«Salvo que la salud de la madre o del feto no permite una relación íntima, resulta muy importante mantener la intimidad sexual de la pareja y aprovechar los últimos meses antes de la llegada del bebé. De hecho, se ha demostrado que las parejas que mantienen una actividad sexual satisfactoria son más felices y afrontan con mayor serenidad el embarazo y el nacimiento del bebé. Además, de esta manera resulta más fácil retomar las relaciones sexuales después del parto», explica Gery Asanova, responsable del departamento de asesoras de Sex Place. Y es que en esta firma aseguran que mantener relaciones sexuales durante el embarazo suele ser el principal foco de conflicto, pues se da el caso de que algunas mujeres manifiestan un cierto miedo a que el feto pueda resultar dañado.
«Cuando crece la barriga de la madre, hay que recurrir a posturas nuevas»
Si bien destacan que las posturas y el uso de juguetes y accesorios eróticos son algunos de los temas que más preocupan. «Al crecer la barriga de la mamá, habrá que adaptar la actividad sexual a este límite y recurrir a posturas nuevas», explica la sexóloga. En este sentido, revela que es aconsejable utilizar almohadas para evitar molestias en según qué partes del cuerpo (lumbares, cervicales, etc) así como priorizar las posturas que permiten una mejor acoplamiento del cuerpo sin producir una penetración demasiado profunda y las que no presionan el abdomen de la mujer.
Algunas de las posturas más utilizadas durante el embarazo son:
El misionero (lo utiliza el 79% de las mujeres, siendo la postura preferida), según sus datos.
La cuchara es elegida por el 16% de las parejas
La postura Andrómaca: la mujer sentada sobre la pelvis del hombre que está tumbado en la cama es la que indican el 5% de las mujeres consultadas.
El perrito con la mujer a cuatro patas sobre la cama y el hombre detrás es la que menos gusta porque el peso recae sobre los brazos de la mujer y acaba fatigando.
Más del 70% de las parejas dejan de practicar sexo durante estos nueve meses, según la encuesta realizada por esta firma a través de su portal on line.
Además del «miedo» a que el feto resulte dañado, hay que señalar que el 40% de las mujeres embarazadas tienen un descenso del deseo sexual debido al cambio estético que se está produciendo en su cuerpo. En este sentido la figura de la pareja cobra especial importancia sabiendo transmitir a la embarazada que él no lo siente así, trabajando la relación y buscando las formas más cariñosas para motivar a la madre y que recupere la líbido.
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