Un poco de contexto: en el año 2015, El Nacional fue demandado por el Sr. Cabello (sí… el mismo que diariamente difama desde un programa de televisión). El motivo aducido era la difamación e injuria ocasionada al impune personaje por la publicación de una noticia que afectaría a tan educado caballero. Lo cierto fue que este periódico solo citó una noticia que ya había sido publicada en otro medio. El resultado fue la sentencia condenatoria de abril de 2021 fijando una suma de daños a indemnizar por 13,6 millones de dólares a favor del demandante ofendido (Cabello) en concepto de “daño moral”, suma totalmente imposible de pagar. Ante ello, la “justicia bolivariana” con insólita premura decidió en febrero de 2022 el embargo, secuestro y ocupación del edificio y equipos de la empresa, con lo que se logró el objetivo de sacar de circulación la edición física del periódico. Sin embargo, a costa de heroico esfuerzo, El Nacional se mantiene vivo y activo en la modalidad digital, la cual -también- es atacada a través del bloqueo de su página en Internet.
La aclaratoria que antecede tiene por objeto precavernos de sorpresas similares siendo que esta misma semana se ha dado a conocer en las redes sociales que uno de los componentes de la Fuerza Armada (la aviación) por boca de uno de sus mas calificados voceros habría incentivado a sus efectivos para que asuman “emprendimientos” (en mi casa lo llaman “matar tigres”) algunos días de la semana para suplementar el magro ingreso que reciben de la institución. Hasta la fecha en que estas líneas se escriben la noticia no ha sido desmentida y hasta este mismo periódico publicó el pasado día 14 de los corrientes –en carácter de editorial- con el título de “El rebusque”, una opinión crítica de tan insólita situación (https://www.elnacional.com/opinion/el-rebusque/).
De ser cierta la especie, no tardará en llegar el día en que efectivos de la otrora “gloriosa” Fuerza Armada inicien la campaña de emprendimientos, entre ellos seguramente la muy tradicional venta de “papitas, maní, tostón” que tan familiar ha resultado a los venezolanos de toda época cuando concurríamos a presenciar los juegos de pelota, o la buhonería en redomas y bulevares. Claro está que todo trabajo honra a quien lo hace, pero ello no justifica haber llegado al extremo de promover tales prácticas desde las altas esferas gubernamentales. Aspiramos que al menos, en ejercicio de los “emprendimientos”, esa gente tenga la discreción de no vestir ¡el uniforme de la patria!
Ese mismo gobierno es el que también promueve que los maestros hagan emprendimientos un par de días por semana ante la imposibilidad de aumentarles sus míseros sueldos. ¡Bonita formación y educación espera a nuestros jóvenes!
Ni qué decir de jubilados y pensionados cuya angustiosa situación ya ha pasado a ser denunciada -con pruebas- ante la Corte Penal Internacional de La Haya con la calificación de “delitos de exterminio” consistente en la privación de alimentos y medicinas a esos determinados sectores de la sociedad.
Un emprendimiento que bien pudieran encarar los necesitados es la emigración, pero resulta que para hacerlo se precisa un pasaporte y para obtener tal documento se han agregado tal número de recaudos que sumados al precio de 216 dólares resultan en la imposibilidad de considerar esa posibilidad que ya ha sido aprovechada por más de siete millones de compatriotas mientras el Estado tenía la posibilidad y voluntad de proveer esa documentación indispensable a sus ciudadanos.
Todas esas lamentables realidades y sus consecuencias en los migrantes ha animado a que el gobierno de Canadá, la Unión Europea, Acnur (Refugiados)y la Organización Internacional de Migraciones de Naciones Unidas hayan propiciado la convocatoria de una Conferencia Internacional en Solidaridad con los Refugiados Venezolanos y los Países y Comunidades de Acogida, destinada a juntar recursos para aliviar las penurias de tantos compatriotas nuestros que enfrentan fríos extremos, violencia, deportaciones, hambre, humillación, etc., no por ganas de ir a visitar Disneylandia sino por la acuciante necesidad de sobrevivir.
Según comunicado de los ocupantes de Miraflores, el asunto mencionado no responde sino al deseo de los “enemigos de la revolución” de politizar el tema migratorio. Ahora resulta que el régimen en lugar de ser el victimario aspira a presentarse como víctima. Afortunadamente para ellos gozan del “apoyo” de Cuba, Nicaragua, China y Rusia, cuyos logros en materia de derechos humanos no parecen ser muy ejemplares.
Todo lo anterior ha resultado en movilizaciones aún reducidas, pero de gran coraje (maestros, enfermeros, jubilados, etc.) y de ellas ha ido surgiendo un nuevo liderazgo valiente, claro y bastante creíble que en medio de la represión y la escasa voluntad de movilización popular van armando el andamio desde el cual es posible que se construya una protesta cuyo peso amerite la necesidad de ser escuchada y negociar. Nada de México, lo que hace falta son b…
@apsalgueiro1