La prevención es la clave: reduce el riesgo de contraer problemas dentales como caries, halitosis, hipersensibilidad o gingivitis con una correcta higiene bucal
El cepillo adecuado
Al elegir nuestro cepillo es mejor que el cabezal no sea muy grande y que las fibras sean medios o suaves, para que se adapte mejor a la anatomía dental. El cepillo debe cambiarse aproximadamente cada 2 o 4 meses, esto dependerá de su desgaste. Procura que tenga un limpiador de lenguas.
La correcta técnica de cepillado
Conocida como la Técnica de Bass, consiste en inclinar el cepillo 45º grados entre diente y encía, de manera que los filamentos estén en contacto con el margen encía-diente y abarquen dos o tres dientes. Conviene hacer pequeños movimientos circulares con el mango sin presionar.
Pasta, enjuague e hilo dental
El uso de un enjuague bucal dos veces al día ayuda a mantener los dientes y las encías más sanas. Previene y reduce la placa dental, una de las causas de la aparición de problemas en las encías, y refuerza el esmalte de los dientes. La pasta dental debe, preferiblemente, contener fluor. ¡Y no te olvides del hilo dental para eliminar los restos de alimentos!
Las oportunas visitas al odontólogo
Es aconsejable visitar al dentista para que realice una revisión general como mínimo una vez al año. También se recomienda que durante estas citas se haga una limpieza dental. No esperes tener algún problema o dolor para acudir donde un especialista. Siempre es mejor adelantársele a las enfermedades.
Eme de Mujer