Conocido como ‘Papi a la orden’ por su trato directo y su discurso centrado en el trabajo, el conservador Nasry ‘Tito’ Asfura se convirtió este miércoles en el virtual presidente electo de Honduras, tras una trayectoria marcada por dos intentos fallidos y el respaldo público del presidente de EE.UU., Donald Trump, a su candidatura.
Asfura, del opositor Partido Nacional, será el sucesor de la actual mandataria del país, Xiomara Castro, a partir del 27 de enero de 2026, tras imponerse en su tercer intento presidencial con el 40,26 % de los votos, según la declaración oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El candidato del conservador Partido Liberal, Salvador Nasralla, quedó en segundo lugar por un estrecho margen, con el 39,54 % de los sufragios, mientras que la postulante del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, se ubicó en la tercera posición.

Asfura venía de perder las elecciones generales de 2021, cuando la ganadora fue la hoy gobernante saliente Xiomara Castro, del izquierdista partido Libre, tras una alianza presidencial con Nasralla que puso fin a tres períodos consecutivos del Partido Nacional en el poder, entre 2010 y 2022, los últimos ocho bajo el mandato de Juan Orlando Hernández.
Tras aquella derrota, Asfura acudió personalmente a felicitar a Castro como presidenta electa.
La trayectoria de Nasry Asfura
El virtual presidente electo hondureño, a quien Trump expresó su apoyo público tres días antes de los comicios, es un empresario de la construcción, de origen palestino, nacido el 8 de junio de 1958 en Tegucigalpa.
Fue alcalde de la capital hondureña durante dos períodos, etapa en la que impulsó numerosas obras de infraestructura de acero y cemento destinadas a mejorar la circulación vehicular, lo que dio un aire de modernización a varias zonas de la ciudad.
Casado con Lissette Del Cid y padre de tres hijas, Asfura ha ejercido diversos cargos públicos desde finales del siglo pasado, entre ellos regidor (concejal) de la Alcaldía de Tegucigalpa y ministro del Fondo de Inversión Social.
Tras concluir la secundaria en un colegio católico, inició estudios de ingeniería, aunque pronto optó por dedicarse de lleno a la industria de la construcción, actividad a la que ha consagrado la mayor parte de su vida.
Las propuestas para Honduras
En la campaña presidencial, Asfura centró su propuesta en la estabilidad fiscal, la generación de empleo y la infraestructura productiva, además de plantear el fortalecimiento del sector agropecuario, la mejora de la conectividad y la ejecución de proyectos con impacto inmediato en la economía local.
También prometió “trabajo y más trabajo”, una consigna coherente con su imagen pública: suele vestir pantalón vaquero, camisa arremangada y zapatos de trabajo de campo, y afirma no ser “un empleado para estar en una cómoda oficina”.
En ese contexto, buscó el regreso al poder de un Partido Nacional desgastado tras tres períodos de Gobierno salpicados por múltiples denuncias de corrupción y narcotráfico.

Asfura, que profesionalmente se define como “un bachiller” —pues se matriculó en la carrera de ingeniería civil, pero no la concluyó—, utiliza teléfonos móviles de tecnología básica, con los que atiende buena parte de sus asuntos laborales.
En 2020 fue señalado por una unidad del Ministerio Público por presunto lavado de activos, fraude, malversación de caudales públicos y abuso de autoridad, pero un fallo del Poder Judicial descartó llevarlo a juicio. El dirigente ha rechazado esos señalamientos, así como cualquier implicación en los Papeles de Pandora, un escándalo internacional de corrupción que involucró a políticos, funcionarios y empresarios. EFE










