El doctor Carlos Bravo, jefe de cirugía del Hospital Clínico Universitario, fue hallado muerto este sábado dentro de su oficina ubicada en este centro asistencial.
Se sospecha que el cirujano decidió acabar con su vida debido a la grave crisis que padece desde hace varios meses el centro médico, motivo por el que se presume que Bravo ingirió varias ampollas de propofol.
El doctor también era accionista del Hospital de Clínicas Caracas.
Este caso se une al del pasado 31 de agosto, día en el cual el médico pediatra, Carlos Amundaray, también decidió acabar con su vida tras sufrir una profunda depresión. El intensivista se encontraba afectado por la muerte de neonatos a causa de la falta de insumos en el país.
Fuente: 2001
