El portentoso saxofonista fallece en Nueva York a los 83 años
Fue autor de la banda sonora de ‘El último tango en París’
El portentoso saxofonista argentino Gato Baribieri ha fallecido en Nueva York a causa de una neumonía. Tenía 83 años. La música argentina y el mundo del jazz están de luto: Barbieri era considerado uno de los grandes saxofonistas contemporáneos y, para muchos, el segundo músico argentino que más impacto tuvo en el jazz moderno tras Lalo Schifrin, en cuya orquesta tocó.
Con su estilo torrencial y cálido, el saxofonista se hizo famoso por estar detrás de la música de la película El último tango en París, que le llevó a ganar un Grammy, pero contaba con más de 30 discos en su carrera.
Nacido en la ciudad de Rosario en 1932, formó parte de una familia con varias personas dedicadas a la música pero él no sintió la llamada del jazz hasta los 12 años cuando escuchó por primera vez Now’s the Time de Charlie Parker. Sus primeros pasos fueron con el clarinete. Al cumplir los 18 años se mudó a Buenos Aires donde cambió el clarinete por el saxo alto y comenzó a tocar en orquestas de baile y clubs de jazz. Fue cuando recibió el apodo de Gato, a causa de su actitud escurridiza. En 1953 entró en la banda de Lalo Schifrin y se convirtió en un músico muy respetado en Argentina. Influido por el ardiente bebop de Parker, su estilo pronto se caracterizó por una textura extraordinaria y una fuerza determinante.
Tras su paso por la orquesta de Lalo Schifrin, Barbieri decidió nuevos rumbos y, tras establecerse una temporada en Italia, se mudó a Nueva York, ciudad en la que residió hasta su muerte.A partir de entonces, su carrera se disparó entre nombres de primer nivel en el jazz. Colaboró con Don Cherry, Cecil Taylor, Charlie Haden, Pharoah Sanders, Roswell Rudd o Ron Carter mientras publicó álbumes muy acogidos por crítica y público como Third World y Fenix, donde incorporaba elementos latinoamericanos. También su directo El Pampero, investigando en ritmos argentinos pero también brasileños y afrocubanos, causó gran sensación.
Respetado y admirado por sus colegas americanos, la fama le llegaría en 1972 cuando se encargó de la banda sonora de El último tango en París. Como la célebre película protagonizada por Marlon Brando, su música impactó en la memoria emocional de toda una generación. Barbieri tocó en varios festivales internacionales como Montreux, Bolonia o Newport y se erigió como embajador de un free jazz de raíces sudamericanas, capaz de incorporar al género matices del tango y el folclore andino. Aunque sus peores años llegaron en los ochenta.
Innovador y genuino, el saxofonista fue querido en Nueva York, la capital jazz del moderno. Su impronta trascendió fronteras y géneros y, junto a Carlos Gardel, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Lalo Schifrin y Dino Saluzzi, se hizo uno de los grandes embajadores argentinos de la música.
Fuente: El País