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Observación internacional, el “último cartucho” para proteger el voto opositor en las presidenciales

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Observación internacional, el “último cartucho” para proteger el voto opositor en las presidenciales

La presencia de veedores internacionales ofrecería mayor confianza a los electores para así ejercer su derecho al sufragio. Efraín Rincón, politólogo, asegura que la observación internacional “legitima las elecciones”. De acuerdo con el politólogo Jesús Castillo Molleda, el Gobierno intentaría convocar “veedores cómodos” para el mandatario

Se acerca el 28 de julio y el gran anhelo de los venezolanos está en lograr unas elecciones presidenciales confiables. De acuerdo con el politólogo y especialista en campañas electorales, Efraín Rincón, solo la observación internacional garantizaría la transparencia y pulcritud de los resultados.

Al igual que en 2018, el Gobierno nacional tendría un par de factores que necesitaría “esconder bajo la alfombra” de la comunidad internacional.

A juicio del especialista, el voto asistido, el ventajismo durante el proceso comicial, la intimidación de los grupos violentos afectos al Gobierno contra ciudadanos y las limitaciones para inscribir a candidatos opositores serían solo algunos de los elementos que les “jugarían en contra” cuando de confiabilidad de los resultados se trata.

“Las organizaciones que tienen la responsabilidad de la observación electoral pueden constituirse en la piedra en el zapato del Gobierno cuando hay testigos que puedan manifestar cómo se desarrolló el proceso”, explicó Rincón.

Es por esto que, en palabras de Rincón, las invitaciones que el Consejo Nacional Electoral (CNE) realizó a más de seis organismos internacionales sería el punto de giro que direccione a Venezuela hacia unas elecciones limpias.

“En la medida en que un proceso electoral cuenta con aprobación de los veedores internacionales hay confianza en la legitimidad de los resultados y en la figura que obtuvo la victoria electoral”, aseveró el especialista.

Supervisores «cómodos» para Maduro

Se sabe que el CNE invitó a representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac), los Brics, la Comunidad del Caribe (Caricom) la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniores) y la Unión Africana para supervisar los comicios.

“El Gobierno (también) invitó a observadores internacionales cómodos para ellos”, aseguró el politólogo y profesor universitario, Jesús Castillo Molleda, quien expuso que los únicos organismos que confirmaron su asistencia son el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) y el Observatorio Parlamentario y Electoral para la Integración Regional (Opeir), organismos afines a la administración de Maduro.

De estos, el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), repite como veedor tras ser de las pocas organizaciones que reconoció la victoria de Nicolás Maduro en el 2018.

Ricardo Lobo, analista político, asegura que tanto el Ceela como el Opeir responden a “una estrategia del presidente Chávez”, que se concentró en “la creación de instituciones no gubernamentales que le dieran justificación a lo que la revolución bolivariana hacía en el continente”.

Es por esto que la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Centro Carter serían los “últimos cartuchos” para proteger el voto opositor en las presidenciales.

“Todo convenio que firme el CNE con instituciones que no generan confianza, ocasionan que la población se aleje, de ahí que se requieran otras (organizaciones) como el Centro Carter o la ONU”, explicó Lobo.

¿Y la Unión Europea?

El panorama electoral está marcado por un intento de “diplomacia” por parte del Gobierno venezolano al convidar a organizaciones con las que ha tenido más de un roce en el pasado. Tal es el caso de la Unión Europea, a cuyos representantes ordenó salir del país en el pasado 2021, pero, en un acto de “olvidar el pasado” invitó como observadores internacionales para este año.

A juicio del politólogo Rincón, el oficialismo habría cambiado de estrategia debido a un “asedio de la opinión pública internacional”.

El comportamiento que ha tenido el Gobierno durante el proceso electoral colocó a Venezuela en el ojo del huracán (…) esta presión internacional, sumado a las negociaciones de las que nosotros no tenemos conocimiento, han generado este cambio de opinión”, afirmó.

Desde el anuncio de su invitación, la institución aseguró que emitiría una respuesta en mayo. Pero, este lunes 13 la UE realizó una jugada sorpresa: el retiro de las sanciones contra Elvis Amoroso, presidente del CNE. Tras conocerse la preferencia de la UE hacia el rector, “ardió Troya” entre las filas del chavismo.

Fue tanto el disgusto entre el oficialismo que Amoroso tuvo que emitir un comunicado rechazando estas acciones. Luego, el propio presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, pidió que se anule la convocatoria a la Unión Europea. En otras palabras, los funcionarios no habían subido al avión cuando ya los habían expulsado de Venezuela, una vez más.

De esta manera, la UE se suma a la lista de los no invitados como veedores en los comicios, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Grupo Idea.

El profesor universitario y politólogo, Jesús Castillo Molleda, detalló que a la administración de Maduro no le convendría que estas instituciones asistan al encuentro en las urnas debido a que “son críticas del gobierno y manifiestan apoyo constante a candidatos opositores”.

Expuso que, al tratarse de veedores que no están alineados a los ideales maduristas, “la observación internacional puede ser prudente en participar y solo dedicarse a observar y manifestar irregularidades en privado, pero también se corre el riesgo que las fallas detectadas no sean en privado y puedan expresar ventajismo del gobierno”.

La esperanza del elector

Ricardo Lobo opinó que solo organizaciones como la Unión Europea, la ONU, Centro Carter y la OEA podrían “sopesar la inconformidad de la población al saber que los observa alguien que no les proporciona la confianza necesaria”.

“Ante un gobierno que está en sospecha internacional, la observación viene a garantizarle al sector opositor que sus derechos no serán vulnerados y que tendrán la posibilidad de ir a votar (…) La presencia de estos observadores le da tranquilidad al elector”, apuntó Lobo.

Destacó que los veedores “le permiten al opositor saber que su grito será escuchado y que quien está de frente no podrá violentarlo porque el día de las elecciones habrá funcionarios de todas partes del mundo observando”, lo que proporcionaría un “blindaje” y “protección” al elector.

Por su parte, el politólogo Efraín Rincón alega que la llegada de misiones que vigilen el proceso comicial le otorgará legitimidad al mismo, aspecto que fue altamente cuestionado por la opinión pública en las últimas elecciones de 2018.

“Es un elemento muy importante para la democracia venezolana, muy especialmente para la oposición venezolana contar con la observación de organismos cruciales en la defensa de la democracia, los procesos electorales y de la libertad”, destacó.

Por el momento, el país espera por la respuesta de la ONU y del Centro Carter, quienes enviaron misiones exploratorias y quedaron en dar respuesta a la invitación durante este mes. Desde la acera opositora, la militancia y la dirigencia esperan con gran expectativa que acepten y estén presentes en los comicios para tener un “respiro” al saber que contarán con veedores no complacientes con el poder en las urnas el próximo #28Jul.

VF

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