Tras una alfombra roja marcada por las protestas y los comentarios por la ausencia del ministro Wert, la noche arrancó con el Goya al mejor actor revelación para Javier Pereira por Stockholm, mientras que Natalia de Molina ha sido reconocida como la mejor actriz revelación por Vivir es fácil con los ojos cerrados.

Las brujas de Zugarramurdi logró un total de ocho premios: dirección artística, diseño de vestuario, montaje, dirección de producción, sonido, efectos especiales, maquillaje y peluquería y mejor actriz de reparto para Terele Pávez. Tras el discurso de González Macho llegó el turno de los premios a los cortos, que han sido para Minerita, Cuerdas y Abstenerse agencias. David Trueba ha recogido los premios al mejor director y mejor guion original por Vivir es fácil con los ojos cerrados, filme que terminó sumando seis estatuillas.

El mejor guion adaptado ha sido el de Todas las mujeres. La actriz Marian Álvarez se alzó con el premio a la mejor actriz protagonista por La herida, película por la que Fernando Franco ha ganado el Goya a la mejor dirección novel. Roberto Álamo, mejor actor de reparto por La gran familia española, segundo premio de la noche para la película de Daniel Sánchez Arévalo. Amor, de Michael Haneke, mejor película europea, mientras que el mejor filme iberoamericano ha sido Azul y no tan rosa.

Futbolín, de Juan José Campanella, mejor película de animación. El mejor largometraje documental ha sido Las maestras de la República. Tras seis nominaciones, Javier Cámara ha conseguido el Goya al mejor actor protagonista por Vivir es fácil con los ojos cerrados, película que también se alzó con el premio gordo de la noche, Mejor película.

Fuente: El País