São Paulo, 10 jul (EFE).- La Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), la mayor patronal de Brasil, acusó este jueves al presidente de EE.UU., Donald Trump, de «romper las reglas » y desconocer más de 200 años de «excelente» relación bilateral, tras anunciar un arancel del 50 % para los productos brasileños.
«Esperamos que la diplomacia y las negociaciones equilibradas prevalezcan, por encima de ideologías y preferencias personales, y que el sentido común vuelva a guiar la relación», señaló el presidente de la FIESP, Josué Gomes, en una nota.
Gomes enfatizó que Brasil, así como Estados Unidos, es una «nación soberana en la que prevalece el Estado democrático de derecho» y se basa en «poderes independientes».
«Parece innecesaria esta afirmación, pero, cuando se utilizan razones no económicas para justificar la ruptura de todo reglamento comercial y del derecho internacional, es importante reafirmar estos principios», añadió.
Trump anunció el miércoles un arancel del 50 % adicional a las importaciones de Brasil a partir del 1 de agosto.
El principal motivo de la sanción, según expuso el dirigente republicano, es «la forma en que Brasil ha tratado al expresidente Jair Bolsonaro», procesado en la Corte Suprema por supuestamente intentar dar un golpe de Estado, tras perder las elecciones de 2022 ante el actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva.
En este contexto, Gomes dijo que, más allá del «impacto negativo» de los aranceles para la industria brasileña, «la soberanía nacional es innegociable».
Recordó también que la balanza comercial bilateral es favorable a la potencia norteamericana y enumeró las «muchas oportunidades» de negocios entre los dos países en sectores como minería, biocombustibles y electricidad.
La agropecuaria brasileña, menos dura con Trump
Por otro lado, la industria agropecuaria de Brasil, uno de los motores económicos del país y tradicionalmente conservadora, tachó de «injustificado» el arancel del 50 % y pidió un diálogo «sin condiciones» entre ambos Gobiernos y sus sectores privados.
«Esta medida unilateral no se justifica por el historial de las relaciones comerciales entre ambos países, que siempre se desarrollaron en un clima de cooperación y equilibrio», afirmó la Confederación de Agricultura y Pecuaria de Brasil (CNA) en una nota.
La patronal alegó que «medidas de esa naturaleza perjudican las economías de los dos países, causando daños a empresas y consumidores».
«Los productores rurales brasileños consideran que estas cuestiones solo pueden resolverse mediante un diálogo incesante y sin condiciones entre los Gobiernos y sus sectores privados», apuntó.
En este sentido, la CNA confía en que «prevalezcan la razón y el pragmatismo en beneficio de todos». EFE