El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, relacionó hoy la nueva crisis migratoria que está experimentando Europa con la escasez de ayuda internacional para los refugiados, obligados a huir de conflictos para salvar la vida y que intentan llegar al continente por vías marítimas, como ocurrió ya en 2015.
«El plan de respuesta humanitaria para dentro de Sudán, que incluye a más de cuatro millones de desplazados internos, está financiado solo en una tercera parte, y el plan para los refugiados (en los países vecinos, principalmente) solo en una cuarta parte», dijo como ejemplo al inaugurar la reunión anual del comité ejecutivo del organismo.
«A nadie le debe sorprender que estemos viendo un movimiento de gente que se embarca en peligrosos viajes. Entre las personas que llegan hoy a Túnez e Italia hay sudaneses que han huido de los combates y se han desplazado desde países vecinos de Sudán, donde la ayuda es muy insuficiente», explicó Grandi.
El alto comisionado confesó que en los ocho años que lleva al frente al ACNUR nunca vio un déficit de financiación parecido, no solo para su entidad, sino en general para el trabajo humanitario.
Recordó que se puede hacer una analogía con lo que ocurrió en 2015, cuando cientos de miles de sirios y refugiados de otras partes de Oriente Medio llegaron a Europa, coincidiendo con una reducción de la asistencia humanitaria.
«El número de sirios que intentan cruzar el Mediterráneo ahora también está aumentando en un momento en que la ayuda humanitaria en Siria y en países vecinos, como Jordania y Líbano, está experimentando drásticas reducciones de nuevo», enfatizó en la reunión.
El alto comisionado aseguró que su organismo ya está priorizando y «tomando duras decisiones» en vista de la reducción de fondos, con un déficit que se eleva a 650 millones de euros que deben cubrirse antes de fin de año.
EFE
