El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy que no habrá «intocables» en las investigaciones que se siguen por el atentado que sufrió hace una semana cuando dos drones explotaron en un acto que encabezaba el mandatario y del que salió ileso.
«¡No habrá intocables! (…) Se hará justicia ante este crimen, no se va a imponer el sicariato en Venezuela», apuntó el líder chavista a través de Twitter, la única vía por la que se expresó este domingo luego de que ayer revelara nuevos detalles del caso en cadena obligatoria de radio y televisión.
La advertencia de hoy fue especialmente dirigida a «la oligarquía colombiana y la oposición extremista» de Venezuela, responsables, según el mandatario, del plan que buscaba asesinarlo el 4 de agosto en medio de una actividad con militares en una gran avenida de Caracas.
Maduro reiteró que la Fuerza Armada tiene «la responsabilidad de proteger» Venezuela y «hacerla inexpugnable al terrorismo imperialista oligárquico colombiano».
Estas palabras surgen un día después de que acusara al expresidente colombiano Juan Manuel Santos de haber ordenado el supuesto plan magnicida en alianza con los diputados venezolanos Julio Borges -expresidente del Parlamento- y Juan Requesens, preso desde el martes por estos hechos.
«Defenderemos la integridad de Venezuela y cuidaremos nuestro derecho a un futuro de paz y tranquilidad», agregó hoy Maduro.
El gobernante venezolano ha señalado a sus detractores locales como responsables del fallido atentado y denunció incluso que existía un plan de «gobierno de transición» que entraría en vigor si se hubiese concretado «la masacre».
Aunque Maduro no ha dado más nombres, adelantó que en los próximos días se conocerán las identidades de los políticos que estarían implicados en estos planes, incluso de la persona que presidiría la supuesta transición.
Mientras tanto, el diputado Requesens pudo hoy comunicarse con sus familiares tras más de 100 horas de haber sido detenido e incomunicado, razón por la que sus defensores lo calificaban como «desaparecido».
«El día de hoy 12 de agosto en horas de la mañana fuimos contactados telefónicamente (…) por Juan Requesens», dice un comunicado de la familia del legislador, que fue difundido por su partido Primero Justicia (PJ).
«En esta llamada Juan nos comentó sobre su estado y realizó algunas solicitudes de implementos para el aseo personal», agrega sin más detalles la nota, en la que los familiares insisten en que no conocen las condiciones físicas «de salud y psicológicas» del legislador.
A los firmantes del comunicado les parece extraño «que aún a más de 120 horas de su secuestro por parte del (Servicio Bolivariano de Inteligencia) SEBIN se nos haya negado cualquier posibilidad de verlo, de constatar su estado físico, de que sus abogados puedan conversar con él».
El diputado «es un rehén del régimen de Nicolás Maduro» y «se le utiliza y manipula violando su voluntad para intentar crear matrices de opinión de que se encuentra en perfecto estado y que sus derechos han sido garantizados», concluye la nota en alusión a los videos que ha presentado el Gobierno.
Hasta ahora el chavismo ha mostrado dos videos de Requesens declarando, donde acusa a Borges por el atentado.
Un tercer video circuló en las redes sociales y muestra al diputado de 29 años con ropa interior aparentemente manchada de excremento sin pronunciar una palabra.
La familia Requesens cree que con estas imágenes el Gobierno busca humillar al legislador mientras que Maduro pidió ayer una investigación por la filtración de este video que muestra, según dijo, una evaluación médica que le hicieron luego de aprehenderlo.
Con todo, el chavismo continuó hoy celebrando sus manifestaciones diarias de apoyo al jefe de Estado, esta vez desde el estado oriental de Monagas, y planea recorrer mañana varias calles del este de Caracas con el mismo propósito.
EFE