Alguna que otra vez, todas nos hemos refugiado en la comida. Todas hemos disfrutado de un rico helado luego de un día particularmente estresante o saboreado un chocolate cuando estamos en plena revolución hormonal. A este tipo de comportamiento alimenticio se le denomina hambre emocional. Ahora bien, no debes preocuparte: este tipo de actitudes no son perjudiciales, siempre y cuando sean esporádicas. Pero, cuando estas se convierten en un hábito… allí empieza el problema.
1 ¿Cómo puedes identificar el hambre emocional?
Para detener el hambre emocional, primero hace falta identificarla. ¿Cómo? Tienes más de una posibilidad:
Analiza si en verdad estás físicamente hambrienta. Para ello, presta atención a las señales de tu cuerpo: ¿te sientes con poca energía?, ¿tu estómago ruge?
Sé consciente de tu estado mental: ¿te encuentras ansiosa o aburrida?
2 Trucos para evitar el hambre emocional
Ahora que estás al tanto de las principales estrategias para detectar el hambre emocional, estás en condiciones de saber cómo escapar de ella. Pero, te lo advertimos: deberás tenerte paciencia. Reprogramar el cerebro para que identifique otros comportamientos (que no estén asociados a comer) como placenteros lleva algo de tiempo.
3 Sé consciente
La mayoría de las veces, el hambre emocional nace y se desarrolla de forma automática, es decir, cuando tú no te das cuenta. Dada esta realidad, y para revertir esta situación, resulta de mucha utilidad llevar un diario en el que registrar lo que comes y cuándo lo comes. Esta medida te permitirá distinguir algún patrón y entender un poco más tu comportamiento.
4 Bebe té negro
Deja que el té negro te ayude a superar el hambre emocional. Y es que un estudio publicado en la revista Psychopharmacology demostró que las personas que bebían esta infusión experimentaban un gran descenso en sus niveles de cortisol, que es la hormona del estrés responsable de la aparición de antojos.
5 Masajes en los pies
Unos buenos masajes son de ayuda en cualquier situación –y el hambre emocional no es la excepciónU2013 . Es sencillo: siéntate en un lugar cómodo, descálzate y masajea la planta de tu pie con una pelota pequeña. Esto disminuirá tu ritmo cardíaco y descenderá tus niveles de cortisol.
6 Respira
Repira profundamente. Así, podrás engañar a tu cuerpo y hacerle creer que te estás a punto de dormir. Esto te relajará y te liberará del hambre emocional. Entonces, cierra los ojos y realiza 10 respiraciones profundas y bien lentas.
Pon en práctica estas estrategias y liberarás a tu cuerpo de unas cuantas calorías vacías. ¡Tú puedes!
Fuente: iMujer