acuerdos para alcanzar una solución democrática en Venezuela a través del voto libre.

Julio Andrés Borges

Presidente de la Asamblea Nacional

El calificativo de atrocidad no es mío, aunque lo suscribo por completo. “Fiero, cruel e inhumano” es el significado de la palabra atrocidad.

La dijo textualmente el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino: “No quiero ver a un GNB más cometiendo una atrocidad en la calle”.

Le tomó a Padrino 70 días reconocer las atrocidades de la Guardia Nacional, lo que los venezolanos sufrimos y padecemos cada vez que salimos a la calle a protestar pacíficamente para que le devuelvan la democracia a nuestro país.

¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A guardias uniformados asaltando a plena luz del día a dos damas indefensas, aturdidas por gases lacrimógenos?

 
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los guardias robándoles los zapatos, carteras y demás pertenencias a manifestantes, humillándolos y golpeándolos?

 
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los guardias saqueando un carrito de helado despojando a un padre de familia humilde de su sustento?
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los apartamentos que se han incendiado a causa de bombas lacrimógenas lanzadas hacia edificios en cualquier zona donde ocurran protestas?

 
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los guardias que destruyen propiedad privada, incluyendo vehículos, motos, en actos vandálicos a plena luz del día?

 
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los guardias que protegen a grupos paramilitares armados, que llegan a las protestas para provocar caos, terror y destrucción?

 
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los guardias que atacan, golpean y ultrajan a diputados electos por voto popular, por el solo “delito” de ponerse al frente de la protesta y luchar por una Venezuela libre?

 
¿A cuál atrocidad se refiere Padrino?

 
¿A los disparos de bombas lacrimógenas a quemarropa a los manifestantes, disparos responsables de varias muertes durante estos dos meses?

 
Son muchas las atrocidades del poder, ministro. No basta hacer un exhorto tímido en televisión. Se trata de hacer creíble y real la palabra empeñada.

¿Niños bien, Alí Rodríguez?

Desde Cuba, el ex ministro y ex presidente de Pdvsa afirma que “niños bien” son los que están al frente de las protestas masivas que se ha desarrollado en las calles de Venezuela. Solo dos comentarios a uno de los muchos dinosaurios que tanto daño han hecho a Venezuela: los niños bien están viviendo fuera, financiados por los reales que se robaron sus padres enchufados; los jóvenes que hoy luchan en las calles son jóvenes que no pueden independizarse ni tener calidad de vida porque un régimen antidemocrático decidió robarse el mayor ingreso petrolero de toda la historia, un régimen que los llevó a clamar por un alimento o una medicina y que hoy comete atrocidades que les quita la vida por exigir su derecho a una vida mejor.

 
Las atrocidades del poder no serán para siempre. El país de pie en la calle exige justicia y la va a lograr.

 
Julio Borges

La Constitución tiene las reglas con la que todos estamos de acuerdo y todos debemos cumplir. El único con el poder de cambiarla es el pueblo con su voto a través de un referendo, como se hizo en 1999. Maduro y sus magistrados quieren usurpar ese poder, sin preguntarte; quieren quitarte tu derecho a la soberanía que reside únicamente en ti: pueblo venezolano.

Quieren quitarle la Constitución, donde están los derechos de todos, para imponer una Constitución cubana inconsulta. Dando el golpe de Estado final contra la Democracia y la República. Golpe de Estado que inició tras las 30 sentencias que fueron quitando las funciones que la Constitución le da a la Asamblea Nacional, las sentencias del 20 de octubre de 2016 que anularon el Revocatorio y del 29 de marzo de 2017 cuando dos sentencias quitaron las funciones constitucionales de la Asamblea Nacional electa con mayor voto de la historia, para dárselas al gobierno y al Tribunal Supremo.

Desde que llegó al poder, Maduro les ha quitado a los venezolanos su derecho a salir tranquilo a la calle, a alimentarse bien, o obtener la medicina que necesita para sanarse. Venezuela vive los peores años de su vida porque el oficialismo terminó de robarse lo que quedaba del mayor ingreso de dinero que tuvo Venezuela en su historia: un billón de dólares, un millón de millones de dólares.

Hemos trabajado para que el mundo conozca la verdad de Venezuela y tenga una posición unánime frente al régimen de Maduro, desde Latinoamérica, pasando por Estados Unidos y terminando en Europa. El mundo entero acompaña la lucha de los venezolanos y exige respeto a la Constitución, la Democracia y los Derechos Humanos.

El pueblo venezolano sabe que es el único dueño del poder que hoy unos pocos quieren evitar perder. Poder que no se usa para hacerlo vivir mejor, sino para empobrecerlo, enriquecerse ellos y quedarse en el poder para siempre. Presión en la calle, presión en el mundo para hacer respetar la Constitución y dejar que el pueblo ejerza su soberanía libremente. Seguimos protestando en las calles para defender la República, la Democracia y el legítimo derecho humano a vivir mejor. Cada día somos más, la soberanía que reside intransferiblemente en el pueblo se impondrá.

Julio Borges

borgesjulio2015@gmail.com

Ante el intento de Nicolás Maduro de soberanía que sólo reside en el pueblo convocando a una Constituyente para destruir la República, destruyendo el derecho al voto universal, para que el voto de una minoría valga más que el de todos, la Asamblea Nacional abre sus espacios para la creación del Frente por la Constitución que reúne a todos los sectores de la sociedad: trabajadores, estudiantes, gremios profesionales, empresarios, académicos. Frente al parapeto Constituyente, los venezolanos en defensa de la Constitución. Así mismo hemos abierto un espacio de discusión a través de una comisión especial que trabajará en propuestas de garantías para la inevitable transición a la Democracia.

La respuesta del Gobierno a las manifestaciones ha sido una feroz represión que ha permitido la muerte de 50 venezolanos, la mayoría de los casos, manifestantes jóvenes que luchan por un país donde se respeten los derechos humanos, se pueda vivir, comer y sanar.

Quiero enviarle un mensaje a la Fuerza Armada: Maduro los está utilizando y empujando a desconocer el orden constitucional, al permitir colectivos paramilitares y ordenarles reprimir a los manifestantes los está destruyendo frente a la opinión pública y en la comunidad internacional. Nosotros no queremos una Fuerza Armada que se pase a la oposición sino que cumpla con la Constitución.

El Ministerio de Salud publicó los boletines epidemiológicos de 2015 y 2016 que no se publicaban desde octubre 2014. De las 76 situaciones de salud que debe reflejar el boletín, 47% de ellas aumentaron negativamente. La mortalidad materna pasó de un promedio, aumentó 315%, y la mortalidad infantil 156%, la malaria 313%, en tres años, la cifra más alta desde 1971. Cifras que revelan la crisis humanitaria que vivimos y por la que ayer salimos a las calles a exigir derecho a la vida y a la salud.

El mundo continúa acompañándonos. Venezuela es el tema más importante de todos los organismos de América Latina, hasta de la ONU, la Unión Europea y el Vaticano. Por eso hemos estado recorriendo países en la región. Próximamente se reunirán los cancilleres ante la OEA. Es el mundo entero apoyando la lucha de los venezolanos en la calle: un país donde se respeten la ley y los derechos humanos.

Julio Borges

Borgesjulio2015@gmail.com

Maduro acorralado ha decidido huir de la realidad. Huye de la Asamblea Nacional a través de las sentencias inconstitucionales de los magistrados. Huye del mundo, al intentar unilateral e inconstitucionalmente sacar a Venezuela de la OEA. Huye de la Constitución pretendiendo hacer una nueva, a través de una constituyente comunal en la que el voto de sus grupos se imponga ante el voto individual de cada venezolano, dando así el golpe de Estado más grave de toda nuestra historia.

Venezuela firme no tolerará un fraude. Maduro no puede convocar una Constituyente, solo puede convocarla el pueblo, la Constitución en su artículo 347 es clara. De igual forma los redactores de la Constitución solo pueden elegirse por voto universal y directo.

El problema de Venezuela no es la Constitución, es Nicolás Maduro y su grupo que la irrespeta. Por eso ha salido el pueblo a las calles. La solución a la crisis es clara: el voto universal y directo que el poder niega ante el 80% de rechazo de los venezolanos, que exige cambio ya.

 
Respetamos la valentía de la fiscal general de la República Luisa Ortega Díaz para oponerse a las más recientes violaciones de derechos humanos y hacer valer la Constitución, así como la del diputado oficialista Eustoquio Contreras quien ha dicho algo muy claro: la Constitución no hay que cambiarla, hay que cumplirla. Figuras públicas han hecho lo propio pensando en lo que es justo para el pueblo venezolano y su bienestar. Llamamos también a la Fuerza Armada Nacional, es hora de la conciencia. No puede avalarse la destrucción de la Constitución. Su compromiso es con los derechos del pueblo venezolano reflejados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Es intolerable que mientras el 90% de medicinas y alimentos básicos faltan y la inflación anual ya supere tres dígitos, quienes tengan el poder se levanten todos los días pensando como mantenerse en él atropellando los derechos más básicos. Nuestras exigencias son claras, respeto a la Constitución, cronograma electoral, respeto a la Asamblea Nacional, Libertad de presos políticos y cese de las inhabilitaciones así como el ingreso de alimentos y medicinas. Venezuela firme en las calles no aceptará que unos pocos se impongan sobre todos.

Julio Borges

borgesjulio2015@gmail.com

El Gobierno de Nicolás Maduro ha roto el orden constitucional democrático de Venezuela. Ha desconocido el poder del Parlamento electo en el 2015 y destruido la independencia de poderes. Así lo evidenciaron las sentencias 155 y 156, 157 y 158.

De igual forma impide la convocatoria de elecciones regionales que debieron realizarse en 2016 y las locales que deben ser realizadas este año. A la par han creado una crisis humanitaria por el despilfarro, la corrupción y la expropiación de empresas.

Los venezolanos salen a las calles a manifestarse para exigir una solución pacífica a la crisis política y económica, que no es otra que el respeto a la Constitución. Ante ello ha ocurrido una represión violatoria de derechos humanos y ha conllevado a la muerte de manifestantes por parte de funcionarios de órganos de seguridad del Estado. El gobierno es el responsable de la violencia al impedir que el pueblo pueda expresarse democráticamente.

El único que habla de guerra, armas y permite la impunidad de grupos paramilitares. Quienes forman parte de los poderes públicos: Legislativo, Ciudadano, Electoral, Judicial así como las Fuerzas Armadas, deben decidir de qué lado están, si del lado de la represión que niega derechos o de quienes creen que el poder debe escuchar a un pueblo que quiere votar para cambiar en paz.

Ante la peor crisis de la historia, la MUD tiene una propuesta clara: que el pueblo decida qué futuro quiere votando. El mejor diálogo que puede haber en Venezuela es en el que cada venezolano hable a través del voto. Señor Nicolás Maduro: no tenga miedo al pueblo venezolano y convoque elecciones, la paz verdadera es el voto.

La Mesa de la Unidad Democrática está junto a los venezolanos en las calles exigiendo cuatro puntos muy claros: 1. Cronograma electoral de todas las elecciones constitucionales que no se han realizado, 2. Respeto a la Asamblea Nacional, 3. Canal Humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas al país y 4. Libertad de presos políticos y cese de inhabilitaciones. No estamos solos, el mundo acompaña nuestra justa lucha y le pedimos sea garante de ella. Paso a paso, con el esfuerzo de todos superaremos los obstáculos que impiden que los venezolanos logren una solución frente a esta grave crisis.

Julio Borges

borgesjulio2015@gmail.com

Las dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que le otorgaron a éste y al Ejecutivo funciones exclusivas de la Asamblea Nacional así como la eliminación de la inmunidad que la Constitución establece claramente y que por orden del presidente Maduro a los magistrados, evidenciando la inexistencia de la separación de poderes fueron tachadas, se constituyen en un Golpe de Estado. Los 7 magistrados por órdenes de Maduro rompieron así el orden constitucional, una decisión cuyo objetivo es que el Gobierno negocie con empresas extranjeras sin control parlamentario, lo cual no modificaron en las sentencias “aclaratorias”, para seguir robando el dinero de los venezolanos.

A la par ha sido inhabilitado por 15 años para ejercer cargo público el gobernador de Miranda Henrique Capriles, como continuación del golpe a la Constitución.

El mundo entero se ha pronunciado: gobiernos, parlamentos, partidos, organizaciones internacionales, todos frente a esta estocada final que se le ha dado a la democracia venezolana y nos acompañan en nuestra lucha por recuperarla.

La Fiscal General Luisa Ortega Díaz ha declarado que estas sentencias rompen el orden constitucional. Es la hora de que quienes tengan posiciones de poder en Venezuela obedezcan a la conciencia y a nuestro único jefe: la Constitución Nacional. El marco de convivencia que todos debemos respetar.

Ahora que el mundo nos acompaña debemos continuar en las calles en defensa de la Constitución y la Democracia con objetivos claros: cronograma electoral, respeto a la Asamblea Nacional, libertad de presos políticos, y canal humanitario para ingreso de medicinas y alimentos. El Gobierno está fracturado y débil, por eso acude a la fuerza bruta y a la violación abierta de la Constitución al no aceptar que el pueblo venezolano lo repudia.

No ha cambiado nada porque no se respeta a la Asamblea Nacional en sus competencias constitucionales, ni el derecho del pueblo venezolano a votar en elecciones libres pues continúan las inhabilitaciones políticas. Venezuela tiene hambre de alimentos y de libertad. Hambre de Justicia para colocar orden y empezar a construir juntos en base a la Constitución un futuro más digno para todos los venezolanos.

Julio Borges

Borgesjulio2015@gmail.com

La Asamblea Nacional ha respaldado la solicitud de aplicación de la Carta Interamericana Democrática, un acuerdo para respetar la democracia firmado por los países de América en 2001. Fue el expresidente Chávez quien celebró el tratado y la mayoría parlamentaria oficialista quien lo aprobó, por lo que se convirtió en una ley con rango constitucional de acuerdo al artículo 23 de nuestra Constitución. Ha sido invocada en 10 ocasiones, entre quienes la han invocado se encuentra el antes canciller Nicolás Maduro.

Este acuerdo se activa cuando se ha roto el orden constitucional y democrático en un país, eso es lo que ocurre hoy en Venezuela. El gobierno no sólo impide el progreso de los venezolanos al no hacer cambios en la economía, que continúa empobreciendo abruptamente a los venezolanos, sino que les impide su derecho a expresarse mediante elecciones libres y justas, desde 2015 el gobierno tomó la decisión de evitar las elecciones: frenó el Referendo Revocatorio solicitado en 2016, no convocó a elecciones regionales que debieron realizarse en diciembre de ese mismo año y busca retrasar las municipales que deben realizarse en diciembre 2017.

América y el mundo piden no sólo elecciones libres y justas, sino la libertad de presos políticos, y el respeto al Parlamento Nacional. Nos acusan de traidores a la patria, impedir que decidas tú y todos los venezolanos, ejerciendo la soberanía a través del voto, cambiando el sistema democrático que establece nuestra Constitución, es la verdadera traición a la patria. Mientras el país se está quedando sin dinero. Robaron, regalaron y malgastaron un billón de dólares, hoy buscan pedir prestado a la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sin la autorización de la Asamblea Nacional, lo hemos dicho claramente, lo que establece el artículo 313 constitucional: el día de mañana el Estado no reconocerá ninguna deuda no autorizada por el Parlamento.

Se profundiza la escasez porque no hay producción. Todo lo que toca el gobierno lo desaparece, sucedió con las tierras y empresas expropiadas, pasó con los cartones de huevos, ahora arremete contra el pan. La Comisión del Hambre del Parlamento propondrá las reformas necesarias para superar este caos que ha agravado el gobierno de Nicolás Maduro.

Julio Borges

borgesjulio2015@gmail.com