La tecnología china pisa fuerte en Cuba

La tecnología china pisa fuerte en Cuba

El gigante asiático va ascendiendo como suministrador de la isla en ramas que van desde la televisión digital hasta la biotecnología, pasando por la energía renovable

 

 

La tecnología china está ganando espacios en Cuba, un mercado extraordinario si se tiene en cuenta que en los años 50 era dominado por Estados Unidos, por los soviéticos en los 60, 70 y 80 y donde se expanden ahora los chinos.

 

 

Las relaciones bilaterales se establecieron en julio de 1960, tras el triunfo de la revolución encabezada por Fidel Castro el 1º de enero de 1959, y no han sido lineales, pero sobrevivieron, con graves caídas y tensiones, a hechos casi apocalípticos como la revolución cultural china, la caída de la Unión Soviética y del campo socialista europeo en los años 90.

 

 

Este lunes 10 de junio, una parte de las 45.000 familias en cinco áreas de La Habana elegidas para ello fueron notificadas de que podrán instalar en sus casas equipos donados por China, y vendidos por el Estado cubano en moneda nacional por el equivalente a 0,30 dolares, para comenzar pruebas para instalar la televisión digital. El experimento abre el uso en este país de la norma china, denominada Transmisión Digital Terrestre Multimedia o DTMB.

 

 

La televisión digital es el ejemplo tecnológico vinculado al país asiático que despierta actualmente más curiosidad e interés en Cuba, pero no el único ni el más importante.

 

 

Acuerdos firmados este mes entre ambos países reflejan una expansión china en la rama biotecnológica cubana, en la cual el gobierno de La Habana ha hecho grandes inversiones por años.

 

 

Según convenios firmados en esta capital a inicios de junio durante la visita del secretario del Partido Comunista de China, Guo Jinlong, Pekín ofrecerá nuevas tecnologías para desarrollar productos en el tratamiento del cáncer de mama y estómago.

 

 

Los chinos están también en el sector de energía de fuentes renovables, que en el archipiélago comienza un período de expansión a partir de los precios del petróleo, combustible que aún no se encuentra en la zona económica cubana en el Golfo de México.

 

 

Una empresa china, la CHC, está activa en el objetivo de «potenciar» en Cuba la producción y comercialización de sistemas de climatización solar y calderas de vapor de biomasa.

 

 

Incluso en el sector turístico, los chinos tienen una posición en un ambicioso programa nacional, el de desarrollar campos de golf vinculados a proyectos inmobiliarios, destinados a atraer a un turismo de alto poder económico.

 

 

Las donaciones y ofertas chinas en cuanto a la «alta tecnología» parecen, además de una ayuda esencial a Cuba, un «despegue» de los chinos en el Caribe, una región también monopolizada por décadas por las exportaciones de Estados Unidos.

 

Fuente: Infobae

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