Mbappé está hecho del material de las estrellas. Tiene en su interior un goleador que sale en el momento justo, en el instante adecuado. Con 18 años, ya manda en la Champions. Cuando la Liga de Campeones se empina, en el momento en el que los ‘grandes’ aparecen en busca de la ‘Orejona’, el punta francés se ha crecido. Amargó al City en octavos y tumbó al Dortmund (2-3) en su estadio. Bajo el muro amarillo Mbappé se creció y sumó admiradores. No entró mucho en juego pero cuando la tocó la lió.
La fiesta de goles que se intuía que iba a ser el partido llegó con un día de retraso. El ataque al autobús del Dortmund que provocó la suspensión del choque marcaron los prolegómenos de partido en el que se homenajeó a Bartra. Después, el Mónaco interpretó su plan mejor que el conjunto ‘borussen’: ordenado y rápido a la contra, el conjunto de Jardim hizo daño en cada acción.
Mbappé apareció desde el principio. Ganó la posición a Sokratis y sacó un penalti discutible. Dudoso. Le agarraron pero no con tanta intensidad como para acabar en el suelo. Fabinho, por las dudas, mandó al limbo la pena máxima en un arte en el que era infalible (llevaba 15 de 15 en penaltis con el conjunto monegasco). El fallo no apagó al Mónaco. Cada balón a la espalda de la línea de tres alemana era una tortura para Sokratis, Bender y compañía. El Dortmund dominaba pero no percutía. Cosa que sí hizo el Mónaco. Bernardo Silva agarró el balón en su campo y se inventó un carrerón antes de asistir a Lemar, que la puso para que Mbappé desviara a al fondo de la red el 0-1. Remató en fuera de juego. Otra vez el árbitro protagonista. Otra vez Mbappé ejerciendo de actor principal. Con 18 años y tres meses ya era el segundo futbolista más joven en marcar en unos cuartos de Champions (sólo le supera Bojan, que lo hizo con 17 y siete meses).
El Dortmund apretaba sin claridad. Kagawa desperdició la opción ‘borussen’ más clara. Aubameyang no aparecía y sólo Dembélé cambiaba el ritmo amarillo. Con el equipo de Tuchel con el balón, Raggi la puso con la izquierda y Bender se anticipó a Falcao anotando en su portería el 0-2. Dos mazazos para el Dortmund.
Tuchel metió a Pulisic y Sahin en el descanso y todo cambió. El Dortmund comenzó a apretar, a dominar, a ver a Subasic. Pulisic comenzó a hacer lujos, a romper a Raggi y a crear ocasiones. Una tras otra. Una tortura para el Mónaco. Guerreiro la puso, Aubameyang la dejó de tacón y Kagawa le dio a Dembélé el 1-2. El extremo francés apareció, como siempre. Ya ha participado en 23 tantos este curso. Subían las esperanzas amarillas.
Los dos adolescentes que espía el Real Madrid, los dos compañeros en la selección francesa y las dos estrellas emergentes habían ‘mojado’. Su duelo estaba empatado… hasta que lo desniveló Mbappé. El Dortmund buscó el empate, tomó riesgos y un mal envió de Piszczek a Sokratis lo robó el punta francés y se quedó solo ante Bürki. Elegante y potente, descontando zancadas a su gol, no necesitó entrar en el área para marcar. Con rosca, puso el 1-3. Un golazo. Dos goles al City, doblete al Dortmund… En su debut en las eliminatorias de Champions ha marcado en octavos y en cuartos. Lleva ya 21 tantos esta temporada. Una sobrada.
El Mónaco veía ya las semifinales… pero Kagawa se inventó un golazo. Cogió el balón, sentó a Jemerson con la derecha y batió a Subasic con la izquierda. Puso suspense al final… y a la eliminatoria. El Dortmund llega vivo a Mónaco pero en desventaja. Tendrá que remontar en la casa de Mbappé. Y eso, ahora, son palabras mayores.
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Por Confirmado: Gabriella Garcés