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Un minuto de aplausos para los médicos, una eternidad de repudio para la dictadura

Posted on: julio 27th, 2020 by Super Confirmado No Comments

 

Si en algún país del mundo los profesionales de salud necesitan de todo y no precisamente aplausos es en Venezuela. Nunca antes en historia nacional nuestros médicos habían sido tan maltratados, tan humillados y tan menospreciados por gobierno alguno como lo son ahora y como lo han sido durante estos largos veintidós años. Maltratos y humillaciones que al principio no eran más que puro resentimiento, pero que luego se transformaron en maldad pura y desdén de quienes jamás les ha importado la vida de los venezolanos. Esta banda de resentidos desde su propia llegada al poder lo hicieron, detestando todo lo que oliera a conocimiento, esfuerzo y ciencia. Qué mejor objetivo para un un comunista fracasado, que un médico exitoso. Así fueron construyendo un discurso muy fértil en una Venezuela con profundas desigualdades: si el médico triunfaba y el camillero fracasaba, la culpa era del médico que explotaba al camillero. Si la salud privada funcionaba y la publica era un fracaso, la culpa era de las clínicas privadas que mercantilizaban un derecho.

 

 

A través de generalizaciones y etiquetas a las que recurren siempre los totalitarismos, el chavismo creó alrededor de la figura del médico venezolano y del sistema de salud heredado de la democracia una serie de mitos y medias verdades que usaron para destruir todo lo que funcionaba, evidentemente, con defectos, pero que funcionaba al fin. A este modelo lo suplantaron por un sistema paralelo sostenido por la ideologización de un derecho fundamental y copiado a papel carbón del sistema cubano. En la entrega de Venezuela al castrismo, la salud fue quizás una de las primeras víctimas. De hecho, cuando el chavismo todavía cuidaba las formas, la fachada para traer los primeros represores al país fueron las misiones de cooperación en materia de salud Cuba-Venezuela.

 

 

Tanto despreciaba el difunto presidente a los médicos venezolanos, que prefirió poner su vida en manos de médicos cubanos que confiarse a nacionales. Quiero aclarar que no se trata de atacar a quienes son, en su mayoría, víctimas de una red de trata de personas y esclavitud moderna ideada por el castrismo, sino de reivindicar a los médicos venezolanos, profesionales como pocos, humanos y cercanos como ninguno. No lo digo yo como venezolano, lo dicen afuera, allí donde nuestros connacionales con mucho esfuerzo han logrado mantenerse en el ejercicio de su profesión, allí todos coinciden que esa cercanía, ese sentido de escucha, esa comprensión de entender que frente a ellos tienen un paciente y no un número más, pocas veces se encuentra en los consultorios de médicos extranjeros.

 

 

Nuestros médicos siguen salvando vidas en tiempos de pandemia y socialismo. Lo siguen haciendo exponiendo las suyas propias, no solo porque su juramento hipócratico así se los ordena, sino porque su vocación así se los demanda. Más que aplausos, merecen que se les reconozca, merecen que se les escuche, que no se les persiga, que se les valore, que se les proteja. Merecen que se les trate con dignidad, como merecemos ser tratados todos los venezolanos.

 

 

@BrianFincheltub

Pandemia electoral

Posted on: julio 21st, 2020 by Super Confirmado No Comments

 

La pandemia en Venezuela ha tenido varias etapas. A la primera la podemos llamar “pandemia propagandística”. En ella el régimen chavista se felicitaba a sí mismo por el “extraordinario manejo” de la contingencia sanitaria en el país, al tiempo que presentaba en televisión nacional las dramáticas imágenes de lo que se vivía en hospitales de Italia y España, para entonces colapsados por el alto número de pacientes y víctimas que dejaba a su paso el coronavirus. Llegaron incluso más lejos, transmitieron, para asombro de sus colegas venezolanos, testimonios de indignación y frustración de médicos españoles e italianos en cadena de radio y televisión, mientras que el ministro de la sonrisa congelada decía disfrazado con bata blanca: “Gracias a Dios en Venezuela existe la revolución bolivariana”.

 

 

El régimen habló de miles de camas de hospitalización, de hospitales centinelas habilitados y totalmente equipados, aseguraron que Venezuela lideraba el número de pruebas realizadas en la región y hasta le ofrecieron equipos de despistaje a Colombia en donación y no precisamente en un acto de solidaridad, sino del extremo cinismo del cual siempre hace alarde el dictador. Prometieron recibir con los brazos abiertos a los venezolanos que sufrían los embates de la pandemia en tierras extrajeras adonde, por cierto, tuvieron que escapar precisamente por culpa del chavismo.

 

 

A la segunda etapa la llamo “pandemia importada”. La dictadura adoptó el discurso clásico del enemigo extranjero, esta vez para culpar a los gobiernos de Colombia y Brasil del repunte de casos en Venezuela. Aunque el virus en realidad es chino, en VTV se hablaba del “virus colombiano”. En esta etapa los venezolanos que retornan al país también pagaron los platos rotos. De “bienvenidos a casa” se pasó en cuestión de días a calificarlos de “armas bioterroristas” cuyo único objetivo es “derrocar” al régimen chavista. No hay parangón en el mundo que iguale tamaña bajeza, no hay manera de describir tanto desprecio hacia un pueblo. La dictadura chavista odia a todos los venezolanos por igual, pero a los migrantes los odia con saña. Los expulsa del país y cuando regresan los criminaliza, los encierra en especie de campos de concentración, aislados, sin poder denunciar. Los venezolanos dentro de Venezuela no tienen la suerte que tuvieron los médicos españoles e italianos cuyas denuncias utilizó VTV para intentar decirnos “miren lo que es capitalismo, qué dichosos somos de vivir en socialismo”.

 

 

La etapa que estamos viviendo ahora la podemos llamar “pandemia electoral”. El número de casos aumenta de manera exponencial, tal como alertó la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, a cuyos miembros la dictadura amenazó con cárcel. Lo paradójico es que mientras la situación se agudiza, el régimen, en lugar de preocuparse por proteger a los venezolanos, aunque sea con el objetivo de protegerse ellos mismos, andan en enrumbados en unas supuestas elecciones que de entrada carecerán de toda legitimidad internacional, pero que quieren hacer a troche y moche.

 

 

Lo extraño es que dicen que no hay dinero para los hospitales producto de las sanciones, pero se gastarán una millonada es una crónica de un fraude anunciado. Dicen que la historia es cíclica y hay mucho de verdad, en 1999 aprobaron una Constitución en medio de la mayor tragedia natural que había vivido el país hasta el momento, ahora, veinte años después, pretenden “ganar” la Asamblea Nacional en medio de la tragedia país en la que ellos han convertido a Venezuela, hoy también sumergida en una pandemia. Sin duda, la historia se repite, parece que el chavismo terminará como comenzó.

 

 

 Brian Fincheltub 

@Brianfincheltub

Motores “socialistas”

Posted on: julio 13th, 2020 by Super Confirmado No Comments

 

 

A la revolución socialista siempre le han encantado los motores y no hablo precisamente de los llamados “cinco motores” que una vez se inventó el fallecido presidente y charlatan eterno, Hugo Chávez Frías. Hablo de los motores de alta cilindrada que mueven los carros de lujo en los que les encanta andar encaramada la élite chavista. No de gratis la sabiduría popular dice que después de la tos, no hay nada más difícil de ocultar que una riqueza sobrevenida. El nuevo rico tiene una necesidad imperiosa de mostrar lo que tiene, en una opulencia que siempre raya en exhibicionismo chocante. Mucho más chocante cuando la fortuna del nuevo rico se edifica sobre la miseria de millones.

 

 

Esa es la radiografía de la realidad venezolana y quien tenga dudas de lo que digo solo tiene que rebobinar en su cabeza unos años atrás y recordar quiénes popularizaron aquí las camionetas Hummers y las Ford Runner. Bastante que las vimos abrirse paso en el caótico tráfico caraqueño escoltadas por la Guardia Nacional, frente a la expresión del común que no le quedaba otra forma de desahogarse que diciendo: “allí va otro enchufado”. Aunque indignaba verlos pasar, aquel sentimiento de ira estaba contenido por la ficción país que había desbordado un poco de falsa prosperidad en todos los sectores de la vida nacional. Al punto que hasta era posible para los socialistas más recetados, camuflarse entre quienes sin tener como oficio el saqueo nacional, podían comprarse también sus buenos carros.

 

Hoy la miseria del presente hace que el lujo de unos pocos sea cada vez más visible a la vista de todos. Un lujo al que extrañamente no le afectan las llamadas sanciones. Lo vimos la semana pasada cuando las autoridades norteamericanas confiscaron 81 naves último modelo listas para ser enviadas a Venezuela. Todas blindas demás está decir, pues carro de enchufado que se respete es blindado. Una transacción que supera los tres millones de dólares, cifra que para los saqueadores del país debe ser una nimiedad. Quizás hasta el monto sea lo menos importante, sino la hipocresía y la inmoralidad de una dictadura que repite día y noche que aquí no hay medicinas producto de las sanciones pero que se compra jugueticos en el imperio como si nada. Mientras tanto pobre pueblo con las suelas de los zapatos desgastados de tanto caminar o en bicicleta y no precisamente por razones ecológicas. Socialismo puro, ni mas ni menos, motores a máxima revolución.

 

 

@BrianFincheltub

 

Tanta diplomacia como sea posible, tanta presión como sea necesaria

Posted on: julio 8th, 2020 by Super Confirmado No Comments

 

La diplomacia europea ha sido blanco de muchas críticas producto de la posición que han asumido los países de la unión respecto a la crisis venezolana.

 

 

Para muchos, sobre todo para los venezolanos que sufren y padecen la dictadura en Venezuela, los tiempos del viejo continente se alejan de todo sentido de urgencia y, peor aún, se sitúan en el extremo contrario. Prueba de ello fue el llamado “grupo de contacto” que no pasó de ser más que un sin número de dilaciones que lejos de favorecer la causa de la libertad y la democracia, le permitieron al régimen chavista ganar tiempo en momentos donde el contexto interno e internacional exigía la máxima presión posible.

 

 

Aunque no tenga justificación para quienes hemos vivido esta tragedia más de veinte años, está situación quizás tenga explicación en la propia naturaleza de la Unión Europea. Resulta extremadamente difícil para veintisiete Estados con gobiernos de distintas orientaciones políticas adoptar una posición común. La exigencia del consenso en la toma de decisiones hace que las posiciones más fuertes terminen siendo abandonadas en favor de soluciones intermedias, menos radicales. Sí, valiosas en términos de apoyo y solidaridad del concierto de naciones para con Venezuela, pero ineficaces a la hora de obtener lo esperado: salir de la dictadura de una vez por todas.

 

 

Este tipo de limitaciones de la diplomacia europea se traducen, lamentablemente, en el debilitamiento del prestigio del bloque de naciones en la escena internacional. Las consecuencias son más que evidentes y tienen en Venezuela un perfecto caso de estudio. Esta semana, por ejemplo, frente a la decisión de los países miembros de la Unión Europea de implementar un conjunto de sanciones individuales contra aliados del chavismo, el dictador se atrevió no solamente a amenazar con expulsar a la embajadora de Bruselas en Caracas, sino que cual matón, lanzó ataques contra el representante del gobierno español.

 

 

Aunque estas medidas finalmente nunca fueron ejecutadas, dejan en una posición muy incómoda a la Unión Europa. Sobre todo en momentos donde algunos rectores del ministerio de votaciones de la dictadura han asomado la posibilidad de invitar como ¨acompañantes electorales ¨una misión de la Unión Europea. Personalmente no creo que Bruselas considere esa posibilidad, pero más allá de rechazarla, lo que se espera es una escalada en el cerco a un régimen que le ha negado a su población la posibilidad de una salida pacífica del poder. Mientras esperamos que se aclare el panorama no queda más que decirle a los países del viejo continente: tanta diplomacia como sea posible, tanta presión como sea necesaria. Hoy más que nunca la presión es más que necesaria.

 

 

@BrianFincheltub

Venezuela no ha entrado al siglo XXI

Posted on: junio 1st, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

Cuando el dictador Juan Vicente Gómez murió, la gente decía que el país entraba al siglo XX con 35 años de retraso. Venezuela era una nación eminentemente rural, diezmada por las enfermedades y la pobreza endémica. Había sido manejada como una finca, cuyo único dueño era Gómez. Ni la propia Caracas lucía como una capital latinoamericana, pues la consentida del general andino era Maracay, desde donde gobernaba. Si pocas personas pensaron que un día era posible repetir algo parecido, sin duda nadie imaginó que pudiésemos vivir algo peor. Porque hay que decirlo, a diferencia del chavismo, hasta el régimen gomecista tiene cosas que rescatar, fundamentalmente haber institucionalizado a la Fuerza Armada Nacional y haber acabado con las montoneras dirigidas por caudillos regionales.

 

 

Cien años después, podemos decir: Venezuela no ha entrado al siglo XXI. Pero más trágico aún, hemos retrocedido, y no al siglo XIX, sino a los tiempos de las cavernas. Es triste el nivel de atraso al que está sometido el pueblo venezolano. En todos los ámbitos de la sociedad hemos vuelto al primitivismo, no hay nada que el chavismo no haya destruido, como si se tratara del poder de arrase de un tsunami, no han dejado piedra sobre piedra. Los servicios públicos en Venezuela se han convertido en una verdadera pesadilla, en pleno año 2020, ver venezolanos peleándose para llenar un tobo de agua es un verdadero crimen de Estado. Pero si hay algo que me preocupa y mucho, es el abandono de la educación, un sector del país golpeado por los sueldos de hambre de maestros y profesores, pero también por la migración forzada. Los maestros cuyo salario es de dos dólares al mes, se van a otros países así sea a hacer otros oficios con tal de sobrevivir.

 

 

Aunque muchos de los efectos de la destrucción de la educación no siempre son tangibles inmediatamente, por el futuro estos se acumulan y representarán un verdadero reto en todo proyecto de recuperación del país. Son cada vez más, los niños que deben dejar las aulas de clases para ir a trabajar, abandonando incluso sus hogares. La otra vez leí a quien se dice llamar ministro de Educación Universitaria que antes del chavismo no había becas, sino créditos. No solo había becas, sino que era posible para todo estudiante, cuyos méritos así lo permitieran, estudiar en las mejores universidades del mundo. El programa Gran Mariscal de Ayacucho fue creado en democracia, el chavismo lo desmanteló, al punto de que hoy sus becas si acaso alcanzarán para una empanada.

 

 

En estos 22 años de chavismo es mucho lo que hubiese podido lograr Venezuela en materia de educación, no solo por lo que significa haber tenido el poder durante más de dos décadas y no cualquier tipo de poder, el poder absoluto; sino también por haber manejado los mayores ingresos de nuestra historia repúblicana. Para que tengan una ilustración, la Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial necesitó de 13.000 millones de dólares para ser reconstruida a través del Plan Marshall; Venezuela entre 1999 y 2014 recibió en sus arcas más de 900.000 millones de dólares. Lo que significa un promedio de 56.000 millones anuales durante 17 años. Montos astronómicos e incalculables, como es incalculable el desfalco al que fue sometida la nación. Con esa cifra qué no se hubiese hecho. Yo pienso, por ejemplo, centros de estudios con la misma o hasta mejor infraestructura que la Universidad Central de Venezuela en cada estado. Pero otras fueron las prioridades, muy alejadas del interés de todos los venezolanos. Pero aunque quieran hacerle creer al país que son para toda la vida, el chavismo es pasado. Una vez más nos tocará trabajar como nuestros antepasados para recuperar el tiempo perdido, formar a las nuevas generaciones, pero sobre todo instaurar en la memoria colectiva lo que significó esta etapa para todos.

 

 

@BrianFincheltub

Los buques de la vergüenza

Posted on: mayo 25th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Hace días publicaba en Twitter un mensaje en el que hablaba del peligro que una alianza política entre Venezuela e Irán representaba para los venezolanos y para la región. Me referí específicamente a la llegada de cinco buques iraníes cargados con gasolina y el costo que esa transacción implicaba para el país. El mensaje tuvo todo tipo de reacciones. Unos se mostraron de acuerdo con mi punto de vista, otros no tanto, al punto de que algunos me tildaron incluso de “antivenezolano”  por “oponerme a que llegara la gasolina para el pueblo”. Estas respuestas me llamaron particularmente la atención, no porque no pensaran como yo, sino porque no eran precisamente chavistas quienes me escribieron eso, sino gente que se define como opositora.

 

 

En Venezuela quienes leen Twitter son generalmente personas que están, en promedio, mejor informadas que el resto de la población, no porque los demás no quieran informarse, sino porque no tienen acceso a Internet o a un plan de datos que les permita ir más allá de la propaganda oficial y acceder a información sin censura. Pero entonces, ¿cómo es posible que alguna gente piense que una alianza con Irán pueda ser positiva para el país? Aunque no me atrevería a ir tan lejos y afirmar eso, una gran parte simplemente piensa desde un punto de vista utilitario y en medio de inmensas penurias, ven cualquier medida, por insuficiente que esta pueda parecer, como un alivio a sus necesidades. Eso es lo que pasa con la gasolina, hay quienes piensan que llegados los cinco buques iraníes al país, un poquito de ese millón y medio de barriles de gasolina que traen esas embarcaciones irá a parar a sus tanques y así podrán desplazarse al menos unos días. Es posible que algunos lo logren tras hacer maratónicas colas. Pero la mayor parte de esa gasolina no viene a satisfacer las necesidades del venezolano de a pie, sino los privilegios de la élite en el poder y los negocios de unos pocos. Se estima que el margen de ganancias por la venta de la gasolina a un promedio de 2 dólares por litro pueda superar fácilmente los 400 millones de dólares.

 

 

Pero la discusión va más allá del destino que tendrá esta carga, toda esta situación debe ser analizada desde la condición que tiene Venezuela como país petrolero. Hablamos de la nación con las reservas de petróleo más grandes del mundo, de la nación que llegó a producir más de 1 millón de barriles de gasolina diario. El país cuya empresa estatal (Pdvsa) era ejemplo de gerencia y eficiencia entre sus pares. Ese es el debate que hay que dar, la desvergüenza que significa que la dictadura celebre lo que debería ser motivo de deshonra y será sin duda motivo de responsabilidad criminal en un futuro no muy lejano: la destrucción y el saqueo de nuestra industria petrolera. El debate que también debe darse es cómo pasamos de ser un país que tenía excelentes relaciones con todo el mundo a convertirnos en zona de influencia y campo de operaciones de grupos irregulares y terroristas. En ese tablero de intereses inconfesables entra Irán, para el que aliarse con Venezuela en estos momentos no se trata de un simple acto de solidaridad ideológica o de la cooperación entre dos miembros de la OPEP como algunos me decían en Twitter, el régimen de los ayatolás ve en Venezuela la amenaza creíble para sus enemigos estadounidenses y eso lo saben muy bien en Estados Unidos.

 

 

Yo me niego a creer que este sea el futuro de Venezuela y que todo pase frente a la inacción del mundo. La dictadura sabe que los están observando, aunque desafían públicamente, en secreto siguen tratando de tender puentes con quienes califican de enemigos, no porque muestren disposición de apertura, sino porque saben que están rodeados. Los venezolanos vamos a recuperar todo lo que nos han quitado y vamos a trabajar para nunca jamás las próximas generaciones vuelvan a vivir algo parecido. Evitarlo pasa por recordarlo siempre, pero también por no dejarnos arrastrar por la inmediatez y las manipulaciones de la crisis que hace la dictadura.

 

 

@Brianfincheltub

Petare y el Estado que no existe

Posted on: mayo 10th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

A Petare no lo conozco porque me lo contaron o lo vi de la autopista a lo lejos. A Petare lo conozco porque allí comencé, crecí y me formé como profesional, servidor público y persona. Es la escuela que cualquier servidor público quisiera tener, con desafíos enormes pero de oportunidades inigualables para innovar y aprender. Mi amor por Petare comenzó mucho antes de llegar a la alcaldía de Sucre, donde tuvimos la oportunidad de hacer gestión después de años de una desastrosa administración en la que el municipio y en particular Petare habían sido sumidos en el olvido y la desidia más absoluta.

 

 

Les cuento más sobre mi experiencia, es cierto que muchas de las cosas que pudimos lograr en Petare fueron gracias a la conducción de un equipo encabezado por el alcalde Carlos Ocariz, pero la mayoría de los proyectos allí concretizados no hubiesen sido posible, y estoy seguro Carlos me dará la razón, sin la voluntad, el trabajo y la determinación de los petareños. No he visto un nivel de organización semejante. Una organización que no partía de la alcaldía, sino de las comunidades. Eso permitió que en cada rincón de ese mosaico lleno de laberintos que es Petare, nuestra acción llegara y lo hiciera muchas veces para cambiar vidas. Debo reconocerlo, hubo enormes dificultades el camino, pero siempre había un líder en cada sector, calle o escalera dispuesto a advertirnos y ayudarnos a buscar soluciones. Esos líderes no desaparecieron con el fin de nuestra gestión, quedaron allí en sus comunidades, haciendo lo siempre han hecho: servir, denunciar y combatir.

 

 

El Petare que siempre buscamos impulsar fue el que saliera en las noticias por las canchas inauguradas, por los espacios recreativos recuperados, por el número de jóvenes becados en las mejores universidades del país. No el Petare que hoy vemos en las redes sociales, ese donde el Estado entrega voluntariamente el monopolio de la violencia legítima a manos de grupos al margen de ley y cuando esos grupos se les vuelven incómodos, deciden imponerse llevándose todo a su paso y vaya casualidad, a los primeros que intentan llevarse por el medio son a esos líderes de los cuales les hablábamos, quienes han hecho posible que las comunidades no mueran en silencio, siendo los únicos en medio del control social impuesto por la dictadura los que se atreven a levantar su voz. En su razia el régimen madurista también se lleva por delante la vida de inocentes, jóvenes que son sacados de sus casas y asesinados por los órganos de exterminio de la dictadura solo porque “parecían malandros”.

 

 

Quizás mi opinión sea impopular, pero en Venezuela no hay pena de muerte, aunque no es lo que la mayoría desee, el peor de los delincuentes debe ser sometido a la ley y creo que está suficientemente claro que el FAES están muy lejos de encarnar la ley. No lo digo yo, lo ha dicho el Consejo de DD.HH. de la ONU. También entiendo lo que sucede en la Venezuela madurista, donde más valor tiene el bolívar que el respeto de la ley y la gente harta de la impunidad apoya cualquier tipo de medida que se parezca a “mano dura”, sin darse cuenta que al legitimar el asesinato de manera extrajudicial del malandro hoy, justificamos indirectamente el asesinato del estudiante, del que protesta, del periodista, del sindicalista mañana.

 

 

Los hechos de Petare tienen como únicas víctimas a la inmensa mayoría de quienes allí habitan, quienes me consta son en su gran su mayoría gente trabajadora, servicial y con enormes ganas de progresar. No es nuestro deber ni ser jueces, ni condenar a las personas por el lugar en el que nacen, eso es otro de los males que nos ha dejado el chavismo. Vendrán mejores tiempos para Petare y para Venezuela, de eso no tengo dudas. Mejores tiempos en paz. A mi gente de Petare les doy mi palabra de que pronto estaremos junto a ustedes reconstruyendo todo lo que él madurismo y la oscuridad han destruido. Fuerza Mi Petare!

 

 

@BrianFincheltub

La Operación Trump Trump

Posted on: abril 5th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Durante años la dictadura chavista ha usado su aparato represor para intimidar, perseguir y encarcelar a todo aquel que se convierta en un estorbo en sus planes hegemónicos. Pero también para sembrar terror generalizado en la población. Nada más efectivo para un régimen totalitario que controlar a través del miedo, pues en términos de tiempo y recursos siempre es una mejor opción. Es así como han procedido en todo este tiempo, si los medios se ponen muy habladores cierran unas cuentas radios y le mandan un mensaje a los demás, si un periodista se vuelve incómodo lo envían a prisión para que quienes están libres aprendan a valorar su libertad, si un militar se pone rebelde lo secuestran, lo torturan y hostigan a su familia para que nadie más se atreva a seguirle los pasos. Se llama castigo ejemplarizante, sirve de escarmiento a todo el mundo, un mecanismo que las dictaduras consideran eficaz.

 

 

Desde hace un tiempo llamaron a este modus operandi la “operación Tun Tun”, básicamente porque a cualquiera le pueden, en el mejor de los casos, tocar la puerta los esbirros de la dictadura y llevárselo sin ningún tipo de orden judicial o respeto al debido proceso. Muchas veces las ordenes de captura son anunciadas por la televisión pública, como si los tribunales se hubiesen convertidos en cortes de inquisición trasmitidas en vivo y directo. Tras la privación ilegal de libertad viene el asesinato moral de la dictadura, también en el mejor de los casos, porque otros han sido asesinados y no solamente moralmente. La dictadura se encarga de quebrar moralmente a sus rehenes y a sus familias, la idea es que si salen con vida más nunca se atrevan a retar a la mafia chavista.

 

 

Pero como la impunidad no es para toda la vida, el destino se les devolvió. Los perseguidores ahora son perseguidos y no por cualquiera, nada más y nada menos que por la justicia estadounidense. Sus cabezas tienen precios y sus vidas están condenadas, en el mejor de los casos, a pasar unos cuantos años en una cárcel en el norte. Es lo que en redes sociales algunos han llamado la “Operación Trump Trump”, pero que está lejos de ser una política del gobierno de turno y se ha instalado como una política de Estado no solo en la principal potencia del mundo, en las mayorías de las naciones civilizadas que ven la permanencia del chavismo en el poder como una grave amenaza a la paz y a la estabilidad internacional.

 

 

La operación naval conjunta en el Caribe así lo demuestra y que se desarrolle en momentos donde el mundo en pleno lucha contra una pandemia es más que elocuente. Les llegó el momento que le tocaran la puerta, a ustedes que creyeron que el poder era eterno y que la justicia jamás llegaría. Cómo dicen en las películas policiales: están rodeados, entréguense antes que sea muy tarde, pero sobre todo, entreguen a sus rehenes: treinta millones de venezolanos que merecen ser libres cuanto antes.

 

Brian Fincheltub

@Brianfincheltub

El virus chino y el kit de la represión

Posted on: marzo 22nd, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

No hubo sorpresas, frente a la pandemia el régimen de Nicolás Maduro ha adoptado en Venezuela la misma receta que el partido comunista Chino: represión, censura y manipulación. Esto pese a que en los primeros días de la cuarentena algunas personas pudieron haber creído de buena fe que, de cara a una situación tan grave como la actual, la responsabilidad y la ponderación iban a prevalecer. Pero eso era pecar de ingenuos, responsabilidad y ponderación son dos características difícilmente presentes en una dictadura, que al fin de cuentas, como toda dictadura, hará lo que mejor sabe hacer: reprimir, censurar y manipular. Lo anterior no significa en modo alguno que estemos tratando de minimizar la gravedad de lo que vivimos, todo lo contrario, significa un exhorto a tomar medidas adicionales indispensables para protegerse, considerando que en una dictadura nadie sabe dónde termina la verdad y dónde comienza la mentira.

 

 

La novedad de esta crisis es que esta vez no estamos solos en esto, lamentablemente para humanidad, somos millones los que vivimos al mismo tiempo momentos duros y complejos, que en el contexto de la tragedia venezolana tienen un sinnúmero de agravantes. Léase bien, no estamos hablando del sistema de salud italiano, medianamente aceptable, tampoco del español o el alemán. Estamos hablando de un sistema de salud en colapso total que deberá enfrentar la mayor emergencia sanitaria de los últimos tiempos en ruina, saqueado y destruido por la corrupción y la desidia. Tampoco estamos hablando de la respuesta del Estado italiano, medianamente organizado y con fortaleza institucional, sino de un aparato indescifrable que se parece más a la estructura de un aparato criminal que a la de un Estado.

 

 

Con este panorama es lógico que sea más prioritario para la dictadura encarcelar personal médico, periodistas y mentir sobre las verdaderas cifras de contagios reales, que decir la verdad. Lo más contradictorio es que es esta dictadura que usa una pandemia como parte de su macabro plan para afianzar su control político, la misma que tiene el tupé de ir a las puertas del mismísimo Fondo Monetario Internacional a pedir recursos, que considerando el desarrollo reciente de los acontecimientos nos imaginamos utilizarán para comprarles más uniformes y armas al FAES. Nuestro país si necesita mucha asistencia financiera, pero no podemos permitir que ese dinero vaya a parar a las mismas manos que saquearon de las cuentas del tesoro público más de 350 mil millones de dólares. Una pelusa de plata con la cual hoy no solo hubiésemos podido tener en mejor sistema de salud del mundo, sino de la galaxia, si es hay vida en otros planetas. Es demasiado dinero junto y todo, absolutamente todo fue robado.

 

 

En otros países pudieran decir que aquí exageramos. De verdad quisiera estar equivocado, más cuando es la vida de todos la que está en manos de unos pocos que mantienen el secuestro de las instituciones en Venezuela. Solo pido que la gente entienda el peligro al que nos enfrentamos, tenemos una pandemia que puede ser mortal y una dictadura que no solo deja morir a la gente de mengua, sino que también mata. No le demos el gusto, ni al virus chino ni al virus de la destrucción roja de acabar con nosotros, hemos luchado tanto que merecemos celebrar todos el día en el que volvamos respirar en libertad.

 

 

Brian Fincheltub

@Brianfincheltub

El madurismo siempre miente

Posted on: marzo 15th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Algunos pudieran sorprenderse que tras veinte años de oscurantismo y negación de la realidad, la dictadura chavista haya “informado” sobre la llegada al país del coronavirus y que además hayan anunciando sin dilación medidas que, en general, no distan de las recomendaciones internacionales emanadas de la Organización Mundial de la Salud, me refiero a la cuarentena obligatoria para los viajeros provenientes de países de riesgo y la suspensión de clases y actividades masivas. Sin embargo, no deberíamos ser tan ingenuos, las motivaciones detrás de este viraje en la manera de proceder del régimen chavista están lejos de ser la protección y seguridad de la población venezolana. Lo que hay detrás es un macabro cálculo político del cual pretenden salir fortalecidos.

 

 

Todos estamos al tanto del aislamiento que la violación sistemática de los Derechos Humanos ha producido en las estructuras de poder nacional. La dictadura perdió todo tipo de credibilidad internacional frente a una mayoría de naciones que han condenado el accionar autoritario del chavismo. Al punto que hoy lejos de contar con aliados, tienen simplemente dos acreedores principales: China y Rusia. Frente a este panorama sombrío, el régimen ve en la crisis del coronavirus una oportunidad para recuperar la confianza del mundo, de allí que quieran hacer prueba de una transparencia que no es tal cosa. Actúan como si les importara la gente, pero en realidad solo les importa el poder y para mantenerlo necesitan romper con el cerco diplomático que les ha sido impuesto.

 

 

Han mentido durante veinte años y esta vez no será la excepción. Por ejemplo, estos días no han parado de repetir que las sanciones les han impedido comprar medicinas, cuando saben que eso es totalmente falso, pues estas medidas no incluyen los insumos médicos, las piezas de repuesto y los componentes para productos sanitarios. Es solo un discurso que forma parte del plan para presionar al mundo sobre la necesidad de flexibilizar las restricciones económicas impuestas a funcionarios corruptos y que hoy pretenden ser presentadas como sanciones a todos los venezolanos. Que nadie se deje engañar, la situación actual de Venezuela no es nueva, los venezolanos tenemos dos décadas viviéndolas, todo como resultado de un modelo de destrucción que se apoderó de Venezuela arrasando todo a su paso.

 

La naturaleza del régimen no ha cambiado, todos aspiramos que esta pandemia no se expanda en el país porque las consecuencias serían desastrosas. Pero no es difícil imaginar cuál sería el accionar del régimen frente a un tal escenario. Por ahora toca protegernos nosotros y proteger a los nuestros, no podemos dejar nuestra vida en las manos de quienes jamás les ha importado.

 

 

@BrianFincheltub

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