En su sesión número 204, en Viena, el Consejo Directivo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) acordó “por unanimidad” (según confirmó Lord Sebastian Coe, presidente de la IAAF) mantener la suspensión de la Federación Rusa de Atletismo (ARAF) para los Juegos Olímpicos de 2016. Esta suspensión, aceptada por la propia ARAF el 25 de noviembre de 2015, se confirma porque la Federación Rusa no cumplió las exigencias de lucha antidopaje que impusieron la IAAF y la Agencia Mundial (WADA/AMA). Como país y con su bandera, Rusia no podrá enviar atletas a los Juegos.
“Fuera como fuese, este iba a ser un día triste: no nos pueden preocupar cuántos atletas compitan en los Juegos, sino cuántos vayan limpios. Por simple humanidad, no era una decisión fácil”, reveló Coe.
Al hablar de Rusia (que entre 1952 y 1988 participó en los Juegos como URSS, Unión Soviética) se habla del segundo país (primero, EE UU) con más medallas en el atletismo olímpico: 272. De ellas, 100 de oro. Se habla de Vladimir Kuts, Viktor Saneiev, Valeri Borzov… o Yelena Isinbayeva.
Este martes próximo, en Lausana, el Comité Olímpico Internacional (COI) mantendrá una reunión de emergencia, con su presidente, Thomas Bach a la cabeza. Previsiblemente, el COI debatirá el permiso para casos individuales como la propia Isinbayeva, Shubenkov, Menkov. Irían con bandera olímpica: y con visto bueno de Lord Coe y la IAAF.
AS