La normalidad reina hoy, en el el segundo día de Sede Vacante, en el Vaticano, a donde comienzan a llegar los cardenales que participarán en el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI y que celebrarán las dos primeras reuniones preparatorias el próximo lunes.
La plaza de San Pedro del Vaticano está, como todos los días, llena de turistas y fieles, que hacen largas colas para entrar en la basílica, así como de romanos, que aprovechan los sábados para pasear por el recinto vaticano.
Las colas también se hacen -y eso sí es muestra de que la Iglesia está sin papa- en las oficinas de filatelia y numismática del Vaticano, donde coleccionistas y fieles compran ya los sellos de la Sede Vacante.
Visto que Benedicto XVI anunció su renuncia el 11 de febrero y que sería efectiva el 28 de febrero, el Vaticano ha tenido tiempo de preparar la serie de sellos de Sede Vacante y la ha puesto a la venta nada más entrar en el interregno que va desde que un papa fallece o renuncia hasta que se elige al sucesor.
La serie reproduce el emblema de la Sede Vacante, que consiste en las dos llaves entrelazadas y sobre la mismas el dosel que sustituye a la tiara papal en los tiempos en que no hay Pontífice.
El Vaticano ha sacado a la venta 230.000 series completas, cada una de las cuales consta de cuatro sellos con fondos en verde, amarillo, gris y azul.
El verde es el destinado a las cartas para Italia, el azul para Europa, el gris para América y el amarillo para Oceanía.
Los sellos son vendidos exclusivamente en las Oficinas Postales de la Ciudad del Vaticano y la venta sólo durará el tiempo de la Sede Vacante.
También ha sacado a la venta dos sellos, con el matasellos sobre la renuncia de Benedicto XVI.
Junto a los sellos, también tiene previsto sacar una moneda de dos euros conmemorativa de la Sede Vacante, pero está no estará disponible hasta dentro de varios meses.
A dos días del comienzo de las dos primeras congregaciones de cardenales preparatorias del segundo cónclave del tercer milenio (el primero fue el de 2005), siguen llegando los purpurados a Roma, donde ya se encuentran más de 150, de los 207 que componen el Colegio Cardenalicio.
Hoy y mañana, domingo, no tienen prevista ninguna reunión oficial, pero aprovecharán para mantener encuentros privados, comentar la situación de la Iglesia y diseñar el perfil que tiene que tener el próximo papa, que -según coinciden la mayoría de los cardenales- debe ser «relativamente joven», para guiar con energía la Barca de Pedro.
Por «joven» en el Vaticano se considera a un cardenal que tenga entre 60 y 70 años.
Durante estas reuniones también comenzarán a definirse los grupos de cardenales que apoyan a los candidato y surgirán los «grandes electores», es decir los cardenales capaces de dirigir el voto.
Como «grandes electores» están considerados, por el poder que detentan en la Iglesia, el cardenal decano, Ángelo Sodano, que supera los 80 años y no podrá entrar en la Capilla Sixtina, y el cardenal camarlengo, Tarcisio Bertone, que sí es elector.
Según informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, no se espera que el próximo lunes se anuncie la fecha del cónclave, que se decidirá cuando todos los cardenales electores se encuentren ya en el Vaticano.
Fuente: Agencias