La presidenta argentina Cristina Kirchner ordenó la noche del jueves cambios en su Gabinete, al nombrar nuevos ministros de Defensa y Seguridad, luego de criticar a funcionarios y dirigentes de su partido que no dan suficiente apoyo al Gobierno.
El jefe del bloque de diputados oficialistas, Agustín Rossi, fue designado ministro de Defensa, en reemplazo de Arturo Puricelli, quien pasará a ser ministro de Seguridad, anunció el vocero oficial en rueda de prensa televisada.
«La (saliente) ministra de Seguridad, Nilda Garré, será propuesta al Congreso como embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA)», dijo el portavoz Alfredo Scoccimarro.
El vocero se limitó a dar la noticia en la Casa Rosada (gobierno) sin dar más detalles ni explicaciones, aunque momentos antes la mandataria había lanzado en un acto público una dura crítica a dirigentes del oficialismo.
«A mí no me defienden algunos dirigentes de mi espacio (político) y de las cosas que dicen de mí y de mi compañero (el extinto expresidente Néstor Kirchner), y miran para otro lado», dijo la mandataria, sin ocultar su ofuscamiento.
Empresarios que fueron amigos de su marido fallecido en 2010 aparecen en las últimas semanas vinculados a denuncias de corrupción en el programa dominical de televisión Periodismo para Todos y que son motivo de investigación judicial.
Kirchner exhortó a que «cada nivel gubernamental se haga cargo de la responsabilidad que tiene y ponga la cara».
El anuncio fue sorpresivo y el cambio de Gabinete, un hecho poco común en el gobierno de Kirchner desde que asumió el poder por primera vez en 2007. Es la primera modificación del gabinete desde que fue reelegida en 2011 con el 54% de los votos.
Rossi es uno de los líderes políticos más activos del gubernamental Frente para la Victoria (peronistas y aliados) y uno de los puntales que logró garantizar el quórum y el voto de proyectos de Kirchner en la cámara baja.
Puricelli es un antiguo militante peronista de la provincia de Santa Cruz (Patagonia, sur), donde los Kirchner construyeron su proyecto de poder.
Garré estaba al frente de una cartera cuestionada por la oposición a raíz de crónicos hechos de inseguridad y criminalidad que se conocen a diario.
El oficialismo se está preparando para las elecciones legislativas del 27 de octubre, convocadas a fin de renovar la mitad de la cámara de diputados y un tercio del Senado.
La jefa de Estado, sin embargo, no identificó a qué dirigentes y funcionarios del gobernante Frente para la Victoria se refería con sus críticas.
«Quiero ser sincera porque estoy un poco cansada, no de gobernar, sino de que algunos se hagan los idiotas o me tomen a mí por idiota, porque siempre actué de muy buena fe», dijo la Presidenta en el acto en la periferia sur de Buenos Aires.
Kirchner reiteró en los últimos actos políticos que no está dispuesta a reformar la Constitución para modificar la cláusula que sólo permite dos mandatos presidenciales consecutivos, luego de ser reelegida en 2011 con el 54% de votos.
Su mandato terminará en 2015 sin posibilidad de otra reelección, alternativa que sólo sería posible con una reforma constitucional, para la cual necesitaría contar con una mayoría especial de dos tercios en ambas cámaras.
El kirchnerismo está emparentado con otros movimientos regionales dentro de lo que se denomina progresismo latinoamericano y acaba de cumplir una década en el poder, tras la peor crisis histórica del país en 2001.
Fuente: EDC
