Marc Anthony recordó anoche en el Poliedro que hace 20 años comenzó su carrera “y fue en Venezuela. Y cierto este año…en Venezuela”.
A las 9:30 pm apareció en una tarima llena de pantallas Led cantando Valió la pena y el Coso, que estaba a reventar, empezó a corear sus temas.
Estuvo particularmente simpático. Besó el suelo del escenario, aprovechó el saber que las cámaras le hacían close ups para poner caras y hasta agradeció al público “el esfuerzo de estar aquí”.
Y lo fue. El tráfico hizo que muchos llegaran tarde y el colapso del estacionamiento (Evenpro tiene un parque instalado en el espacio que le fue alquilado) y la ausencia del anunciado plan de vialidad de Profit provocaron la molestia de decenas de personas.
Doce canciones después se despidió el diminuto intérprete que con su vozarrón puso a bailar a más de diez mil personas. De repente, Y hubo alguien, Hasta ayer (con un solo de violín tocando Alma Llanera interpretado por uno de los dos músicos venezolanos que tiene en su banda), Volando entre tus brazos, Contra la corriente, Vivir lo nuestro, Y cómo es él, Qué precio tiene el cielo, Nada como ella, Te conozco, Mi gente (el falso final), Tu amor me hace bien y el cierre con Vivir mi vida conformaron el repertorio.
Le lanzaron cadenas, le dieron ramos de flores y hasta un teléfono le quitó a una chica para cantarle a quien estaba al otro lado de la línea. “¿Tu esposo? Nah” dijo bromeándole cuando le devolvió el aparato.
Al cantante le faltó pedirle al público la misma paciencia, que tuvo a la entrada, a la salida. No estuvo fácil el desalojo del gentío de esa loca idea de permitir un parque en el estacionamiento de un lugar que alberga a miles de personas al mismo tiempo.
Fuente:Últimas Noticias


















