El delantero del Arsenal firma un golazo de espuela en el triunfo de su equipo contra el Crystal Palace
Fue una obra de arte, resuelta en tan solo 10 toques de balón. Apenas 13 segundos en los que intervinieron seis jugadores del Arsenal. Uno de ellos, el francés Olivier Giroud, ariete que no se distingue especialmente por su habilidad con los pies, pero que se afila cuando la historia va de golpear el cuero a la primera para encontrar la portería. Ayer, en el estreno del nuevo año, volvió a exhibir esa cualidad en el triunfo del equipo londinense contra el Crystal Palace (2-0).
Los aficionados del Emirates Stadium asistieron al que probablemente será uno de los mejores goles de la temporada. Después de que el español Lucas Pérez interceptase el esférico para iniciar el contragolpe, el cuadro de Arsène Wenger fabricó una contra de manual que concluyó con un delicioso remate de Giroud.
El que fuera artillero del Montpellier y actual 9 de la selección francesa recibió de espaldas en su propio campo; en lugar de retener el esférico lo envió de tacón a un compañero y emprendió una galopada a la vez que seguía el curso de la jugada. Ya en el área, se desmarcó y remató de espuela, a unos cinco metros de la portería.
«No es difícil decir que ha sido el mejor gol de todos los que he marcado en mi carrera», expresó el delantero a los medios después del duelo. «He tenido algo de suerte y ese recurso era lo único que podía hacer: tenía el balón detrás e intenté darle con el talón», agregó. «Es uno de los mejores tantos que he visto en 30 años, sin duda», añadió su técnico, el alsaciano Wenger.
Con la victoria de ayer, el Arsenal se sitúa en el tercer peldaño de la clasificación de la Premier League, a solo tres puntos del Liverpool y a nueve del Chelsea, líder destacado de la competición inglesa.
El País.com