Siempre he dicho que el gobierno de Nicolás Maduro es como la boca del chivo, todo lo que muerde lo seca, y no me he equivocado hasta ahora, todo lo contrario, cada día los venezolanos comprobamos en carne propia que este «barbarazo» ha acabado con todo, y hoy 9.174.142 millones de coterráneos están en la categoría de pobreza extrema y no les alcanza ni siquiera para comer y ni hablar de pagar los servicios prioritarios como salud, educación y transporte pues sus ingresos son insuficientes, todo por las malas políticas y la corrupción reinante en esta oligarquía roja.
Lamentablemente para grupos y mafias que se han estructurado dentro del gobierno venezolano amparados en las banderas de lo que ellos denominan socialismo, la palabra pobre solo les sirve para enjuagarse la boca y se han burlado de las necesidades de la gente, porque lo que han recibido son miserias y tragedias porque en un país petrolero no se le puede llamar de otra manera.
Solo basta con ir a una comunidad popular en cualquier parte del país, para darse cuenta de la gran pobreza y desolación en la que las ha inmerso el gobierno de Nicolás Maduro, ese que ofreció «Hambre Cero», y lo que le ha dado al pueblo son paquetazos a los bolsillos de los trabajadores humildes, devaluación del bolívar en tres oportunidades, desabastecimiento, escasez, desolación y hambruna, porque la gente no tiene qué comer y lo peor aún, no tienen los recursos para comprar los productos de la cesta básica.
Los programas de alimentación como los Mercal, Pdval, PAE y otros, no han funcionado y muchos de ellos ya no le llegan a la gente, porque siempre las mafias rojas enchufadas al alto gobierno, hacen grandes negocios en nombre de los pobres y a estos los condenan con las dos misiones que en Venezuela operan con mucha eficiencia como son la «Misión no hay» y la «Misión Cola».
Ni hablar del sistema de salud público, los hospitales no funcionan, solo tienen el cinco por ciento de los insumos que requieren para subsistir y salvar vidas. No obstante, los módulos de Barrio Adentro, que de alguna manera y en algún momento fueron una buena alternativa para la atención primaria en los sectores populares de nuestro país, hoy son una calamidad o un museo a la desidia. De siete mil que se construyeron, hoy a duras penas quedan dos mil y funcionan en horario de medio turno, como que sí un malestar, un dolor de barriga u otra dolencia avisa para manifestarse. En esta materia de salud pública, este gobierno ha sido un gran irresponsable. Recuerdo que poco antes de que Nicolás asumiera la presidencia de la República con el beneplácito de los poderes públicos, y siendo vicepresidente anunció la intervención del Hospital de Coche, con bombos, platillos y mucha cobertura mediática. Nombró padrinos y madrinas para hacer seguimiento a tal acontecimiento. Sin embargo, un año y tres meses después, la situación allí es peor y lo único que aumentó fue la burocracia y la anarquía.
Recientemente el Instituto Nacional de Estadística, ha confesado lo que mucho hemos denunciado y temido acerca del pésimo manejo del Gobierno, lo que nos ha sumergido en una de las peores crisis económicas que haya vivido Venezuela. Son cifras del INE, y no una campaña orquestada de la oposición, como quisieran hacer ver los altos gendarmes de este régimen. Según este instituto 9.174.142 millones de venezolanos están en situación de pobreza extrema. Es decir, en un año la pobreza extrema aumentó a treinta y seis por ciento y de 25,4% pasó a 32,1%.
Dentro del informe que alertó a todos los venezolanos el fin de semana, en un año 1.795.884 personas pasaron a engrosar las filas de la pobreza. En el 2012 1.483.264 hogares en situación de pobreza y en el 2013, 416.326 hogares pasaron a esta situación, para un total de 1.899.590.
Es alarmante el informe dantesco del INE y la falta de voluntad del Gobierno para enfrentar con seriedad esta «pandemia social». En estos últimos catorce años el régimen acabó con más de seis mil seiscientas industrias que van del eje Guarenas-Puerto Cabello, lo cual significó el cese de centenares de miles de empleos de calidad en el país. Su doble discurso y su doble moral nos ha llevado a una inflación demasiado elevada la cual el año pasado se ubicó en cincuenta y seis por ciento, la más elevada del mundo y esto aunado al desabastecimiento y la escasez, seguramente hará que en el año 2014, más familias venezolanas pasen a engrosar las filas de la miseria y de la pobreza, porque definitivamente el gobierno de Nicolás Maduro es como la boca del chivo todo lo que muerde lo seca, y en vez de dar respuestas a los problemas de la gente, lo que hace es amenazar con poner preso a todo aquel que piense distinto o que proteste por las malas políticas del régimen. Basta Nicolás, actúa y soluciona esta crisis en la que nos metiste, porque tarde o temprano este descontento va a reventar por algún lado porque ya los venezolanos no podemos más.
Diputado a la Asamblea Nacional
@ismaelprogreso
Ismael García