Los «grandes medios de comunicación» han montado una campaña contra el Mundial de Fútbol que se disputará en Brasil este mes, como sucedió con el anterior en Sudáfrica, porque para ellos «solo vale si se hace en el norte», dijo hoy el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
«Los grandes medios de comunicación que siempre atacan los avances de América Latina quieren manchar el Mundial de Brasil como hace cuatro años quisieron manchar el de Sudáfrica. El Mundial solo vale si se hace en el norte; ahí sí» se abstienen de mancharlo, sostuvo el jefe de Estado venezolano.
Maduro insistió en que «hay una campaña mundial contra el Mundial de Fútbol» en Brasil y que, como suramericano, se opone «a las voces agoreras que han querido mancharlo».
«Hay una campaña y yo le pido a Dios que bendiga al pueblo de Brasil y le pido, con esa bendición, que el Mundial de Fútbol sea un Mundial que salga de la mejor manera y que nuestras selecciones latinoamericanas tengan la mejor suerte y que esa copa se quede aquí, en América Latina», remarcó en una alocución televisada en la que abordó diversos asuntos.
Pese a que la selección de Venezuela no clasificó a la justa mundialista, Maduro pidió a su conciudadanos estar «pendientes de los juegos».
«Le deseamos a Brasil, al pueblo de Brasil, a la presidenta, Dilma Rousseff, toda la suerte para este Mundial de Fútbol. Es un orgullo para los suramericanos que este Mundial se desarrolle en territorio suramericano», remató.
En los últimos meses, Brasil ha sido escenario de protestas contra el Mundial por parte de ciudadanos que critican que el gasto en ese certamen se pudo haber destinado a áreas como la salud.
Estas manifestaciones han perdido fuelle en las últimas semanas, pero han arreciado, en cambio, protestas de sectores concretos de la sociedad que han aprovechado la expectativa generada en torno al torneo para hacer llegar sus peticiones individuales hasta los políticos.
Rousseff aludió hace dos días de manera indirecta a las manifestaciones en contra el certamen deportivo y dijo tener «absoluta certeza» de que el pueblo brasileño «hará como siempre hizo: va a juntar a los amigos, a la familia, a la comunidad, va a comprar una cervecita, encender el televisor y ver el Mundial hinchando por nuestra selección».