La Unión Europea (UE) se comprometió a seguir imponiendo sanciones contra el régimen de Alexandr Lukashensko una vez que concluyan las elecciones «simuladas» en el país, al considerar que no tienen «ninguna legitimidad».
«La UE seguirá imponiendo medidas restrictivas y selectivas contra el régimen, al tiempo que apoya financieramente a la sociedad civil, a las fuerzas democráticas bielorrusas en el exilio y a la cultura bielorrusa», afirmaron la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, y la comisaria de Ampliación de la UE, Marta Kos, en un comunicado conjunto.
La Comisión Electoral Central (CEC) del país anunció este domingo que los comicios han superado el 50 % de participación mínima requerida por ley, pero Kallas y Kos remarcaron que estas elecciones no han sido «ni libres ni justas» y consideraron que el pueblo bielorruso «merece tener voz y voto en la elección de quién gobierna su país.
Unas elecciones «sin credibilidad»
El proceso electoral carece de legitimidad para los Veintisiete por la represión «implacable y sin precedentes» de los derechos humanos, las restricciones a la participación política y el acceso a medios de comunicación independientes, subrayaron las dos comisarias.
Por ese motivo, instaron al régimen de Lukashensko «a que libere de inmediato e incondicionalmente a todos los presos políticos, más de mil de los cuales están detenidos arbitrariamente, incluido un empleado de la Delegación de la Unión Europea».
Señalaron además que el régimen decidió invitar a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y su Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos sólo diez días antes de las elecciones.
Eso «impidió a este organismo independiente acceder a las fases clave del proceso electoral, lo que constituye una prueba más de la total falta de credibilidad de estas elecciones», aseguraron.
Lukashenko es reelegido con un 87,60 % de los votos
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, fue reelegido este domingo para un séptimo mandato al frente de la antigua república soviética con el 87,60 % de los votos, según los primeros sondeos oficiales a pie de urna.
De esta forma, Lukashenko seguirá en el poder hasta 2030, mientras el Voto contra Todos fue la segunda opción más respaldada por los bielorrusos en las urnas con un 5,1 % de los sufragios, según informó el Comité de Organizaciones Juveniles en la televisión pública.
El tercero en discordia fue el comunista Serguéi Sirankov, quien apoyó abiertamente la reelección del líder bielorruso y sumó el 2,7 % de las papeletas.
Le siguió Oleg Gaidukévich, con un 1,8 %; la abogada Anna Kanopátskaya, con un 1,6 %, y el republicano Alexandr Jizhniak, con el 1,2 %.
Protesta pacífica
La oposición en el exilio, que no reconoce a Lukashenko como legítimo presidente, había pedido a sus partidarios marcar la casilla «contra todos» en las papeletas electorales al considerarlo la única forma de protesta pacífica posible.
Kanopátskaya, que ya concurrió hace cinco años, es la única de los aspirantes a la Presidencia bielorrusa que se atrevió a criticar públicamente la gestión de Lukashenko, aunque la oposición democrática la considera una «candidata del KGB».
En declaraciones a EFE, Kanopátskaya aseguró esta semana que el modelo autoritario que impuso Lukashenko tras llegar al poder en 1994 está agotado y es hora de que renuncie al cargo para reformar el sistema político y económico.