Las juventudes de los partidos Partido Acción Nacional (PAN) de México y Partido Propuesta Republicana (PRO) de Argentina expresaron su preocupación por las libertades en Venezuela y abogaron por la liberación de los estudiantes y presos políticos venezolanos que se encuentran en las cárceles.
En un comunicado, exigieron también la liberación del secretario juvenil nacional de Primero Justicia, Hernando Garzón y su esposa Sandra Flores, quienes permanecen privados de su libertad en el estado Barinas. «Solo el fin de la violencia, el llamado al diálogo y la liberación de los presos políticos puede revertir esta situación».
«La gravedad de la situación actual que vive la sociedad venezolana hace que la juventud del Partido Acción Nacional (PAN) de México y de la Juventud del Partido Propuesta Republicana (PRO) de Argentina, asumamos la responsabilidad de marcar posición en nuestro compromiso de lucha por la defensa de la democracia en el continente, por la construcción de un presente y un futuro de oportunidades y esperanzas para nuestra generación», señala el Manifiesto: Una Latinoamérica unida por el deseo de libertad.
Ante esta situación, los dirigentes juveniles exigen «la liberación de jóvenes estudiantes venezolanos quienes han sido detenidos por ejercer su libre derecho a la manifestación pacífica. Así también, exigimos la liberación del líder de oposición Hernando Garzón quien se ha convertido en un preso político del gobierno venezolano».
«En un sistema donde hay justicia, no se condena la manifestación pacífica, se garantiza el debido proceso y se aplica la ley con transparencia», refieren y aseguran estar convencidos de «que ninguna frontera nacional nos impide sentir como propias las dificultades que viven nuestros vecinos. Lo que nos une como jóvenes es nuestra pasión por vivir en libertad, con igualdad y justicia».
Afirman que «nos une el deseo de una democracia sana», en la cual los valores del diálogo, la justicia y la diversidad «son intocables», según indican. «Quienes se expresan pidiendo un cambio no son traidores, ni enemigos del país, ni mucho menos criminales. Son personas que merecen ser escuchadas. En Venezuela, en Cuba, en México, en Argentina y en cualquier lugar de Latinoamérica».
«Hoy más que nunca, Latinoamérica necesita estar unida en defensa de la libertad y los derechos humanos», finaliza el documento.
EL UNIVERSAL