La actriz posó para la revista “Vanity Fair” con una boa constrictora sobre su espalda, para el fotógrafo Patrick Demarchelier.
La sesión fotográfica se llevó a cabo el 31 de julio del pasado año en una imponente casa de Los Ángeles. Según dicen, la actriz no mostró miedo en ningún momento, y se comportó de forma muy profesional con el animal, al que llevaron bajo un importante operativo.
La imagen es un homenaje a Nastassja Kinski y la foto que la catapultó a transformarse en uno de los símbolos sexuales de los 80.
Fuente: Vanity Fair