El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, descartó un alto el fuego inmediato y dijo que Israel no podía detener por completo sus operaciones militares en Gaza porque Hamás no aceptaría liberar más rehenes sin presión militar.
Israel reportó ataques aéreos el martes en el norte y sur de la Franja de Gaza, un día después de que el ministro de Defensa del país, Yoav Gallant, dijera que la fase intensiva de la guerra de Israel contra Hamás terminaría pronto.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que los ataques aéreos tuvieron como objetivo a los militantes en el área de Shati del Norte, así como en Khan Younis.
Las tropas israelíes mataron a decenas de milicianos y descubrieron unas 100 instalaciones de cohetes, dijo el ejército.
Un ataque aéreo nocturno también alcanzó un lanzador antitanque de Hizbulá en el sur de Líbano, el último de los combates transfronterizos que han generado temores de que se propague el conflicto en la región.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, descartó un alto el fuego mientras hablaba con periodistas el lunes, diciendo que Israel no podía detener por completo sus operaciones militares en Gaza porque Hamás no aceptaría liberar más rehenes sin presión militar.
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Gallant dijo que la «intensa etapa de maniobras» que el ejército israelí ha estado llevando a cabo en el sur de Gaza «terminará pronto». Agregó que el ejército había terminado recientemente su intensa operación terrestre en el norte de Gaza.
«En ambos lugares, llegaremos al momento de la siguiente etapa», dijo.
Los comentarios de Gallant se produjeron al tiempo que Hamás anunció la muerte de dos de los rehenes israelíes que secuestró durante su ataque de octubre.
En un video publicado por Hamás el lunes, el grupo mostró los cadáveres de dos personas que dijo eran rehenes israelíes. En un comunicado que acompaña al video, Hamás dijo que los rehenes fueron asesinados por el ejército israelí.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, negó que las fuerzas israelíes causaran las muertes.
«Eso es una mentira de Hamás», dijo.
El Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y civiles en sus totales de víctimas, comunicó el lunes que el número de muertos de la campaña militar israelí había aumentado a al menos 24.100, con más de 60.000 heridos.
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Israel comenzó su campaña militar para acabar con Hamás después de que los combatientes del grupo, considerado terrorista por Estados Unidos, cruzaran al sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando a 240 como rehenes en un ataque simultáneo.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, renovó el lunes su llamado a un alto al fuego humanitario inmediato, diciendo que es urgente para llevar ayuda a los palestinos, facilitar la liberación de los rehenes retenidos por Hamás y detener la propagación de la guerra en todo el Medio Oriente.
«Estoy profundamente preocupado por lo que está ocurriendo», dijo Guterres a periodistas en las Naciones Unidas.
Durante un alto el fuego temporal a finales de noviembre, los militantes en Gaza liberaron a más de 100 rehenes, mientras que Israel liberó a 240 prisioneros palestinos.
También el lunes, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF advirtieron que la cantidad de ayuda humanitaria que ingresa a Gaza está «muy por debajo de lo que se necesita para prevenir una combinación mortal de hambre, desnutrición y enfermedades».
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Las agencias pidieron nuevas rutas para que la ayuda ingrese a Gaza, junto con más camiones permitidos cada día, así como menos restricciones a los movimientos de los trabajadores humanitarios y mejores protecciones de seguridad.
«La gente en Gaza corre el riesgo de morir de hambre a pocos kilómetros de los camiones llenos de alimentos», dijo la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, en un comunicado. «Cada hora perdida pone en riesgo innumerables vidas. Podemos mantener a raya la hambruna, pero solo si podemos entregar suficientes suministros y tener acceso seguro a todos los necesitados, dondequiera que estén.
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