Miguel Cabrera sale todas las mañanas del clubhouse de los Tigres junto a Omar Vizquel y se pone a trabajar en su readaptación a la primera base.
Alrededor del primer cojín del Joker Marchant Stadium, casa primaveral de los Tigres, la estrella de Detroit pasa un largo rato, previo al entrenamiento del equipo, practicando lo que debe hacer en las diferentes acciones defensivas en las que puede estar envuelto en el juego.
“Hemos trabajado más en la reacción hacia la primera, en los rollings atrasados que salen por ahí, en tratar de mover los pies correctamente, en quedarme en una buena posición en primera, en tratar de moverme con los ángulos de los tiros”, especificó Cabrera.
El venezolano se siente a gusto con su regreso a la inicial, una posición que se le da más fácil, y que dejó luego de la temporada 2011 para permitirle al equipo contratar a Prince Fielder.
Más suelto
Para esta campaña, sin embargo, los Tigres decidieron darle nuevamente la primera base a Cabrera, para lo que cambiaron a Fielder a los Rangers de Texas por Ian Kinsler.
El movimiento, además de mejorar la defensiva del equipo, reduce la exigencia física del doble ganador del Cy Young, lo que en teoría le daría la oportunidad de mantenerse saludable por más tiempo.
“Estoy más tranquilo aquí. Es una posición que realmente me gusta y espero que pueda jugar una buena primera base y ayudar al equipo a ganar”, dijo el venezolano, quien ya no usará un guante con las inscripciones “Triple Crown 2012” en hilos dorados sobre la sección de cuero azul, en el anverso de su herramienta defensiva.
“Traté de que me lo hicieran igual, pero me dijeron que no podían, por la forma que tiene el mascotín”, explicó Cabrera, a quien la Wilson le provee los guantes.
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