Será la primera visita de Merkel a un centro de refugiados desde el inicio de la crisis migratoria europea.
Alemania, soprepasada por un flujo de refugiados sin precedente, hace frente a una ola de actos xenófobos, a los que podría sumarse el incendio, de origen sospechoso, en la madrugada del martes de un futuro centro de acogida cerca de Berlín.
El fin de semana, la apertura de un centro de acogida de refugiados en Heidenau (este) había provocado ya la ira de activistas de extrema derecha, que se enfrentaron a la policía durante dos noches consecutivas, con un saldo de decenas de heridos.
La canciller alemana Angela Merkel, quien condenó el lunes los actos de violencia «abyectos» de la extrema derecha en esta ciudad, visitará este miércoles el centro de refugiados de Heidenau, según anunció su portavoz en un comunicado.
La canciller, quien «se reunirá con refugiados, responsables y benévolos, así como con las fuerzas de seguridad, ha sido criticada por la prensa por su falta de acción en el tema migratorio, cuando según las últimas previsiones la primera potencia europea recibirá 800.000 pedidos de asilo en 2015, cuatro veces más que el año pasado.
Los manifestantes de extrema derecha no «tienen su lugar en las calles sino en los tribunales», sostuvo el martes el ministro de la Justicia, Heiko Maas, en la televisión pública ARD, quien excluyó la creación de perímetros de seguridad alrededor de estos centros.
«No quiero vivir en un país» que se vea obligado a tomar este tipo de medidas «para que la gente que está (en los centros) se sienta segura», agregó.
AFP