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Venezuela en la mira de los hermanos Castro

Posted on: octubre 5th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Cuando Fidel Castro aterrizo en el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, llegó con la idea fija de seducir al presidente recién electo, Rómulo Betancourt, para que le garantizara un suministro diario de 300 mil barriles de petróleo. La verdad de lo ocurrido, en aquella conversación entre ambos jefes de gobiernos, que era seguida por un enjambre de periodistas, es de todos conocida.

El astuto líder venezolano tenía una medida de lo que representaba en aquella circunstancia su celebrado visitante y por eso fue tajante al responderle a su petitorio: “Si, como no, pero cada barril de crudo que despachemos debe ser pagado al contado”. El epilogo de aquella conversación fue frustrante para Fidel Castro que vio cómo se desvanecían los planes que traía entre manos, desde aquella mañana en que abordó la nave que despegó del aeropuerto militar habanero de Columbia. El pretexto de ese viaje era asistir como invitado de honor a los festejos del primer año de haberse consumado el movimiento cívico-militar que derrocó a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958.

Esa respuesta categórica de Betancourt desajustó al carismático líder cubano que venía de encabezar una exitosa revolución armada, con un desenlace triunfal al descender de la Sierra Maestra, apenas 15 días antes de emprender su primer periplo internacional con esa condición de mandatario. Su estancia en Caracas despertó los más variados sentimientos de euforia, a los que no escaparon los más antagónicos lideres patrios que le ofrecieron recepciones, aclamaciones y discursos en el cabildo capitalino, en la sede del Congreso Nacional y en la concentración pública realizada en El Silencio, parangonandolo con Simón Bolivar y José Martí. Así ha quedado registrado en documentales gráficos y fílmicos que dan cuenta del revuelo que desató la visita de aquel mítico barbudo uniformado y armado desde que descendió del avión Super Constellation.

No era la primera vez que Fidel Castro contemplaba personalmente el ambiente bucólico de aquella carretera vieja de La Guaira que conectaba al litoral varguense con “la sucursal del cielo”, como distinguimos los venezolanos a nuestra atractiva ciudad capital. La historia registra que el día martes 23 de marzo de 1948, Fidel Castro tenía su maleta preparada para vivir su primera experiencia como viajero fuera de su natal Cuba. El destino, casualmente, seria Venezuela. Su intención era contactar al expresidente de la Junta de Gobierno que jefaturó Rómulo Betancourt.

Traía en su bolsillo una carta firmada por el legendario líder dominicano Juan Bosch, con la confianza de que tal epístola sirviera de llave maestra para abrir las puertas de la confianza del fundador de la democracia venezolana. Pero Betancourt se excusó de no poder atenderlo “porque se encontraba recorriendo el interior del país”; en esos 5 días que Fidel Castro permaneció en Caracas, se limitó a visitar las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela (UCV), caminar por el casco histórico de la ciudad, acudir al Panteón Nacional y ofrecer una que otra declaración a los medios de comunicación que visitó.

Rómulo Betancourt desde que superó las etapas de líder garibaldino, en esos años mozos en los que no estuvo exento del sarampión comunistoide, incluso rozando con el trotskismo, comenzó a ver con claridad y precisión cuál era su verdadero derrotero programático e ideológico. De allí aquella sentencia con la que se desmarcaba de los influenciadores que pretendían expandir sus andanzas revolucionarias, exclamando que “los venezolanos podemos importar creolina, pero no doctrinas”. Para seguidamente agregar que “los venezolanos cuando necesitamos de libertadores los parimos, no los importamos”.

A Falta de petróleo buenas son las guerrillas

Fidel y Raúl Castro prendieron las alarmas, sin petróleo no hay energía y el comienzo de sus sueños libertarios pudieran trastocar en pesadillas, sino contaban con ese anhelado suministro petrolero que venían de pedirle a Rómulo Betancourt, quien nunca se negó a ser un proveedor seguro, pero, eso sí, siempre que pagaran por los barriles que recibieran. Esa firme posición de Rómulo Betancourt fue un desafío para los hermanos Castro, que desde entonces colocaron en su mira expansionista el territorio venezolano, siempre codiciando sus inmensas riquezas naturales, especialmente su desbordante mana petróleo.

Apelaron a los jefes del buró político de la Unión Soviética, esa diligencia activo las gestiones de Nikita Jrushchov para que tratara de ablandar “la intransigencia” del presidente venezolano, pero Betancourt se mantuvo intraficable y reitero ante el mandatario ruso que “la situación económica de Venezuela era crítica y su obligación era administrar sus riquezas y recursos con absoluta probidad y responsabilidad”. Rómulo Betancourt también le ratificó al emisario soviético que “había disposición a venderle crudo a Cuba, lo que necesitaran, pero a cambio de un pronto pago”.

Desde entonces Fidel y Raúl Castro se dedicaron a poner en marcha el plan mediante el cual pudieran ponerle la mano a las cuantiosas riquezas venezolanas. La estrategia se basaba, originalmente, en captar a los lideres emergentes de las organizaciones políticas que se desarrollaban en el umbral de la naciente democracia. A esas operaciones de embaucar a dirigentes no escapó el partido Acción Democrática, la organización edificada por Rómulo Betancourt, y que servía de plataforma de sostén político para su naciente gestión gubernamental.

Fue de esa manera como comenzó a tejerse una red para entrelazar a lideres estudiantiles y dirigentes jóvenes, pero ya con credenciales que los distinguían como baluartes de la partidocracia venezolana. Los hermanos Castro se valieron de todas las argucias habidas y por haber para encandilar a esa muchachada que fue llevada al matadero de las guerrillas que se fueron instalando en diferentes zonas del país, desde donde retaban a las Fuerzas Armadas. Esos grupos etiquetados de “revolucionarios” fueron entrenados para cometer atracos a bancos, ejecutar secuestros, asesinar a policías, en medio de una creciente ola de actos violentos que se justificaban, enarbolando banderas y voceando consignas de corte revolucionario. Fueron años muy cruentos y sangrientos en la vida política venezolana. Un episodio de alto relieve lo representó la pretendida invasión de Machurucuto organizada por los hermanos Castro desde La Habana.

La Invasión de Machurucuto

Decenas de hombres pertrechos de fusiles AK47 de factura norcoreana, habían zarpado el día 2 de mayo de 1967 desde Santiago de Cuba con destino a las costas venezolanas. El mismísimo Fidel y Raúl Castro habían dirigido y supervisado todas las acciones, cuidando todos los detalles, tal como me lo relató en Caracas, mi buen amigo y colega diputado Héctor Pérez Marcano. El final de esas aventuras inversionistas fue glorioso para nuestras también gloriosas Fuerzas Armadas comprometidas con la institucionalidad democrática. Esas andanzas fueron vencidas y aplastadas en la batalla desarrollada entre los días 8 y 11 de mayo, y desde entonces el gobierno encabezado por el Dr. Raúl Leoni denuncio tal incursión en la Organización de Estados Americanos, los hermanos Castro negaron su responsabilidad, pero años después, con el cinismo que los caracteriza, condecoraron como héroes a los sobrevivientes cubanos Raúl Menéndez Tomassevich y Ulises Rosales del Toro.

Fidel Castro no perdía su ensueño de apropiarse algún día de las riquezas venezolanas. Después de las rupturas de relaciones entre ambos países, en 1974 le hace creer al presidente Carlos Andrés Pérez que estaría ganado a dar un giro a su dictadura comunista, abriendo un compás que lo encausaría hacia derroteros de naturaleza democrática. Nunca honró aquellas tibias señales que más bien sirvieron para estafar la buena fe del presidente venezolano, tal como nos lo dijera una noche de 1995, en que me invitó a acudir a su residencia La Ahumada, en la que cumplía casa por cárcel, “para que conociera a un personaje”, que resultó ser el escritor García Márquez, a quien le espeto el reclamo según el cual “me dejaste solo en el intento de empujar a Fidel por la ruta democrática”.

La aparición de la gallina de los huevos de oro

El 13 de diciembre de 1994 aparece en La Habana Hugo Chávez Frías. El olfato de los hermanos Castro los induce a ponerle al lenguaraz visitante, desde su arribo a la capital de la isla, un cepo a quien no descartaban convertir en su nuevo trompo servidor en sus planes conquistadores. Fidel puso en acción sus habilidades fascinadoras, aquellas que no deslumbraron al firme y sagaz Rómulo Betancourt, pero que si harían efecto en un ególatra militar con desempeños fallidos en sus intentos sediciosos.

Bastó con que Fidel lo recibiera al pie de la escalerilla del avión en el que aterrizo en La Habana. Lo que vino después es historia conocida. Chávez escala a la cima del poder valiéndose de las virtudes de la democracia que pretendió destruir a cañonazos y los hermanos Castro montaron su fiesta en los conciliábulos de sus foros de Sao Paulo y de Puebla. Venezuela ha perdido su independencia bien ganada en los campos de batalla para ser reducida a una colonia controlada por los hermanos Castro.

Maduro el elegido de Raúl Castro

El capítulo postrero de esta historia de control foráneo lo representa Nicolás Maduro, el sucesor de Hugo Chávez a quien la supuesta milagrosa medicina cubana no salvo de la muerte. Chávez murió en La Habana y en esa escena mortuoria se fue tallando la figura del tutelado desde entonces. Ese no es otro que Maduro, el seleccionado por Raúl Castro para asegurarse del control absoluto y de esa manera profundizar la presencia castrista en territorio nacional, manejando, prácticamente, todos los asuntos nacionales, incluida la supervisión de las guarniciones militares.

Esa es la responsabilidad que tenemos ahora los venezolanos leales a la patria, hoy herida por semejantes traidores. Recuperar la soberanía hoy menguada por semejante invasión consentida. Lo lograremos una vez que Edmundo Gonzalez Urrutia asuma la presidencia de la Republica para la que fue electo.

 

 

Antonio Ledezma 

 

 

Venezuela en la mira de los hermanos Castro

Posted on: septiembre 29th, 2024 by Super Confirmado No Comments

Cuando Fidel Castro aterrizó en el aeropuerto Simón Bolivar de Maiquetía, llegó con la idea fija de seducir al presidente recién electo, Rómulo Betancourt, para que le garantizara un suministro diario de 300.000 barriles de petróleo. La verdad de lo ocurrido en aquella conversación entre ambos jefes de gobiernos, que era seguida por un enjambre de periodistas, es de todos conocida. El astuto líder venezolano tenía una medida de lo que representaba en aquella circunstancia su celebrado visitante y por eso fue tajante al responderle a su petitorio: “Sí, como no, pero cada barril de crudo que despachemos debe ser pagado al contado”. El epílogo de aquella conversación fue frustrante para Fidel Castro que vio cómo se desvanecían los planes que traía entre manos, desde aquella mañana en que abordó la nave que despegó del aeropuerto militar habanero de Columbia. El pretexto de ese viaje era asistir como invitado de honor a los festejos del primer año de haberse consumado el movimiento cívico-militar que derrocó a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958.

Esa respuesta categórica de Betancourt desajustó al carismático líder cubano que venía de encabezar una exitosa revolución armada, con un desenlace triunfal al descender de la Sierra Maestra, apenas 15 días antes de emprender su primer periplo internacional con esa condición de mandatario. Su estancia en Caracas despertó los más variados sentimientos de euforia, a los que no escaparon los más antagónicos líderes patrios que le ofrecieron recepciones, aclamaciones y discursos en el cabildo capitalino, en la sede del Congreso Nacional y en la concentración pública realizada en El Silencio, parangonándolo con Simón Bolivar y José Martí. Así ha quedado registrado en documentales gráficos y fílmicos que dan cuenta del revuelo que desató la visita de aquel mítico barbudo uniformado y armado desde que descendió del avión Superconstellation.

No era la primera vez que Fidel Castro contemplaba personalmente el ambiente bucólico de aquella carretera vieja de La Guaira que conectaba al litoral varguense con “la sucursal del cielo”, como distinguimos los venezolanos a nuestra atractiva ciudad capital. La historia registra que el día martes 23 de marzo de 1948, Fidel Castro tenía su maleta preparada para vivir su primera experiencia como viajero fuera de su natal Cuba. El destino, casualmente, sería Venezuela. Su intención era contactar al expresidente de la Junta de Gobierno que jefaturó Rómulo Betancourt. Traía en su bolsillo una carta firmada por el legendario líder dominicano Juan Bosch, con la confianza de que tal epístola sirviera de llave maestra para abrir las puertas de la confianza del fundador de la democracia venezolana. Pero Betancourt se excusó de no poder atenderlo “porque se encontraba recorriendo el interior del país”; en esos 5 días que Fidel Castro permaneció en Caracas, se limitó a visitar las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela (UCV), caminar por el casco histórico de la ciudad, acudir al Panteón Nacional y ofrecer una que otra declaración a los medios de comunicación que visitó.

Rómulo Betancourt desde que superó las etapas de líder garibaldino, en esos años mozos en los que no estuvo exento del sarampión comunistoide, incluso rozando con el trotskismo, comenzó a ver con claridad y precisión cuál era su verdadero derrotero programático e ideológico. De allí aquella sentencia con la que se desmarcaba de los influenciadores que pretendían expandir sus andanzas revolucionarias, exclamando que “los venezolanos podemos importar creolina, pero no doctrinas”. Para seguidamente agregar que “los venezolanos cuando necesitamos de libertadores los parimos, no los importamos”.

A falta de petróleo buenas son las guerrillas

Fidel y Raúl Castro prendieron las alarmas, sin petróleo no hay energía y el comienzo de sus sueños libertarios pudieran trastocar en pesadillas si no contaban con ese anhelado suministro petrolero que venían de pedirle a Rómulo Betancourt, quien nunca se negó a ser un proveedor seguro, pero, eso sí, siempre que pagaran por los barriles que recibieran. Esa firme posición de Rómulo Betancourt fue un desafío para los hermanos Castro, que desde entonces colocaron en su mira expansionista el territorio venezolano, siempre codiciando sus inmensas riquezas naturales, especialmente su desbordante mana petróleo. Apelaron a los jefes del buró político de la Unión Soviética, esa diligencia activo las gestiones de Nikita Jrushchov para que tratara de ablandar “la intransigencia” del presidente venezolano, pero Betancourt se mantuvo intraficable y reitero ante el mandatario ruso que “la situación económica de Venezuela era crítica y su obligación era administrar sus riquezas y recursos con absoluta probidad y responsabilidad”. Rómulo Betancourt también le ratificó al emisario soviético que “había disposición a venderle crudo a Cuba, lo que necesitaran, pero a cambio de un pronto pago”.

Desde entonces Fidel y Raúl Castro se dedicaron a poner en marcha el plan mediante el cual pudieran ponerle la mano a las cuantiosas riquezas venezolanas. La estrategia se basaba, originalmente, en captar a los lideres emergentes de las organizaciones políticas que se desarrollaban en el umbral de la naciente democracia. A esas operaciones de embaucar a dirigentes no escapó el partido Acción Democrática, la organización edificada por Rómulo Betancourt, y que servía de plataforma de sostén político para su naciente gestión gubernamental.

Fue de esa manera como comenzó a tejerse una red para entrelazar a líderes estudiantiles y dirigentes jóvenes, pero ya con credenciales que los distinguían como baluartes de la partidocracia venezolana. Los hermanos Castro se valieron de todas las argucias habidas y por haber para encandilar a esa muchachada que fue llevada al matadero de las guerrillas que se fueron instalando en diferentes zonas del país, desde donde retaban a las Fuerzas Armadas. Esos grupos etiquetados de “revolucionarios” fueron entrenados para cometer atracos a bancos, ejecutar secuestros, asesinar a policías, en medio de una creciente ola de actos violentos que se justificaban, enarbolando banderas y voceando consignas de corte revolucionario. Fueron años muy cruentos y sangrientos en la vida política venezolana. Un episodio de alto relieve lo representó la pretendida invasión de Machurucuto organizada por los hermanos Castro desde La Habana.

La invasión de Machurucuto

Decenas de hombres pertrechos de fusiles AK47 de factura norcoreana habían zarpado el día 2 de mayo de 1967 desde Santiago de Cuba con destino a las costas venezolanas. El mismísimo Fidel y Raúl Castro habían dirigido y supervisado todas las acciones, cuidando todos los detalles, tal como me lo relató en Caracas mi buen amigo y colega diputado Héctor Pérez Marcano. El final de esas aventuras invasionistas fue glorioso para nuestras también gloriosas Fuerzas Armadas comprometidas con la institucionalidad democrática. Esas andanzas fueron vencidas y aplastadas en la batalla desarrollada entre los días 8 y 11 de mayo, y desde entonces el gobierno encabezado por el Dr. Raúl Leoni denunció tal incursión en la Organización de Estados Americanos, los hermanos Castro negaron su responsabilidad, pero años después, con el cinismo que los caracteriza, condecoraron como héroes a los sobrevivientes cubanos Raúl Menéndez Tomassevich y Ulises Rosales del Toro.

Fidel Castro no perdía su ensueño de apropiarse algún día de las riquezas venezolanas. Después de las rupturas de relaciones entre ambos países, en 1974 le hace creer al presidente Carlos Andrés Pérez que estaría ganado a dar un giro a su dictadura comunista, abriendo un compás que lo encauzaría hacia derroteros de naturaleza democrática. Nunca honró aquellas tibias señales que más bien sirvieron para estafar la buena fe del presidente venezolano, tal como nos lo dijera una noche de 1995, en que me invitó a acudir a su residencia La Ahumada, en la que cumplía casa por cárcel, “para que conociera a un personaje”, que resultó ser el escritor García Márquez, a quien le espetó el reclamo: “Me dejaste solo en el intento de empujar a Fidel por la ruta democrática”.

 

La aparición de la gallina de los huevos de oro

 

El 13 de diciembre de 1994 aparece en La Habana Hugo Chávez Frías. El olfato de los hermanos Castro los induce a ponerle al lenguaraz visitante, desde su arribo a la capital de la isla, un cepo a quien no descartaban convertir en su nuevo trompo servidor en sus planes conquistadores. Fidel puso en acción sus habilidades fascinadoras, aquellas que no deslumbraron al firme y sagaz Rómulo Betancourt, pero que sí harían efecto en un ególatra militar con desempeños fallidos en sus intentos sediciosos. Bastó con que Fidel lo recibiera al pie de la escalerilla del avión en el que aterrizó en La Habana. Lo que vino después es historia conocida. Chávez escala a la cima del poder valiéndose de las virtudes de la democracia que pretendió destruir a cañonazos y los hermanos Castro montaron su fiesta en los conciliábulos de sus foros de Sao Paulo y de Puebla. Venezuela ha perdido su independencia bien ganada en los campos de batalla para ser reducida a una colonia controlada por los hermanos Castro.

Maduro, el elegido de Raúl Castro

El capítulo postrero de esta historia de control foráneo lo representa Nicolás Maduro, el sucesor de Hugo Chávez a quien la supuesta milagrosa medicina cubana no salvó de la muerte. Chávez murió en La Habana y en esa escena mortuoria se fue tallando la figura del tutelado desde entonces. Ese no es otro que Maduro, el seleccionado por Raúl Castro para asegurarse del control absoluto y de esa manera profundizar la presencia castrista en territorio nacional, manejando, prácticamente, todos los asuntos nacionales, incluida la supervisión de las guarniciones militares.

Esa es la responsabilidad que tenemos ahora los venezolanos leales a la patria, hoy herida por semejantes traidores. Recuperar la soberanía hoy menguada por semejante invasión consentida. Lo lograremos una vez que Edmundo González Urrutia asuma la presidencia de la República para la que fue electo.

 

Antonio Ledezma

@Alcaldeledezma

Hay que detener esa masacre

Posted on: septiembre 7th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Lo que está acometiendo Nicolás Maduro en Venezuela es una inocultable y aterradora masacre. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos fue confluyente al aseverar que lo desarrollado por Maduro y el funcionariado bajo su mando en Venezuela es terrorismo de Estado. Esa tétrica realidad ha venido siendo objeto de investigaciones por calificadas instituciones que cuentan con personal debidamente capacitados y curtidos en la materia, para adelantar ese tipo de pesquisas, como lo ha hecho el Grupo de Determinación de los Hechos, ente adscrito a la Organización de Naciones Unidas, que en 22 comunicaciones remitidas en el curso de los últimos cinco años a las autoridades que jefatura Nicolás Maduro, para ponerlos en auto sobre violaciones sistemáticas de derechos humanos, cartas que, lamentablemente, en su mayoría no han recibido respuesta.

 

El pasado miércoles 4 de septiembre, los expertos que se abocaron a analizar la tragedia que soporta el afligido pueblo venezolano informaron que “encontraron un alto grado de indefensión en la población, particularmente en defensores de derechos humanos, trabajadores sociales y comunitarios, periodistas y cualquier persona percibida como opositora”. Los técnicos del Grupo de Determinación de los Hechos agregaron que “se está utilizando el sistema de justicia penal de manera arbitraria para criminalizar la defensa de los derechos humanos, en un entorno marcado por la corrupción, la impunidad y la falta de independencia judicial”.

Lo narrado, con apoyo de testimonios validados e instruidos de forma pormenorizada, también indican que “las violaciones de derechos humanos documentadas incluyen detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, homicidios, desapariciones forzadas, hostigamiento y persecución de opositores”… “Hay evidencias de un patrón sistemático de violaciones de derechos humanos que pone en riesgo la vida de cualquier persona crítica con el gobierno”, alertaron los expertos, que instaron a las autoridades venezolanas a liberar a los detenidos arbitrariamente, poner fin a la censura y llevar a cabo investigaciones independientes”.

Todos esos delitos perpetrados por Maduro y su elenco de torturadores y asesinos han sido oportunamente denunciados ante la Corte Penal Internacional, en conformidad con el Estatuto de Roma, que el Estado venezolano asumió legalmente, comprometiéndose a hacer valer sus dispositivos para castigar a quienes transgredan las pautas articuladas en dicha norma. Para exigir a las autoridades que conducen la Fiscalía-en especial el Dr. Karim Khan-, órgano abocado desde hace más de una década a tramitar e investigar esas acusaciones, 31 expresidentes de diferentes continentes y agrupados en IDEA, consignaron ante ese organismo con sede en La Haya, el día de ayer, un documento en el cual se reiteran todos los desmanes ejecutados por Maduro y su línea de mando.

La diligencia la cumplió el solidario exmandatario de Colombia Andrés Pastrana, quien hizo propicio su esfuerzo para reiterar los informes a propósito consignados ante la Fiscalía por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Dr. Luis Almagro, agregando las pruebas de los recientes crímenes de lesa humanidad poselectoral, que por órdenes de Maduro se han venido ejecutando en contra de los disidentes, muy especialmente contra el presidente electo Edmundo González Urrutia, a quien Maduro ordenó aplicarle una arbitraria orden de captura y contra la líder legítima de la ciudadanía venezolana María Corina Machado, blanco de innumerables atropellos.

Otra norma vigente, que es perfectamente aplicable a la corporación criminal que lidera Nicolás Maduro en territorio venezolano, es la Convención de Palermo, que tal como ha razonado y argumentado el exministro de Bolivia Dr. Carlos Sánchez Berzaín, consiste en un acuerdo de alcance mundial aprobado el año 2000 por todos los países que integran las Américas. Se trata de un sistema que apunta a contrarrestar las andanzas de los grupos relacionados con la delincuencia organizada. Ese acuerdo es ajustable a Maduro y sus socios, teniendo en cuenta, confirmado y probado, como en efecto está, que Maduro no conduce un gobierno que se ajuste a las cánones constitucionales en vigor en el país, sino que dirige una banda delincuencial que encaja en lo definido como tal por el artículo 2 de la Convención de Palermo.

En la investigación adelantada por el Interamerican Institute for Democracy se concluye que se dan todos los supuestos para que se apliquen los acuerdos articulados en dicha Convención en aquellos países, como es desgraciadamente el caso de Venezuela, en donde se cometen actos delictivos relacionados con el narcotráfico, crímenes de lesa humanidad, la legitimación de capitales, la corrupción, la promoción y organización de grupos delincuenciales emparentados con el hampa común, delitos que encubre el entramado que le sirve a Maduro y que confirma que brilla por su ausencia el debido proceso, figura medular para que se diga con propiedad que existe un sistema judicial autónomo, en manos de jueces probos y capaces de ejercer y aplicar la justicia.

Otra alternativa ajustada a la tragedia que se padece en Venezuela es el denominado concepto de “La responsabilidad de proteger» (R2P). Esa fórmula fue aprobada en el seno de la ONU e implica una vía legal para que actúen los órganos internacionales comprometidos con la tarea de socorrer a las “víctimas o posibles víctimas de serias violaciones de derechos humanos”. Ha sido, sin lugar a dudas, una manera de tratar de justificar y darle base a la doctrina del bellum iustum o guerra justa y, a la vez, de asegurar a la ONU un área más de acción en el mantenimiento de la paz en el siglo XXI, como lo razona en sus trabajos de investigación la especialista en derecho internacional Cecilia Añaños.

 

Explica la Dra. Añaños que la «responsabilidad de proteger» apareció en la ONU vinculada a las discusiones sobre la intervención humanitaria en Kosovo y en vista de las experiencias negativas de la ONU en Somalia, Ruanda y Bosnia, tratando de dar una respuesta a la cuestión de qué hacer frente a emergencias humanitarias graves que surjan en cualquier parte del mundo. En la actualidad ya se han dado diversos casos de emergencia humanitaria que han originado propuestas del uso de acciones humanitarias bajo el concepto de «responsabilidad de proteger».

Lo cierto es que Maduro continúa perpetrando todo tipo de crímenes y lo hace impunemente. Millones de venezolanos tratan de ponerse a salvo de tal masacre incorporándose al deslave humano que va fracturando a un país en dos mitades, una Venezuela que sobrevive adentro y otra que se esparce por todos los confines del planeta Tierra en forma de diáspora. Para contener esa carnicería los venezolanos hemos luchado y protagonizado actos cívicos, pacifistas y heroicos, como el rol jugado por millones de ciudadanos el pasado 28 de julio. Sentimos que esa victoria hay que defenderla con todos los recursos legales existentes, solo así Venezuela dejará de ser un país sometido por delincuentes y abriremos una senda hacia la paz y el progreso. Tengo plena confianza en que lo vamos a lograr.

 

Antonio Ledezma

@Alcaldeledezma

Maduro, desproclamado

Posted on: agosto 19th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Era evidente la valides efímera de una proclamación realizada a contra pelo de la verdad. La bochornosa puesta en escena de Nicolás Maduro, junto a su bufón, Elvis Amoroso, tenía “las patas muy cortas”, como toda mentira. Sin embargo, en este caso, la estrafalaria proclamación de Maduro mostraba un sello mortuorio desde que se pudo ver que el acta que leía, balbuceante, el activista madurista que custodia los intereses de la falsa revolución en el Consejo Nacional Electoral, no era tal cosa, sino una simple servilleta que utilizo como pretexto para montar semejante patraña.

 

La precipitación de tal comedia fraudulenta lo llevo a afirmar que “la proclamación de Maduro la hacía con base a más del 80% de las actas recibidas”, esa misma noche del 28 de julio, en el órgano que él preside. Pero al sentirse constreñido a exhibir tales documentos, respondió, horas después, que “no tenía actas porque se había ejecutado un complot urdido por María Corina Machado, desde Macedonia, contra el sistema electrónico del ente electoral que dirige”. ¡Que mamarrachada!

 

En medio de ese caos o laberinto, María Corina Machado sí mostraba a la opinión pública nacional e internacional más del 83% de los documentos públicos, que los 90 mil testigos de mesas, comprometidos con la candidatura de Edmundo González Urrutia, habían recabado en sus respectivos centros de votación. Esas actas están certificadas, tienen el código QR y son similares a las que se colocan en el denominado sobre número 1, que le corresponden resguardar a los efectivos militares que estuvieron presentes en esos procesos de votación y de escrutinio celebrados el pasado 28 de julio. Igualmente esas actas las tiene Maduro, pero escondidas, engavetadas, creyendo, ilusamente, que de esa manera dará al traste con la estruendosa derrota sufrida.

 

Edmundo González ganó y la victoria es tan contundente que resulta imposible pretender esconderla o negarla, como neciamente intenta Maduro. Ganamos a pesar del ventajismo que, detallan en sus respectivos informes, el Centro Carter y el Panel de Expertos de la ONU, instituciones prestigiosas y calificadas para realizar esas observaciones, tal como lo adelantaron mientras estuvieron presentes en los escenarios de esos acontecimientos dentro de Venezuela.

 

Maduro hizo todos los trucos habidos y por haber para descarrilarnos en esa ruta electoral que seguimos transitando. Pero, muy a pesar del saboteo, de las inhabilitaciones, del bloqueo comunicacional, de la persecución política, de la judicialización de los partidos, del dispendio de dineros públicos, de la extorsión y compra de “alacranes” (dirigentes que se vendieron al régimen), de las manipulaciones del registro electoral, entre otros detalles el impedimento de que pudiéramos votar los más de 5 millones de electores fuera del país o dentro del mismo, fracasaron en su tiránica maldad de querer escapar y ahora desconocer el categórico triunfo de Edmundo González, un triunfo reconocido por los ciudadanos venezolanos y por el liderazgo de los países libres del mundo democrático.

 

Maduro esta desolado, sin respaldo de sus propios compañeros de revolución que votaron en su contra. No lo deja dormir el hecho cierto de que en todos los centros de votación, en los que sufragaron efectivos militares, Edmundo González se impuso sobre Maduro con la misma proporción que se contabilizó en los espacios habilitados para la población civil.

 

Lideres de la llamada izquierda como pepe Mujica, expresidente de Uruguay, hace coro con la voz del presidente Lacalle Pou, su rival ideológico, reconociendo a Edmundo como el claro ganador de la contienda. Lideres antagónicos, como el presidente Gabriel Boric de Chile, coincide con la opinión de su homólogo argentino Javier Milei, a la hora de desconocer la fraudulenta proclamación de Nicolás Maduro. Pero algo muy relevante, lideres del entorno madurista, amigos en esos foros que comparten, como el presidente de Brasil Lula Da Silva y el presidente de Colombia Gustavo Petro, no han tenido más alternativa que hacerle ver a Maduro que esa proclamación no es reconocida por ellos y como excusa para decirlo públicamente se escudan con la proposición de “nuevas elecciones”, tesis peregrina que no conduce a ninguna salida, como si lo sería que terminaran de convencer a su socio foropaulista de que admita la derrota y de paso a la propalación de Edmundo González como el presidente electo legítimo de los venezolanos.

 

Antonio Ledezma

@alcaldeledezma

Certeza de triunfo

Posted on: agosto 4th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

 

Los venezolanos estamos seguros de la victoria que alcanzaremos en los comicios que celebraremos el próximo domingo 28 de julio. Esa certeza es compartida por la inmensa mayoría de los observadores que siguen el curso de ese traumático y peculiar proceso, que tiene como estelar protagonista a una ciudadanía que se ha sobrepuesto a todo tipo de adversidades, para llegar a esta meta demostrando que para los venezolanos jamás fue una opción ni rendirse ni resignarse a normalizar la tragedia en la que se encuentran acorralados.

 

Al momento de escribir esta crónica ya circulan las últimas encuestas que revelan la descomunal ventaja que acaudala a Edmundo Gonzalez Urrutia, sobre un Nicolás Maduro debilitado, sin respaldo popular, vapuleado por el repudio de la gente, entre la que se cuenta a anteriores seguidores del chavismo, que ahora cierran filas en esas multitudes que claman por un cambio profundo y urgente en Venezuela. Maduro está desolado, así se le ve entre tinieblas en esos eventos con poquísima asistencia que ponen al descubierto su ocaso. No tiene gestión que mostrar y su larga permanencia en el poder le restan credibilidad a esas promesas que lanza al aire y que les son devueltas por una ciudadanía incrédula ante un pontificador que ya los ha estafado y decepcionado.

 

La unidad de la ciudadanía y de sus dirigentes es la clave medular de este avance significativo. Esa unidad que Maduro trató por todas las formas de estropear, pero que se mantuvo viva y ahora luce vigorosa. La manera como la dirigencia sorteo las trabas que fue colocando en el camino Maduro y sus asesores, es digna de estudiar para que sirva de referencia a otros pueblos que también busquen zafarse de semejantes regímenes autoritarios. Mención especial merece  María Corina Machado, la candidata elegida que fue capaz de reinventarse ante tal maniobra para dejar “con los crespos hechos” a Maduro que había calculado que, una vez sacada de la carrera electoral, María Corina llamaría a la abstención. Y por ende se fracturaría el bloque unitario. Afortunadamente, no fue así. María Corina blindó la armonía opositora y se ha logrado lo que parecía imposible: la unidad perfecta con un candidato respaldado por todos los factores y con una estrategia compartida, correr hasta el final para desembocar en el día crucial de las elecciones.

 

Ha sido una campaña basada en la era digital, porque al no contar con los recursos comunicacionales convencionales, se apeló a la magia de las redes sociales y se ha dado el resultado espectacular de movilizar a millones de venezolanos a través de la internet y otras plataformas electrónicas.

 

Las adversidades las convertimos en oportunidades, tal como lo hizo María Corina, quien al verse impedida de viajar por líneas aéreas, no tuvo otra alternativa que desplazarse por tierra, pero eso dio la ocasión de alborotar a los pueblos que iba atravesando en su peregrinaje por los cuatros costados del país que aspiraba gobernar, pero que ahora circunstancialmente lidera, buscándole votos a Edmundo González Urrutia. Por eso vemos esa explosión de emociones, de fe, de esperanza y de una seguridad en que unidos y votando masivamente coronaremos la victoria el próximo domingo 28 de julio.

 

La ciudadanía superó y racionalizó el miedo. Sabiendo que detienen, torturan y acosan a miles de ciudadanos, la respuesta no ha sido paralizarse de terror, sino más bien doblegar el esfuerzo. La ciudadanía ante el chantaje del régimen con los mendrugos, como la cajita de limitados alimentos, sacó de sus almas la dignidad y prefirió defender sus sueños en un alarde probado en el terreno de luchas de resistencia cívica. ¡Ni se vende ni se compra! Así es de gallardo nuestro pueblo.

 

La emoción, el desbordado entusiasmo, la voluntad inquebrantable de sacar a flote este proyecto, son las virtudes que engalanan y distinguen actualmente nuestro gentilicio. El triunfo esta cantado como desvelado está el esquema fraudulento con el que Maduro pretende dar al traste con esa contundente derrota que se presagia. Es la certeza de la victoria como que se sabe y asegura que la Tierra es redonda. El coro de voces familiarizadas con la de Maduro, las advertencias oportunas de sus compañeros del Foro de Sao Paulo, en alguna medida deben haber percolado la conciencia perturbada de un Maduro atolondrado que soltó esa letanía tétrica que obligó a sus compañeros de trincheras a salirle al paso aconsejándolo a que se prepare para aceptar la derrota.

 

Finalmente, me asiste la certeza de que los venezolanos se quedarán en sus respectivos centros de votación. Serán millones de mujeres y hombres decididos a votar y a contar, papelito por papelito sus sufragios, pero fundamentalmente dispuestos a hacer valer esa victoria en los mejores términos, o sea con firmeza y pacíficamente. Entre esas multitudes, estarán presentes los familiares de los militares venezolanos, por eso es de suponer que esos efectivos uniformados no dispararán, en el figurado escenario al que da lugar las estrambóticas amenazas de Maduro de desparramar un baño de sangre en Venezuela. Lo mejor para todos está por venir. Paz y reconciliación para Venezuela.

 

Antonio Ledezma

@AlcaldeLedezma

 

 

 

 

 

 

Certeza de triunfo

Posted on: julio 27th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Los venezolanos estamos seguros de la victoria que alcanzaremos en los comicios que celebraremos el próximo domingo 28 de julio. Esa certeza es compartida por la inmensa mayoría de los observadores que siguen el curso de ese traumático y peculiar proceso, que tiene como estelar protagonista a una ciudadanía que se ha sobrepuesto a todo tipo de adversidades, para llegar a esta meta demostrando que para los venezolanos jamás fue una opción ni rendirse ni resignarse a normalizar la tragedia en la que se encuentran acorralados.

 

Al momento de escribir esta crónica ya circulan las últimas encuestas que revelan la descomunal ventaja que acaudala a Edmundo Gonzalez Urrutia, sobre un Nicolás Maduro debilitado, sin respaldo popular, vapuleado por el repudio de la gente, entre la que se cuenta a anteriores seguidores del chavismo, que ahora cierran filas en esas multitudes que claman por un cambio profundo y urgente en Venezuela. Maduro está desolado, así se le ve entre tinieblas en esos eventos con poquísima asistencia que ponen al descubierto su ocaso. No tiene gestión que mostrar y su larga permanencia en el poder le restan credibilidad a esas promesas que lanza al aire y que les son devueltas por una ciudadanía incrédula ante un pontificador que ya los ha estafado y decepcionado.

 

La unidad de la ciudadanía y de sus dirigentes es la clave medular de este avance significativo. Esa unidad que Maduro trató por todas las formas de estropear, pero que se mantuvo viva y ahora luce vigorosa. La manera como la dirigencia sorteo las trabas que fue colocando en el camino Maduro y sus asesores, es digna de estudiar para que sirva de referencia a otros pueblos que también busquen zafarse de semejantes regímenes autoritarios. Mención especial merece  María Corina Machado, la candidata elegida que fue capaz de reinventarse ante tal maniobra para dejar “con los crespos hechos” a Maduro que había calculado que, una vez sacada de la carrera electoral, María Corina llamaría a la abstención. Y por ende se fracturaría el bloque unitario. Afortunadamente, no fue así. María Corina blindó la armonía opositora y se ha logrado lo que parecía imposible: la unidad perfecta con un candidato respaldado por todos los factores y con una estrategia compartida, correr hasta el final para desembocar en el día crucial de las elecciones.

 

Ha sido una campaña basada en la era digital, porque al no contar con los recursos comunicacionales convencionales, se apeló a la magia de las redes sociales y se ha dado el resultado espectacular de movilizar a millones de venezolanos a través de la internet y otras plataformas electrónicas.

 

Las adversidades las convertimos en oportunidades, tal como lo hizo María Corina, quien al verse impedida de viajar por líneas aéreas, no tuvo otra alternativa que desplazarse por tierra, pero eso dio la ocasión de alborotar a los pueblos que iba atravesando en su peregrinaje por los cuatros costados del país que aspiraba gobernar, pero que ahora circunstancialmente lidera, buscándole votos a Edmundo González Urrutia. Por eso vemos esa explosión de emociones, de fe, de esperanza y de una seguridad en que unidos y votando masivamente coronaremos la victoria el próximo domingo 28 de julio.

 

La ciudadanía superó y racionalizó el miedo. Sabiendo que detienen, torturan y acosan a miles de ciudadanos, la respuesta no ha sido paralizarse de terror, sino más bien doblegar el esfuerzo. La ciudadanía ante el chantaje del régimen con los mendrugos, como la cajita de limitados alimentos, sacó de sus almas la dignidad y prefirió defender sus sueños en un alarde probado en el terreno de luchas de resistencia cívica. ¡Ni se vende ni se compra! Así es de gallardo nuestro pueblo.

 

La emoción, el desbordado entusiasmo, la voluntad inquebrantable de sacar a flote este proyecto, son las virtudes que engalanan y distinguen actualmente nuestro gentilicio. El triunfo esta cantado como desvelado está el esquema fraudulento con el que Maduro pretende dar al traste con esa contundente derrota que se presagia. Es la certeza de la victoria como que se sabe y asegura que la Tierra es redonda. El coro de voces familiarizadas con la de Maduro, las advertencias oportunas de sus compañeros del Foro de Sao Paulo, en alguna medida deben haber percolado la conciencia perturbada de un Maduro atolondrado que soltó esa letanía tétrica que obligó a sus compañeros de trincheras a salirle al paso aconsejándolo a que se prepare para aceptar la derrota.

 

Finalmente, me asiste la certeza de que los venezolanos se quedarán en sus respectivos centros de votación. Serán millones de mujeres y hombres decididos a votar y a contar, papelito por papelito sus sufragios, pero fundamentalmente dispuestos a hacer valer esa victoria en los mejores términos, o sea con firmeza y pacíficamente. Entre esas multitudes, estarán presentes los familiares de los militares venezolanos, por eso es de suponer que esos efectivos uniformados no dispararán, en el figurado escenario al que da lugar las estrambóticas amenazas de Maduro de desparramar un baño de sangre en Venezuela. Lo mejor para todos está por venir. Paz y reconciliación para Venezuela.

 

 

Antonio Ledezma.

@AlcaldeLedezma

 

 

 

 

 

 

 

Calma y cordura

Posted on: julio 22nd, 2024 by Super Confirmado No Comments

“Calma y cordura” fue la sentencia que dictó el expresidente Eleazar López Contreras, después de ceder el poder a su sucesor general Isaías Medina Angarita (1941), en aquella Venezuela atenazada por las más inusitadas convulsiones políticas, sociales y económicas. Esas palabras perduran en el transcurrir del tiempo como un sabio consejo para todos los que, de una u otra manera, nos encontremos en medio de dificultades a capotear y tratar de resolver.

 

Apelo a ese lema histórico para interpretar la conducta que mantienen en nuestro país María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Más calma, más serenidad, más temple, cordura y un singular alto sentido de responsabilidad, no se les puede exigir a estos dos líderes que han asumido la misión de sacarnos de ese abismo en el que nos ha hundido Nicolás Maduro.

Ellos no se han desequilibrado, muy a pesar del bombardeo al que han sido sometidos. Tanto María Corina como Edmundo, han soportado con un estoicismo saludable esa furia con vientos de barbarie, porque los asiste la idea irrenunciable de concluir el ciclo de la transición que se activó desde la firma del Acuerdo de Barbados que los delegados de Maduro suscribieron, pero luego éste desconoció sus pautas. No obstante María Corina respiró profundo y preservó la calma, prosiguió con la realización de las elecciones primarias, de donde surgió un liderazgo legitimado que ha sobrevivido a los complots de las inhabilitaciones, criminalización de la actividad política, liquidación de medios de comunicación y los más escandalosos métodos de persecución política que han implementado, con la maligna intención de truncar esa ruta electoral y así detener la transición pacífica que nos conduzca y permita abordar una nueva senda de paz, de reunificación familiar y de progreso luminoso para todos los venezolanos.

 

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Los asesores de Maduro -que son variados- se reúnen en su sala situacional, allí deliberan y trazan sus endemoniadas operaciones los delegados de Cuba, de Rusia, de Irán, más los criollos domesticados. Ellos han apostado a la furia persecutoria. Por eso han detenido, en solo los últimos10 días de campaña, 72 personas, de las cuales 24 están secuestradas. Todo ese vendaval de hostigamiento lo jefatura Maduro, pensando, desatinadamente, que sacará a nuestros líderes de sus casillas. Pero no, ambos, María Corina y Edmundo, para amargura de Maduro, responden con equilibrio, ecuanimidad, serenidad, aplomo y una retadora placidez que desata en Maduro un sofocón, que lo ofusca porque no es capaz de procesar esa conducta calmada y mesurada de María Corina y Edmundo, que es lógicamente el talante que corresponde en estas circunstancias.

 

Pudiéramos decir que esa “calma y cordura” ha sido la piedra angular de esta peculiar campaña electoral. Fueron desfachatadas las provocaciones de Maduro moviendo sus trapos sucios, creyendo que los líderes responsables de conducir a buen puerto esta hazaña popular, embistieran como el toro ciego que se abalanza a la tela agitada. Pero no, ésta es una lucha espiritual y ambos líderes de la unidad se mueven con el sosiego y la cautela indispensables para no caer en el redil del dictador de marras.

 

Pero ese comportamiento digno de elogios es el que inspira la ciudadanía. Esa que no se ha rendido, porque en medio de “la calma y la cordura” ha dejado espacios para reflexionar cuando ha sido menester recomponer las estrategias de lucha y retomar los espacios para protagonizar esos episodios de resistencia cívica, que en esta coyuntura apuntan a las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.

 

Es natural que en cualquier escenario del mundo, en donde se debata sobre este peculiar proceso electoral venezolano, se cope el ambiente de elogios para ese gallardo pueblo que, en medio de una espantosa crisis humanitaria, con los servicios públicos destartalados, con salarios paupérrimos y un desgarramiento de su tejido familiar representado en la millonaria diáspora, preserve y saque a flote “la calma y la cordura” que lo distingue.

 

“Calma y cordura” de los líderes apresados, de los familiares que lloran su ausencia pero que no bajan la guardia, ni se deprimen sino que multiplican su compromiso con esa transición pacífica que lideran María Corina y Edmundo. Finalmente “calma y cordura” de los militares que deben evocar ese mensaje del expresidente Eleazar López Contreras, fundador de la Guardia Nacional venezolana. “Calma y cordura” ante los dislates de un Maduro iracundo que saca a relucir como una amenaza una supuesta “guerra civil” que solo tiene trincheras en su encolerizado imaginario. Para que haya guerra deben existir dos bandos armados, pues de nuestra parte ¡ni los espíritus están armados! Somos parte de una inmensa mayoría que esgrimiremos el recurso del voto para defender nuestra esperanza de libertad.

@Alcaldeledezma

 

Los escenarios de Maduro 

Posted on: julio 14th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Uno de los escenarios mas usados es el de la simulación de diálogos para despistar, nunca para asumir los compromisos acordados, tal como ha ocurrido con el más reciente capítulo de estos tablados dialoguistas, como el de Barbados, en el que Maduro firmó convenios que ha quebrantado con el mayor descaro.  La mendacidad es lo suyo, es como su receta favorita para sofocar las protestas que resumen el reclamo de elecciones libres. Maduro ha mentido con desparpajo, sobre ese y otros temas, de los que diserta como todo charlatán, tal como fue su retórica pontificando sobre el cambio climático, cuando bien se sabe que es él el responsable del ecocidio que tiene lugar en el Arco Minero venezolano.

 

De ese escenario a Maduro le salieron mal algunas cosas, porque sus aliados del foro de Sao Paulo, como los gobernantes de Brasil y de Colombia, así como Jefes de Estado de tendencia izquierdista, como Gabriel Boric de Chile, se han pronunciado exigiéndole que haga posible la realización de elecciones libres. Esas posiciones han ayudado a flexibilizar la acerada intransigencia del régimen madurista, basada en la representación de las inhabilitaciones, que no se atrevieron a extender hasta la figura de Edmundo Gonzalez Urrutia.

 

Otro escenario en el que incursionó Maduro fue en el que buscaba “reventar” las elecciones primarias. Para tales efectos Maduro puso en acción todo tipo de maniobras tumultuosas, alentando escaramuzas en el seno de la oposición, amenazando a los integrantes de La Comisión Nacional de Primarias, mostrándole “la cacha del revolver” a uno que otro aspirante a coronarse como candidato de la Unidad, en definitiva, la maquinaria autoritaria fue enfilada para tratar de evitar que esa consulta se llevara a cabo o, en todo caso, a debilitarla. Aquí también a Maduro “le salió el tiro por la culata”, ya que las primarias resultaron siendo una hazaña de la ciudadanía que retumbó por todas partes del planeta Tierra.

 

Maduro entonces montó otro escenario de distracción: un plebiscito para consultarle al pueblo qué hacer para defender nuestros derechos sobre el territorio Esequibo. La verdad es que la intención tras bastidores era sacar del radar el vibrante debate sobre las exitosas primarias, en las que María Corina Machado había logrado una pletórica victoria, convirtiéndose desde entonces, en la líder indiscutible de los ciudadanos que apuestan a un cambio profundo. Pero además, esa fallida táctica sirvió para sacar a la luz pública las posiciones auténticamente patriotas que, sobre la defensa de nuestras potestades sobre el territorio en disputa, ha hecho María Corina Machado, que contrastan con las posturas entreguistas de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.

 

Pero Maduro tenia a buen resguardo su instrumento nada secreto: las siniestras inhabilitaciones. Esa era su arma arrojadiza. El cálculo exprimido de los cerebros que interactúan en la sala situacional que trabaja para ese régimen, presagiaba que “María Corina llamaría a la abstención”, y a su vez vaticinaba “un resquebrajamiento de la dirección opositora”. Pues bien esos profetas se equivocaron, ya que el horóscopo manoseado no fue nada atinado. María Corina no solo se mantuvo en el carril electoral, sino que como toda una Estadista que es, se hizo a un lado para darle visibilidad y espacio a una opción distinta encarnada por la Dra. Corina Yoris, que terminó siendo víctima del pernicioso bloqueo. María Corina no se rindió, más bien respiro profundo y comenzó a trabajar para acertar con una formula unitaria que resulto ser Edmundo Gonzalez Urrutia.

 

O sea que ni se descarriló ni se fracturó la dirección opositora, sino que continuó transitando por la ruta electoral, superando los múltiples obstáculos que van, desde la represión que encarcela a los integrantes de los comandos de la oposición, judicializa a los partidos políticos, clausura medios de comunicación, acosa a los gerentes de hoteles que alojan a María Corina y a Edmundo, a las familias que los hospedan en sus hogares, a los motorizados, a los que les sirven un plato de comida, a los que los transportan en su canoas o hasta el caballo que montó María Corina en Barinas, es “sometido a investigación sumarial junto con los que se atrevieron a instalar los parlantes del sonido”.

 

El resultado está a la vista del mundo entero. Las movilizaciones son gigantescas, día tras día se incrementa el fervor, la esperanza y la fe de la gente que solo piensa en la reunificación de todos los venezolanos. Esas multitudes encabezadas por María Corina y Edmundo, asoman una clara disimilitud con los mítines liderados por Hugo Chávez en su campaña de 1998. María Corina y Edmundo unen los venezolanos, en cambio Chávez dividía a los venezolanos con su discurso pugnaz, como lo sigue haciendo su testaferro político Nicolás Maduro, que insulta a los electores llamándolos “decrépitos”, otro adjetivo que se suma a la lista de agravios que hacen recordar los tristes celebres “escuálidos o majunches”. Otra disensión se observa al contrastar el mensaje de María Corina y Edmundo a las Fuerzas Armadas. Maduro las trata como su “guardia pretoriana”, en cambio María Corina y Edmundo se dirigen a los militares en un tono sereno, respetuoso e institucional, dejando ver la confianza en que actuaran conforme a lo que esta pautado en el artículo 328 constitucional.

 

Otros escenarios a los que pudieran levantarle la espoleta es el de la manida treta del “auto golpe”, sainete  que terminaría siendo tan chapucero como el deprimente y deslucido espectáculo del general Zúñiga, en la hermana Republica de Bolivia. Otro, que tendría visos de locura extrema, es inventarse una maroma que les sirviera de justificativo para suspender las elecciones, cosa que también se les devolvería con una inusitada fuerza demoledora que socavaría más bien el poco capital político que les queda.

 

El otro escenario para Maduro, el que más le conviene a él, y especialmente a los dirigentes de su partido (PSUV), es facilitar una transición pacifica que le ahorre más sufrimientos a los venezolanos. Vemos que mientras Maduro desenvaina su bastón de mando para fanfarronear que “no entregara el poder”, María Corina y Edmundo ofrecen precisas y nítidas garantías para que nadie tema que sus derechos humanos serán desconocidos. La transición que lideraran Edmundo y María Corina comenzará por hacer resplandecer el Estado de Derecho con el correlativo pluralismo político, escenario en el cual tendrán posibilidad de relanzar a su movimiento partidista, los que asuman las riendas del PSUV. ¡Mas nunca detenciones arbitrarias! ¡Más nunca judicialización de partidos políticos!

 

Finalmente, el escenario del fraude esta al descubierto, lo hemos agarrado a tiempo, ya que se trata de un esquema único en Venezuela, como es ese fraude continuado y combinado que instrumentalizó las inhabilitaciones, los expedientes y las sentencias prefabricadas en las instancias de La Fiscalía, La Contraloría, El CNE y el Tribunal Supremo de Justica. Nos han robado el derecho a votar a más de 4.5 millones de venezolanos de la diáspora, pero no podrán robarnos el triunfo que, de antemano, ya se sabe irreversible, por la determinante e inocultable ventaja que resultará ser el antídoto más eficaz contra ese pretendido ardid de Maduro.

 

Antonio ledezma

@Alcaldeledezma.

Voto masivo mata fraude

Posted on: julio 7th, 2024 by Super Confirmado No Comments

Insistir en desconocer la verdad, pretender torcer el curso de los sentimientos de una inmensa mayoría de ciudadanos que proclaman su determinación de votar a favor de un cambio profundo en Venezuela, eso, en sí, representa un acto incorrecto y amoral equivalente a un fraude que atenta contra la esperanza colectiva y las ilusiones bien fundadas de un pueblo hastiado de ilegalidades, de arbitrariedades, que no se resigna a ser víctima de la imparcialidad de entes y funcionarios que, con turbadora frialdad, se prestan para cometer engaños, para timar la fe de la gente y para estafar sus legítimas intenciones mediante trapacerías y embelecos.

 

En medio de un escenario plagado de los más inopinados desafíos, millones de venezolanos asumen el reto de encabezar una auténtica gesta patriótica que haga posible superar todas esas barricadas, que van, desde la galopante corrupción política, administrativa, policial y judicial, mecanismos concordados al ventajismo comunicacional, la persecución, los sobornos y el ardid de mentir sin límites, por parte de los artífices de un régimen que no se detiene ante nada con tal de lograr sus fines inconfesables.

 

Cuando se haga un análisis de todos los sufrimientos que han escarmentado al pueblo venezolano, merecerá un capítulo especial el referido a su disposición de participar en elecciones que no son ni libres ni absolutamente transparentes; sin embargo, vemos a la ciudadanía y a sus líderes, en vez de retraerse, abstenerse o desgañitarse, “denunciando la trampa a la vista”, más bien dispuestos a luchar, a dar la pelea en ese pantanoso terreno, organizándose, preparándose de forma integral para saber y poder desmontar todo ese arsenal de trucos o confabulaciones. La acumulación de artificios puestos en marcha por esa falsa “revolución” en las elecciones en las que se midieron Capriles y Maduro en 2014, y el sainete de 2018, por ejemplo, no han sido estériles, en el sentido de que ahora les damos la voltereta para tenerlos como pistas de por dónde vienen los ardides de cara al proceso presidencial pautado para el venidero 28 de julio de este año.

 

La gente está advertida de que Maduro acusa el escalofrío de la derrota que le corre por la espalda, es evidente que no tiene respaldo, que es repudiado ampliamente por muchedumbres que dominan el miedo, sentimiento que ha sido la herramienta más sanguinaria de un régimen que apresa, tortura y asesina a disidentes, rutinas que ya se conciben como un patrón de conducta que ha dado lugar a investigaciones en el marco de los crímenes de lesa humanidad, cuyos expedientes son procesados en la Corte Penal Internacional. En definitiva, es un régimen sin gestión que mostrar, con un aparato partidista agotado y sin ese líder que los motive, entusiasme y movilice, tal como lo hacía Hugo Chávez en sus momentos de gloria.

 

En los comanditos que se han constituido a lo largo y ancho del país, se han repasado todos esos posibles escenarios que se relacionan con las maniobras que se pretenderán consumar; tretas que van desde la aviesa intención de suplantación del elector, consistente en el despropósito de que otra persona vote en lugar del legítimo elector, por ejemplo, personas que han fallecido o han sido desterradas. Pero tal como lo ha explicado, con argumentos técnicos y de forma didáctica, el experto en asuntos electorales Eugenio Martínez (@puzkas), “esas dudas y preocupaciones quedan despejadas”.

 

También está en la mesa de análisis la quema de las urnas electorales, eso sería encender a todo un país porque la cobertura de los centros y mesas de votación es total por parte del voluntariado preparado para que cumplan tales fines y así impedir que esos actos vandálicos puedan llevarse a efecto.

 

Las presiones y extorsiones a los electores beneficiarios de las cajitas de alimentos, las pensiones y demás prebendas públicas, ya no tienen potencia ni eficacia para forzar a unos seres humanos que han reconvertido ese miedo en una fuerza que los impulsa a pasar por encima de tan repulsivos mecanismos. De hecho, se sabe de la presencia de esos seres humanos en los actos que encabeza María Corina Machado, la gente está decidida y no darán marcha atrás en su determinación de sufragar por Edmundo Gonzalez. Incluso, también se ha constatado que en localidades interioranas de Venezuela, en las que Diosdado Cabello sufragaba jornadas de acarreo de activistas del PSUV, para que acudieran a actos paralelos en los que recibían a María Corina Machado y esos trabajadores de dependencias municipales, ministeriales o de gobernaciones, se escabullían para más bien acudir a escuchar a María Corina.

 

¿Que esas mafias son capaces de lo peor? ¡Sí, lo sabemos! Por eso, como dice el proverbio, “guerra avisada no mata soldados”, agregaría el siguiente aforismo, “pero sí mata fraudes”. Los equipos que han sido adiestrados para defender la esperanza de recuperar la democracia el próximo 28 de julio están al tanto de que los funcionarios del régimen madurista intentarán comprar votos, adulterar actas, preñar de votos falsos las urnas manipulando las maquinitas, suspender mediante un apagón las redes de comunicación para generar confusión, mientras creen que pueden envenenar los verdaderos resultados electrónicamente; pues bien, no lo van a lograr, todos esos vicios tienen su antídoto en la preparación de los testigos y dispositivos técnicos que conforme a las normas legales harán su trabajo.

 

Hemos soportado más de 25 años de esa barbarie. Hemos demostrado al mundo cómo ha sido posible movilizar espectacularmente a millones de venezolanos sin contar con aparatos tradicionales de medios de comunicación, solo disponiendo de las redes sociales. Nos hemos sobrepuesto a los acosos más abominables: inhabilitaciones, judicialización de partidos políticos, sometimiento de dirigentes postrados al mejor postor, a las detenciones arbitrarias, a resoluciones sobrevenidas e ilegales y a la sequía financiera que nos obliga a inventar y a ensayar métodos simples para no parar en el empeño de hacer realidad esta hazaña con signos de epopeya nacional. ¡No han podido rendirnos!

 

En la historia de Venezuela están las manchas de fraudes que han traído consigo desgracias, como aquel fraguado el 1 de febrero de 1897 en perjuicio del ganador, el general José Manuel “Mocho” Hernández, capítulo triste que terminó con la muerte del expresidente Joaquín Crespo en la batalla de la Mata Carmelera, cuando el general Crespo trata de capturar a quien se había declarado víctima de la trampa para favorecer al general Ignacio Andrade. El timo más reciente ocurrió en mayo de 2018, cuando Nicolás Maduro se hizo reelegir mediante un petardo electoral que trajo consigo la aparición del gobierno interino de Juan Guaidó. En conclusión, sabemos de las malas intenciones y a su vez que el antídoto para contenerlas está en la masiva participación de millones de electores que harán imposible taparear esa bribonada. Por eso votaremos, ganaremos y haremos efectivo ese triunfo. De eso pueden estar seguros.

 

 

@AlcaldeLedezma

Ran Ran

Posted on: julio 5th, 2024 by Super Confirmado No Comments

La primera vez que acudí a un curso de formación política tenía trece años de edad. Comparecí la mañana del primer sábado del mes de octubre de 1968 a la casa de Acción Democrática de San Juan de Los Morros, ubicada en las adyacencias del mercado municipal del pueblo. Llegue a las 8 am, tal como se nos había indicado. Firme la planilla de asistentes y me entregaron una credencial que me hizo sentir importante. También me dotaron de una carpeta contentiva de la tesis política de AD, la letra del himno Adelante a Luchar Milicianos de la autoría del poeta Andrés Eloy Blanco y unos folletos con algunos artículos escritos por lideres de la región, entre los que recuerdo a Ricardo Montilla y Alberto Turupial.

 

Así fueron mis primeros pasos en la juventud adeista de la mano de Rafael Ángel Marín Jaén, a quien llamábamos RanRan. Fue el liceo Juan Germán Roscio el epicentro de nuestro despegue para sumir la disciplina política con la pasión que nos asiste hasta el día de hoy. RanRan era una mole impetuosa que intimidaba al adversario. Su capacidad de oratoria alucinaba a la muchachada en esos días azules y de sol brillante bajo el cual nos reuníamos para escuchar a aquel líder con estampa de gurú, de carácter volcánico, a veces intolerable e irresistible, con ese par de ojos guerreros que hacían compas con su palabreo siempre en ristre, sabiéndose sagaz en su uso adecuado, pero sin presunciones ni espasmo de vanidad. Era un valiente capaz de embestir contra turbas acorazadas, empujado por ese coraje, a veces fiero, que lo enceguecía impidiéndole mirar ni reparar que se exponía a la peor suerte.

 

Todos esos episodios y recuerdos están congelados en mi memoria y por eso me quedo-hoy que se nos marcha de esta vida terrenal-con la imagen santurrona de aquel joven retaco, cruzado de escrúpulos de pudor, que lucía y prometía ser, desde entonces, como un resurrecto de la vieja guardia adeca.

 

Al enterarme de su muerte lo lloro en este penitente exilio, redimiendo de algún modo la lejanía que imponen los océanos y las distancias que producen las diatribas políticas. Lo recuerdo con ese protuberante abdomen que monopolizaba su cuerpo, pero que no impedía que fuera inusitadamente ágil. Rememoro esos discursos acoplados con el dramatismo rimbombante y ese tono enfático con el que exponía sus ideas. Le agradezco que haya sido mí andadera para dar los pininos aurorales de mi carrera política. Hoy, reunidos en familia, junto a Mitzy, pedimos por su eterno descanso. Lo esperan en el cielo su padre Bartolomé, también de genio y severidad imposible como su vástago y su tío Joel, un remanso de convivencia espiritual. Para su viuda Antonietta, sus hijos: Rafael, María Antonietta y Marianita; hermanos, demás familiares e innumerables amigos y compañeros, nuestras mas sinceras palabras de solidaridad y condolencias.

 

Antonio y Mitzy Capriles de Ledezma.

Desde el exilio, Madrid, 4 de julio de 2024.

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