Jaua y Unasur airlines

Jaua y Unasur airlines

El canciller Elías Jaua se fue a visitar varios países de Suramérica para difundir la versión chavista de la violenta y sangrienta crisis que ocurre en Venezuela.

 

Como es fácil imaginar, llevaba en su maletín las órdenes precisas, impartidas desde La Habana, de impulsar una reunión urgente de Unasur, un organismo que les viene como anillo al dedo toda vez que cuentan no solo con la secretaria general dirigida por Alí Rodríguez Araque, sino porque allí es más fácil comprometer a los “gobiernos amigos” para que respalden la falsa y grotesca tesis de que en Venezuela lo que sucede es “un golpe de estado en desarrollo”. (¿?)

 

Un “golpe de estado” en el cual, según la versión de Jaua, todos los muertos son militantes chavistas. Además, según la perorata del canciller, durante estos días de alzamiento civil no se ha ejercido sino “una pequeña represión debidamente autorizada, siguiendo los convenios internacionales”.

 

Por supuesto, la crisis no es más que una patraña del imperio que, de la mano del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, rechaza que el heredero de Chávez le haya ganado las elecciones a Henrique Capriles, aunque con la ayudadita de ciertas señoras del CNE, o de la familia Soprano.

 

Así cualquiera gana y, de paso, el chavismo se abstiene de rendir cuentas a una minoría apátrida y fascista, que no merece exigir explicaciones a los poderes públicos. Mientras proclaman que Venezuela “vive en una democracia plena”, el país y el mundo saben que todos los jefes de los poderes nacionales son chavistas de alma, praxis y corazón.

 

Al emprender su gira, Jaua ya sabía que la Cancillería de Chile en plena transición de gobierno, no sería una molestia en el zapato, sobre todo porque la señora Bachelet no va iniciar su mandato con un choque con Venezuela.

 

Por ello, dejarán colar mentiras y exageraciones para que el mundo sepa que los gobiernos suramericanos no reciben órdenes del imperio y que sólo reflejan la “verdadera situación” a que esta sometida Venezuela.

 

Brasil, el imperio en expansión, también jugará la carta de un gobierno sin alma y reconocerá los esfuerzos de Maduro por llamar a la paz entre los venezolanos. En aras de mantener garantizados sus buenos negocios, Brasil apoyará las propuestas de Maduro y Jaua mientras aprovechan para recordar que aun está pendiente una considerable deuda con la transnacional Odebrecht.

 

Así las cosas, la convocada y rápidamente frenada reunión en la OEA para tratar la crisis venezolana ya tiene un plomo en el ala. De entrada ya estará mediatizada por el apoyo de Unasur que incluye nada más y nada menos que la propuesta de Pepe Mujica (rechazada por Jaua) de ser un mediador en caso de que ello se requiera.

 

En todo caso ¿alguien espera neutralidad de este interlocutor que ha bien recibido cuantiosos favores para su país, Uruguay, a lo largo de los últimos años? Por lo demás, Timerman, el canciller de la viuda Cristina Fernández, ya sentenció que “Argentina va a respetar ante todos los foros internacionales del derecho del pueblo venezolano de ser gobernado por Nicolás Maduro”. De igual manera, tanto Evo Morales como Rafael Correa le ladrarán al unísono al imperio y se abrazarán con Maduro.

 

Según la agencia Efe, el canciller Jaua llegó ayer a Surinam “buscando apoyo para una reunión especial de Unasur sobre Venezuela, como alternativa a la que Panamá ha propuesto que se celebre en la OEA”.

 

Ojalá Maduro recuerde el desprecio y la falta de respeto con que trató a Alí Rodríguez Araque en la última reunión en Surinam olvidando que Alí es un hombre gravemente enfermo. Ni siquiera se acercó a saludarlo. Apenas Jaua le dio una palmada en la espalda, como si fuera un jugador de fútbol que acaban de sacar de un partido.

 

Editorial de El Nacional

Comparte esta noticia: